Los tsunamis suponen una amenaza para algunas comunidades costeras y la UNESCO ha diseñado un plan para reducirlo. Para ello ha identificado una serie de áreas que presentan mayor riesgo de sufrir estos eventos, áreas entre las que se incluye el litoral mediterráneo. Esto ha despertado la atención de muchos, así que conviene atender a algunas cuestiones, como cuál es el riesgo real que los maremotos suponen para nuestro litoral, en qué cosiste el plan de la UNESCO y qué debemos saber en caso de alerta.
Qué es lo que ha dicho la UNESCO. La noticia ha surgido en el contexto de la Década de Ciencia Oceánica y Desarrollo Sostenible 2021-2030, liderada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). El comunicado de la UNESCO se ha publicado en anticipación de la Conferencia sobre los Océanos de las Naciones Unidas, que tendrá lugar del 27 de junio al 1 de julio en Lisboa. En el comunicado la organización alertaba de que “las estadísticas muestran que la probabilidad de un tsunami que exceda un metro en el Mediterráneo durante los próximos 30 años es cercana al 100%”.
La afirmación resulta llamativa y conviene analizarla. En primer lugar, el propio comunicado explica que los tsunamis son fenómenos más habituales de lo que creemos. Pone como ejemplo la media de 7 tsunamis anuales que se han detectado desde el Pacific Tsunami Warning Centre que opera la propia UNESCO en Estados Unidos.
Un metro de tsunami, qué implica. Un metro de elevación es una marca que en distintos países más habituados a sufrir de estos fenómenos indica el punto en el que los tsunamis comienzan a ser peligrosos. La Agencia Nacional de Gestión de Emergencias de Nueva Zelanda califica como “potencialmente letales” estos tsunamis. Eso sí, establece una escala en función de la altura que alcancen.
Entre el metro y los tres metros, un tsunami causaría daños en algunas infraestructuras costeras y edificios, además de algunos daños en el equipamiento eléctrico y mecánico. Entre los tres y cinco metros causarían inundaciones generalizadas y posibles daños en edificios de hormigón. Las infraestructuras costeras de nuevo registrarían daños. Entre los cinco y los ocho metros daños e inundaciones serían generalizados, con algunos edificios arrastrados por la corriente y otros sufriendo daños estructurales.
El tsunami que en 2004 causó más de 200.000 muertes alrededor del Índico llegó a sobrepasar los 50 metros al llegar a la isla de Sumatra, según los datos de la Administración Oceánica y Atmosférica Nacional estadounidense (NOAA). El peligro de los tsunamis viene de la cantidad ingente de agua que desplazan, primero hacia el interior y después, al retirarse, hacia el mar.
Cómo se forman los tsunamis. Los tsunamis pueden causarse por distintos motivos. Habitualmente es un terremoto bajo el lecho marino en que los causa. Los corrimientos de tierra y los volcanes submarinos también pueden estar detrás de algunos eventos de este tipo, y menos frecuentemente, las condiciones meteorológicas e incluso la caída de un asteroide al mar. El Mediterráneo sigue el curso de la frontera entre dos placas tectónicas, la placa euroasiática y la placa africana. Esto hace que la actividad sísmica de la región sea relativamente alta.
No todo el Mediterráneo está en el mismo nivel de riesgo. Pero la frontera que marcan las placas implica también que el riesgo de tsunamis, como el de terremotos, no se reparta de manera uniforme a lo largo del mar. Algunas zonas como el sur de Italia y algunos archipiélagos griegos son más propensos a sufrir movimientos de tierra que el resto de zonas. La distribución geográfica, del lecho marino y de las diversas islas del mar también afectan a cómo se propagan los maremotos.
El riesgo de un tsunami que afecte a las costas españolas no es nuevo. Hace algo menos de un año un estudio en la revista Scientific Reports alertaba del riesgo de tsunami en el entorno del mar de Alborán. Un tsunami en esta área podría llevar olas de hasta seis metros, aunque el principal riesgo sería su escasa distancia a la costa, que implicaría poco tiempo para la reacción, entre 21 y 35 minutos, un tiempo insuficiente para que los sistemas de alerta temprana cumplan su función.
Tsunami ready. La advertencia de la UNESCO viene acompañada por un plan de prevención, el programa “Tsunami ready". La organización busca equipar de herramientas para minimizar el riesgo a las comunidades costeras en riesgo durante la presente década, y ya ha comenzado con una prueba piloto en 40 comunidades repartidas en 21 países. El programa busca crear planes individualizados para cada comunidad puesto que cada contexto difiere, en la probabilidad de que se de un evento, pero también en características demográficas, geográficas y socioeconómicas.
Cada comunidad deberá contar con “un plan de reducción de riesgo de tsunami, además de identificar y cartografiar las zonas de peligro, desarrollar materiales divulgativos y de educación pública, crear mapas de evacuación en caso de tsunami accesibles al público, y mostrar públicamente información sobre maremotos”, según ha hecho saber la UNESCO.
Imagen | Martijn Vonk
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