Hoy encontrar portátiles Windows basados en chips ARM es complicado. Haberlos haylos, pero sus prestaciones no acaban de cuajar ante las alternativas tradicionales con chips x86 de Intel y AMD. Eso, no obstante, podría cambiar notablemente a finales de 2022.
Será entonces cuando Qualcomm lance sus futuros chips ARM para ultraportátiles, que se beneficiarán de la reciente adquisición de Nuvia, una empresa de desarrollo de semiconductores que fue creada por tres ex-ingenieros de Apple. La ambición de Qualcomm parece clara, y puede que estemos a las puertas de un verdadero rival para los M1 de Apple por un lado y para los Intel y AMD del segmento de portátiles por otro.
Toda una declaración de intenciones
Cuando Qualcomm anunció la compra de Nuvia a principios de 2021 mencionó que sus desarrollos se aprovecharían en futuros smartphones y portátiles, pero apenas se daban datos adicionales.
Hoy el gigante de los semiconductores ha anunciado que se ha completado la adquisición de Nuvia, y en ese comunicado se indica expresamente que los primeros procesadores resultantes de esa adquisición llegarán "en la segunda mitad de 2022 , y estarán diseñados para ultraportátiles de alto rendimiento".
Esa es sin duda toda una declaración de intenciones para Qualcomm, que desde hace tiempo trabaja en procesadores orientados a portátiles basados en Windows. De hecho, desarrollaron con la colaboración de Microsoft los SQ1 y SQ2 de los que presume la empresa en sus Surface Pro X.
Sin embargo esos procesadores son más un refrito de sus Snapdragon para móviles que chips realmente enfocados a competir con lo mejor de Intel y AMD.
La adquisición de Nuvia cambia las cosas, y lo hace gracias sobre todo a los tres cofundadores de la empresa, que trabajaron en el desarrollo de los procesadores y SoCs de Apple —George Williams III, uno de ellos, es toda una institución en este ámbito—y que ahora dedicarán su trabajo a esos futuros chips que Qualcomm quiere meter en portátiles de alto rendimiento.
El futuro se pone muy (pero que muy) interesante
Aún tendremos que esperar basante para ver el resultado de ese trabajo: si hacemos caso del anuncio oficial, no es probable que veamos equipos con esos chips hasta finales de 2022 o principios de 2023, y será interesante ver cómo está Apple con una familia de chips ARM que plantean toda una revolución en este segmento.
La mayor duda en ese futuro no está tanto en el hardware como en el software. Windows 10 en su versión ARM sigue ganando enteros, pero las dudas sobre la compatibilidad y el rendimiento de aplicaciones tradicionales para Windows 10 sobre arquitectura x86 (la utilizada por los chips de Intel y AMD) siguen estando ahí.
De hecho para entonces puede que haya más sorpresas en el ámbito de los procesadores ARM para portátiles. Hasta Microsoft está metida en el ajo y parece querer desarrollar sus propios chips, aunque con un foco especial en servidores, pero tanto ella como otros protagonistas destacados (como NVIDIA, que compró ARM) hacen que ese futuro esté poniéndose especialmente interesante.
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