Intel amplía con un nuevo modelo su familia de SSD 335 Series. Presentados el pasado noviembre con dos modelos iniciales de 180 y 240 GB, a ellos se les une ahora uno más reducido de 80 GB.
Se mantienen las características y especificaciones de los modelos originales. Tasas de 500 y 450 MB/s en lectura y escritura, interfaz SATA 6 Gbps así como por supuesto el mismo formato de 2.5 pulgadas y 9.5 milímetros de grosor. Asimismo se hace uso del controlador SandForce SF-2281 y lo que es más representativo y principal característica de este modelo, la NAND de 20 nanómetros con la que dicen ofrecer un menor consumo energético en todos los sentidos.
Pocas novedades para el Intel SSD 335 de 80 GB que se pondrá a la venta próximamente, y aunque aún no tenemos el precio definitivo sí se estima que estará entre 100 y 120 dólares. Más allá del coste por GB, esto nos lleva a plantear un interesante debate: ¿cuál debería ser la capacidad mínima de los SSD?
Probando un tablet Windows 8 -- cuyo análisis saldrá próximamente -- me he encontrado con el inconveniente de que sólo trae 80 GB de almacenamiento, de los cuales 20 los ocupa el sistema operativo. Unos 60 GB restantes para el usuario, una cifra un tanto escasa en un equipo que sólo cuenta con una unidad de almacenamiento. Algo similar ocurre con la mayoría de portátiles.
La cosa cambia radicalmente en equipos de sobremesa donde podemos instalar varios dispositivos de almacenamiento. En este caso los 80 GB parecen perfectos para albergar el sistema operativo y los principales programas, teniendo otros discos más amplios para guardar información secundaria.
Sobremesa, portátiles y tabletas, todos están recibiendo los SSD con los brazos abiertos. ¿Cuál creéis que debería ser la capacidad 'mínima' de cada uno de ellos? ¿Creéis viable que los ordenadores reciban ampliación, por ejemplo mediante microSD como los teléfonos móviles?
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