'The Last of Us' sigue con su acertada política de distanciarse del argumento del videojuego para ser fiel al espíritu

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Esta semana sí: Neil Druckmann y Craig Mazin, guionistas de la adaptación de 'The Last of Us' que HBO está llevando a cabo han dado un volantazo con respecto a lo que vimos en el videojuego. Una decisión que muchos verán como una provocación gratuita debido al terreno explícito al que lleva algunos temas que en el juego quedaban entre líneas, pero que al final resulta ser acertadísima. Polémica o no, la aparición de Bill y Frank y los flashbacks que explican su historia se han convertido en uno de los mejores momentos de la serie.

En nuestros primeros pasos con la serie enunciábamos nuestro principal temor: que la serie fuera siguiendo los pasos de los juegos con tanta fidelidad que, por una parte, perdiera el factor sorpresa. Per0 sobre todo, y por otra parte, que olvidara que los juegos y las películas / series establecen sus relaciones con el jugador / espectador de forma distinta, y por eso no se deben contar las ficciones empleando las mismas herramientas. Por suerte, nos equivocábamos, y la serie de HBO sabe emplear sus propios métodos.

En el videojuego, una de las primeras paradas que Joel y Ellie hacen en su viaje es en el encuentro con un survivalista, Bill, que vive en una ciudad cercada y llena de trampas. Conversando con él, descubren que tuvo "un compañero", del que se acabó separando. Este compañero, Frank, acabó harto de las reglas y los prejuicios de Bill, robó parte de sus uministros y huyó. Poco después, le mordería un chasqueador y, decidido a no convertirse en un monstruo, se suicidó. Bill, Joel y Ellie encontrarán su cuerpo más adelante.

Nota: Spoilers del episodio a partir de este punto

Las cosas cambian en el tercer episodio de la serie: Bill (Nick Offerman) rescata a Frank (Murray Bartlett) de una de sus trampas y tras una fuerte desconfianza inicial, acaban iniciando una relación íntima, aislados aunque con ocasionales encuentros con Tess y Joel, de quienes se hacen amigos. Esta relación no solo marchará mucho mejor que en el videojuego, sino que Bill y Frank envejecerán juntos, resistirán el ataque de unos furtivos y cuando Frank esté demasiado débil para sobrevivir a un cáncer, se suicidirán a la vez. Joel y Ellie los encuentran muertos en la casa de Bill, junto a una nota para Joel.

¿Y qué importa este cambio?

En una entrevista con Druckmann y Bazin, los creadores de la serie contaron por qué habían decidido dar este giro a la relación de Bill y Frank, más allá de que les apetecía contar una historia positiva en el entorno apocalíptico. El secreto está en la nota que Bill sabe que Joel acabará leyendo: le dice que cuide de Tess, un consejo que, obviamente, no podía saber que llegará tarde. Pero también en la nota le comunica a Joel que ambos tienen algo en común, y es que nunca van a encontrar su lugar en ese mundo en ruinas, salvo por su función: proteger a quienes les importan.

Es decir, esta nota sirve para dar un propósito al personaje de Joel, y convertir su estrecha relación con la muerte hasta ahora (le hemos visto perder a un ser querido  literalmente en cada episodio) en algo que le va a ayudar a seguir adelante, este vez con Ellie como "misión". Es una cuestión que en el juego podemos sentir como "nuestra" dado que vamos controlando a Joel y sentimos como propia la misión de poner a salvo a la joven. En la serie hay que enunciarlo de otro modo, y el paralelismo entre Bill y Joel a través de la nota es muy acertado.

Este par de flashbacks también sirven como declaración de intenciones: el atrevimiento de colocar a dos personajes como centro del episodio, dejando a Ellie y Joel como meros espectadores, más allá incluso de hacer explícita su relación amorosa (un detalle que solo molestará a un tipo de espectadores que HBO, Mazin y Druckmann se pueden arriesgar a perder), es una demostración de fuerza. Los creadores demuestran que no están atados al videojuego original, y que si tiene más sentido hacer que aquí esté muerto un personaje que allí estaba vivo, no hay por qué justificarlo demasiado.

Y por supuesto, todo esto sin monstruos. Salvo un estupendo y fugaz encuentro de Ellie con un chasqueador sepultado bajo unos escombros, HBO sigue reforzando la idea de que los zombis son lo menos interesante de las series de zombis, y los convierte en una amenaza invisible pero constante. Finalmente, queda claro también en esta propuesta que frente a la omnipresencia de los monstruos en el juego, hay otras formas tan estimulantes como aquella de retratar el mundo de 'The Last of Us'.

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