Pasan los años y el petroleo se acaba, y con él, la gasolina. ¿Qué hacer? Ir en bicicleta... o usar hidrógeno en un vehículo.
Ya existen prototipos fabricados y totalmente funcionales y reales, pero también podemos encontrar cosas como el H-Racer, un pequeño coche de carreras de juguete alimentado exclusivamente por hidrógeno. Su montaje (viene en piezas sueltas) es sencillo (tiene un manual de montaje rápido en 10 pasos) tiene un tamaño final de 16x7 centímetros, y si se le suministra el combustible funcionará sin mayor problema.
Y si os preguntais de donde sacar el hidrógeno con el que alimentar al H-Racer, la misma empresa fabricante vende un pequeño tanque que lo fabrica a partir de agua y energía solar. Estará disponible el mes que viene por un precio de 80 dólares.
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