Hace unos días conversaba con un directivo de un fabricante de portátiles sobre el nuevo camino emprendido por Microsoft, que ya no esconde su apuesta por lanzar hardware propio en categorías donde hasta ahora no lo había hecho. Confesaba mi interlocutor que ahora hay cierta desorientación en el “ecosistema”, sobre todo por no saber cuáles son los verdaderos planes de Redmond, “todo depende de a qué precio pongan el Surface”.
Una hipótesis que se barajaba hasta ahora era que Microsoft se metía a fabricante para marcar el listón de exigencia y que por tanto los Surface no tenían la vocación de ser productos de masas y competir con los socios de siempre. Ahora que sabemos el precio me atrevería a asegurar que, si bien Microsoft no ha entrado reventando el mercado con precios de derribo, sí que es competitivo, que va a restar ventas a sus socios y que, por tanto, está en el negocio de la venta de tablets con todas las de la ley.
Frenemies
“Frenemies” es una expresión de moda en el mundo de los negocios y la tecnología en Estados Unidos. Une “amigo” y “enemigo” para intentar describir un tipo de relación entre organizaciones en las que por un lado son socios y se ayuda y por otro son rivales al competir en algún mercado. Es el tipo de vínculo que cabe esperar a los fabricantes de equipos para con Microsoft si quieren seguir utilizando Windows.
Los HP, Lenovo, Sony, Asus, Acer, Toshiba, Fujitsu… están ante un escenario en el que necesitan abordar el escenario abierto en la movilidad, ya sea con tablets, con portátiles convertibles o con smartphones y aquí ven como el socio tradicional con el que deberían ir de la mano ahora es también un competidor. Lo peor no es eso sino que empiece a producirse la desconfianza, ¿con cuánta ventaja parte el equipo de Surface para trabajar con el sistema operativo? ¿cómo sabemos que no hay optimizaciones exclusivas?
Tengamos una relación “abierta”
El mismo directivo me decía hace meses que su entrada en los tablets tenía que hacerse con Windows 8 porque “el ecosistema Microsoft está claro y el de Android no”, haciendo referencia a la compra de Motorola por parte de Google y a que el negocio de Microsoft siempre ha sido el de cobrar por licencias asumiendo que los mercados de consumo masivo demandan soluciones muy variadas, algo que se ha cumplido a rajatabla hasta ahora desde los coches a los PCs.
Nada de eso está tan claro, el cambio de época al que estamos asistiendo con la explosión de la movilidad (por cierto, yo si defiendo que se le llame era post PC, subrayando que esto no quiere decir la desaparición del PC sino su pérdida de protagonismo) que muchas alianzas con lustros de antigüedad se están rompiendo. Hasta el matrimonio Wintel ha pasado a ser una “relación abierta” en la que Microsoft trabaja con ARM e Intel va al móvil soportando Android.
¿Plan B?
¿Tienen los fabricantes un plan B? A corto y medio plazo, no. No tiene un sistema operativo para ordenadores personales ni tienen una solución para tablets que no sea abrazar la opción Android. Está Linux, claro, pero para convencer a los usuarios deberían haber empezado hace años con una apuesta mucho más fuerte. Ahora es tarde para ello y el futuro de los HP, Acer, Dell y compañía pasa porque Windows 8 sea un éxito y consigan competir con las soluciones que Microsoft ponga en el mercado.
Estamos en un punto en el que los próximos meses van a ser decisivos en este delicado equilibrio en que se ha convertido el ecosistema Microsoft. A día de hoy no descartaría nada, ni que Microsoft entrara en móviles (es donde su cuota es muy pequeña, en portátiles se mantiene bien) ni que, si algunos fabricantes consiguen ser relevantes en tablets en poco tiempo con Windows 8, la estrategia Surface pasase a un segundo plano. Lo que tenemos ahora sobre la mesa ahora es una situación impensable hace apenas unos años que, de perseverar, hará que muchos de los socios – los de siempre, los nuevos como Nokia – de Redmond acaben preguntando ¿Por qué?
Antonio Ortiz es cofundador de WeblogsSL, la empresa que hace Xataka y en la que ejerce el cargo de director de Estrategia Online. Escribe habitualmente en su blog Error500 sobre internet y tecnología. Está en Twitter y en Google Plus
Ver 25 comentarios