Ibai Llanos, o cómo el nerd de los esports pasó del nicho a ser uno de los personajes más famosos de internet en España

Ibai Llanos, o cómo el nerd de los esports pasó del nicho a ser uno de los personajes más famosos de internet en España

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Ibai Llanos, o cómo el nerd de los esports pasó del nicho a ser uno de los personajes más famosos de internet en España

En el momento de escribir estas líneas, Ibai Llanos (Bilbao, 1995) tiene un pene de goma -con orificio anal incluido- como foto de perfil en Twitter. Su último tuit dice "djmario eres un hijo de puta y una de las personas más indeseables de este país". El referido ha provocado que Ibai se ponga dicha foto de perfil, víctima de su propio reto en el que desafiaba a que la foto que más "me gusta" lograse entre las que le respondieran a su tuit sería la que se pondría durante veinticuatro horas. Y así lo cumplió. Ibai es una persona, ante todo, peculiar.

Mientras nos espera en la puerta de una cafetería de su ciudad natal juega con el móvil apoyado en una pared. Viste cómodo, sin pretensiones. Cualquiera diría que es un buen chico, de los que se hacen la cama en los hoteles. Tras su cara de no haber roto un plato se esconden un vozarrón y un carisma que calientan a gradas enteras. Ese es su trabajo principal: comentar y narrar partidas de esports para la LVP (Liga de Videojuegos Profesional), con videojuegos que van de League of Legends a Fortnite.

El de los esports es un nicho que crece cada día, pero que todavía no ha perdido su condición de nicho. Ibai lo ha traspasado. Su éxito bien podría considerarse la victoria del nerd, el que ha aprovechado el paso de los videojuegos como un entretenimiento para inadaptados a un fenómeno de masas milmillonario. Un millón de seguidores en Twitter, medio millón en Instagram y un incesante aumento de campañas publicitarias, entrevistas en medios y colaboraciones con celebridades del espectáculo.

Ibai capitanea a una generación sin haberlo planeado.

"Me pasaba las tardes gritando sin ganar dinero"

Cuando Ibai empezó a castear lo hizo por mera diversión. La LVP era una empresa con pocos recursos y las audiencias eran menores que las actuales, pero sobre todo influía el hecho de que las empresas no habían caído todavía en el potencial publicitario de los esports a la hora de plantear patrocinios. Aquello fue en torno a 2012. Un par de años después, todo empezó a cambiar.

Ibai, que se había iniciados en los videojuegos con la PlayStation original, el Tekken 3 y los primeros FIFA, empezó a castear partidas, sobre todo de LoL. Aprovechó su voz grave, el carisma fue moldeándose.

Ibai
Ibai en 2016. Imagen: LVP.

"Yo siempre había sido muy tímido, me daba muchísimo respeto el mundo de Internet. Cuando entré en la LVP no quería tener redes sociales, ni sacarme fotos, y me daba vergüenza salir en cámara". Hoy suena hasta gracioso.

A la hora de castear, los referentes de Ibai eran escasos por una cuestión puramente cronológica: apenas había antecesores en los que fijarse, aunque Ibai destaca a Javier Sanabria, alias Sh4rin. "Él fue el pionero, tenía un estilo muy particular, muy showman". Carente de más referentes en la narración de videojuegos, se quedó con los narradores deportivos. Manolo Lama, Sixto Miguel Serrano, Lalo Alzueta, Andrés Montes. Les imitaba en casa. "Me hacía gracia poner sus tonos de voz", dice.

Sh4rin es una de las personas que mejor ha visto la evolución de Ibai desde mucho antes de que le llegara la fama. "La primera vez que conocí a Ibai fue cuando envió sus audios a los primeros castings de la LVP, junto a Ander. En cuanto lo escuché, supe que ese chico valía. Recuerdo perfectamente la primera vez que comentó en presencial, a mi lado en una Gamergy. Estaba hecho un flan, muy nervioso. Le dije que no se preocupara, que lo iba a hacer muy bien... Y así fue, lo hizo genial".

"Recuerdo la primera vez que Ibai casteó, lo hizo a mi lado. Estaba hecho un flan; yo le decía que no se preocupase, que lo iba a hacer muy bien. Y lo hizo genial"

Aunque Sanabria ya se marchó de la LVP para emprender otros proyectos, sigue muy al tanto del panorama de los esports en España. También de Ibai, claro. "Ibai lo tiene todo. Vocabulario, improvisación, sabe reír, sabe narrar... Tiene buen background deportivo, se nota que le gusta mucho el deporte y eso ayuda mucho. Su crecimiento es consecuencia del trabajo duro, de cómo ha evolucionado en estos años. El All Star fue un punto de inflexión en su carrera y este es un caso de cuando el alumno supera al maestro, sin duda".

Para 2014, cuando la LVP empezó a profesionalizarse, él seguía sin ver esta dedicación como algo profesional. Sus retransmisiones puro hobby. Para su compañero Ander, también. Hoy Ibai se pasea por platós y escenarios comerciales, pero en aquel entonces su realidad tenía menos glamour: casteaba desde casa de sus padres. "Mis padres no entendían nada, pensaban que perdía el tiempo. Me pasaba las tardes gritando sin ganar dinero. Ellos me decían que cómo podía estar haciendo eso sin ganar nada".

En aquella época empezó el hype comercial por los esports y cada vez más empresas se sumaron a patrocinios de eventos y equipos. Algo que transformó la relación de Ibai con la LVP: convirtió aquel hobby en un empleo a tiempo completo y se mudó a Barcelona. "Ahí me ilusioné un poco con lo que podía pasar". Aunque entonces todavía pasaba desapercibido por la calle.

Profesionalización y salto al mainstream

En los años siguientes, ya con un destino más encarrilado -al llegar a la adolescencia empezó a empeorar sus resultados académicos-, empezó a aprovechar su presencia en redes sociales para ir más allá de los videojuegos y comenzó a publicar vídeos de humor, riéndose en primer lugar de sí mismo. Un tono que le hizo multiplicar su alcance en pocos años. El contador de seguidores explotó.

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Lo hizo con mensajes y vídeos en clave de humor, dirigidos a adolescentes y jóvenes. No solamente en cuanto a tono, también en cuanto a contenido. Como los mensajes motivadores para la Selectividad (2018, 2019), o simplemente una autoparodia en torno a la obesidad. Quizás ahí esté una de las claves: enviar mensajes relajados, sin complejos y autoparódicos en una época que baila al son de la perenne demostración de la perfección absoluta en la ventana que es Instagram. Y que de hecho está empezando a dar sus primeros síntomas de agotamiento. El éxito de Ibai también tiene mucho que ver con su momentum.

Ese estilo autoparódico y guasón es parte de un carácter sencillo, o como resume una de las palabras preferidas por el imaginario colectivo español, "campechano".

El aumento de la fama, aunque ha multiplicado su tirón comercial, no le ha salido gratis. En las últimas fiestas de su Bilbao natal salió la primera noche y pasó más tiempo haciéndose fotos con quienes se lo pedían que disfrutando con sus amigos. "Esa noche quizás me hice setecientas u ochocientas fotos, fue a tal nivel que no pude disfrutar de las fiestas", cuenta. "A mí me gusta hacerme fotos porque si alguien me lo pide es porque me admira o le caigo bien, pero por otro lado pienso... wow".

El aumento de la fama también acarrea la pérdida del anonimato, una cuestión con más consecuencias de lo que se puede imaginar

No es un asunto menor. La gran brecha generacional de nuestro tiempo es la ansiedad, y algunos youtubers han tenido que lidiar con ella, así como con la depresión, fruto de lo difícil que puede resultar digerir una gran fama que llega de forma repentina.

"Al día siguiente no salí. Después de lo que pasó el día anterior... les amargaba la fiesta a mis amigos. Me está reconociendo gente que da muestras de cariño y aprecio, es increíble eso. Te emociona. Pero por otro lado piensas que no estás teniendo vida en algún momento. O que no puedes ir a un sitio", explica el caster.

Ibai vive con un perenne gesto de alegre tranquilidad. En un punto de la entrevista, ese ademán se difumina. "El problema es ese, que cuando mucha gente te reconoce, y te exige un nivel de calidad muy alto... A veces te sientes un poco presionado, sobre todo porque tú también tienes tu vida, hay momentos en los que estás mejor, momentos en los que estás peor. [...] Hay muchos factores externos que a nivel personal te influyen. Y hay que tener cuidado, porque puede pasar", dice refiriéndose a posibles consecuencias para la salud mental.

El ASUS ROG Army, un equipo profesional de esports que competía al LoL, tenía su propia psicóloga en plantilla. La amenaza para la estabilidad psíquica es real.

Quemando etapas

Su salto del nicho al mainstream tuvo el año pasado otro punto de inflexión: su salto a la radio tradicional. Onda Vasca, una emisora autonómica, le dio la oportunidad de narrar un Barça-Athletic de la temporada 2017/2018.

No solo no lo hizo nada mal, sino que sirvió para entender nuevamente lo que es Ibai: publicó en su canal de YouTube todo el audio del partido, dejando durante las dos horas de vídeo una foto suya en batín como imagen de fondo. Los estándares habituales en torno al manejo de la presencia online y la marca personal saltan por los aires en cuanto llega Ibai.

"La oportunidad me la dio José Manuel Monje, un periodista muy conocido en Euskadi que cubre al Athletic. Después de una entrevista me ofreció comentar ese partido. Fue una experiencia impresionante. Me encanta la radio y narrar en directo fue increíble", rememora Ibai, que dice haberse sentido muy cómodo, aunque con menos confianza de lo habitual, con aquella experiencia.

Parte de su salto al mainstream se explica en cómo ha gestionado sus redes sociales, llevándolas mucho más allá de los videojuegos

Javier Sanabria, su primer compañero de andanzas y referente en su carrera, corrobora el salto a la fama, y vaticina su futuro. "Ibai ha trascendido, no es famoso únicamente en los esports, es un personaje público ya. Y yo creo que de forma inevitable acabará dedicándose al deporte, que es también su pasión, cumplirá su sueño. Ha cambiado para siempre las narraciones de esports en España y ahora ya puede codearse con los profesionales de las narraciones deportivas sin ningún problema".

Ese salto al mainstream también se explica por su uso de las redes sociales, por cómo -al contrario de lo habitual en la intersección de videojuegos y comunicación- habla de muchos más temas que los videojuegos. Los vídeos sobre la Selectividad antes mencionados son un buen ejemplo. "Decidí abrirme, hablar de más cosas", cuenta.

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Ibai (izquierda) junto a Sh4rin (centro) y Ander (derecha) en 2015, durante el primer League of Legends Championship Series Europe celebrado en Vistalegre (Madrid). Imagen cedida por Sh4rin.

"A mí me gusta hablar incluso de temas más sensibles y polémicos. Me gusta muchísimo el fútbol, el baloncesto, los espectáculos de la televisión... Este tipo de cosas que enganchan a un público mucho más mainstream a mí también me gustan. Mi única pasión no son los videojuegos, de hecho juego mucho menos que antes."

La última gran noticia sobre Ibai vino cuando, unas semanas antes del lanzamiento del FIFA 20, se hizo pública su aparición en él narrando los partidos del modo Volta (fútbol callejero). Grabó las casi 2.000 frases del guión en un par de días, pero no sin algo de miedo.

"Me da mucho respeto y vértigo. Porque si la aceptación es negativa, ya está hecho. No hay manera de volver atrás en el tiempo, yo si me equivoco contigo te puedo pedir perdón y se queda entre nosotros. Pero en algo que lo van a ver millones de personas, si no le gusta a la gente, no se puede hacer otra cosa. Es estar un año con mi voz".

"En algún momento quizás me toque decidir a qué me quiero dedicar, en qué cosas quiero dar un paso atrás, y dedicarme a una sola cosa"

De esas declaraciones se intuye una modestia real en Ibai, más que una falsa humildad. Cuando continúa, reafirma esta percepción: "Yo no tengo confianza absoluta sobre mí mismo, yo no me considero el mejor en lo que hago, no considero que haga un trabajo sobresaliente".

El futuro para Ibai pasa por evitar terminar en la lista de juguetes rotos que nos ha dejado la web 2.0 y sostener su tirón en el tiempo sin caer en el ostracismo. Esto último a día de hoy parece muy complicado. "He vivido tan frenéticamente estos últimos cinco o seis años que ya parece que me he pasado todo. Da la sensación de que ya no me queda nada más, cuando me quedan muchísimas cosas por hacer, por aprender, esto para mí acaba de empezar".

Cuando le preguntamos por si tiene pensado dar un paso atrás y tomar cierta distancia de la fama y el día a día frenético, no lo descarta. "Tengo 24 años. Si tuviese 50 o 60 a lo mejor sí que pensaba en dar un paso atrás. Pero como he vivido tan intensamente, quizás me toca mucho antes decidir a qué me quiero dedicar, en qué cosas quiero dar un paso atrás, y dedicar mi tiempo a una sola cosa. Probablemente llegue un punto en el que tenga que decidirlo y no me veo con 40 años haciendo esto que hago ahora de cuatro viajes por semana, ir de un lado a otro, narrar seis días... Probablemente acabe parando. No lo sé, es un triple al aire porque a lo mejor con cuarenta años me sigue apeteciendo narrar el LoL. Pero lo dudo". El tiempo dirá.

Disclaimer: Ibai está representado por Vizz, la agencia de representación de talentos de Webedia, la empresa propietaria de Xataka.

Imagen destacada | LVP.

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