Antes de despedirse definitivamente, el coloso de los aires quiere hacer su aporte en favor de la sostenibilidad de la aviación comercial, aunque todavía tenemos un largo camino que recorrer para alcanzar ese punto de equilibrio. Un Airbus A380, realizó su primer vuelo con un combustible derivado principalmente de aceite de cocina usado y otras grasas residuales.
Una unidad de prueba del avión más grande del mundo, denominada MSN 1, despegó desde la sede de Airbus situada en Toulouse, Francia, el viernes 25 de marzo. Realizó un vuelo de aproximadamente unas tres horas, operando uno de sus motores originales Rolls-Royce Trent 900 con el combustible sostenible y aterrizó en la misma pista sin inconvenientes.
Un vuelo con combustible sostenible
Airbus explica que para este vuelo, y otro que se hizo el día siguiente, se utilizó combustible sostenible de aviación (SAF, por sus siglas en inglés). En la actualidad, existen diferentes tipos de SAF, pero todos tienen como objetivo, en mayor o menor medida, ser menos perjudiciales para el medio ambiente que los combustibles fósiles tradicionales.
El proveedor de SAF del fabricante europeo de aviones es TotalEnergies, que fabrica en Normandía combustible a base de ésteres hidroprocesados y ácidos grasos (HEFA), libres de aromáticos y azufre. En otras palabras, aceite como el que utilizamos en nuestras cocinas, usado, y otras grasas residuales que, de no tener este fin, hubieran ido a parar a la basura.
Como mencionamos arriba, el Airbus A380 de la prueba utilizó sus motores originales. Esto ha sido posible gracias a que este tipo de combustibles está diseñado para funcionar con los sistemas turbofán de las aeronaves actuales, aunque se está comprobando su rendimiento y seguridad con diversas pruebas.
Anteriormente, Airbus probó dos de sus otros modelos con SAF. En marzo de 2021 lo hizo con un A350 y en octubre de 2021 con un A319neo. La firma busca lograr una certificación para poder utilizar un 100% de combustible sostenible en sus aviones a finales de esta década y el primer avión de cero emisiones para el mercado en 2035.
El avión, el medio de transporte que más contamina
Según la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), un avión con 88 pasajeros emite una media de 285 gramos de CO2 por pasajero y kilómetro. Bajo los mismo parámetros, esto es mucho más de los 14 gramos de CO2 que emiten un tren con 156 pasajeros. Ante este panorama, se busca reducir el impacto medioambiental que produce la aviación comercial, con algunas soluciones más viables que otras.
Los aviones eléctricos, a pesar de que el Spirit of Innovation de Roll-Royce alcanza velocidades de vértigo y otros proyectos parece prometedores, siguen sin ser una opción para suplir las necesidades de la aviación comercial en el corto plazo. Ideas como viajar por los aires utilizando energía solar, como lo hace el Solar Impulse II, también quedan fuera de esta ecuación.
Entonces... ¿qué alternativas tenemos para alcanzar la neutralidad de carbono en esta industria? Aquí es precisamente donde entran en juego los aviones con combustibles sostenibles. Los SAF actualmente pueden reducir emisiones de gases de efecto invernadero entre un 50 y un 60%. Y la industria del transporte aéreo se ha comprometido ante la OACI a invertir en el desarrollo de estas alternativas para mejorarla.
Sin embargo, la industria también puede sorprender con maniobras drásticas y contraproducentes para el medio ambiente. Basta recodar lo que ocurrió durante gran parte del pandemia, donde muchas aerolíneas volaban aviones vacíos, gastando combustible y contaminando, para no perder su plaza en los aeropuertos.
Ver 21 comentarios