Un puñado de palabras escogidas con muy poco acierto pueden dar al traste con una carrera prometedora. Sin entrar en valoraciones éticas acerca de lo que se viene conociendo como "cultura de la cancelación", lo cierto es que vivimos tiempos en los que no todo el mundo mide igual de bien el alcance de las redes sociales. La última en comprobarlo: Gina Carano, despedida de 'The Mandalorian' en 2021. Y su polémica con Disney va a ser aprovechada por un invitado inesperado: Elon Musk.
El tuit de la discordia. Ese año, Carano posteó unos controvertidos mensajes en Instagram, donde comporaba a los ciudadanos afines al Partido Republicano con los judíos perseguidos por los nazis. Decía: "Los judíos eran golpeados en las calles, no por soldados nazis, sino por sus vecinos... incluso por niños. (...) La mayoría de la gente hoy en día no se da cuenta de que para llegar al punto en que los soldados nazis podían acorralar fácilmente a miles de judíos, el gobierno primero hizo que sus propios vecinos los odiaran simplemente por ser judíos. En qué se diferencia eso de odiar a alguien por sus opiniones políticas".
No paró. A este controvertido post se sumó una historia en la que se veía a una persona con varias mascarillas higiénicas en la cara y la leyenda "Mientras tanto en California...", usando así la pandemia como arma política arrojadiza (Carano se había posicionado en numerosas ocasiones como antivacunas). Carano había abrazado en los últimos tiempos unos cuantos posts de la derecha y ultraderecha norteamericana, defendiendo la teoría de que Jeffrey Epstein no se había suicidado, o burlándose de los pronombres neutros.
La reacción de Disney. Unos días después, Disney emitía un comunicado en el que se hacía oficial el despido de Carano de 'The Mandalorian', la serie en la que daba vida a Cara Dune, una antigua Rebelde que se había convertido en Marshall en la Nueva República. Indirectamente, nunca más se supode la serie que podría haber coprotagonizado, 'Rangers of the New Republic'. "Sus publicaciones en las redes sociales denigrando a las personas en función de sus identidades culturales y religiosas son aborrecibles e inaceptables", decía el comunicado.
Entra Elon. Gina Carano ha demandado a Disney y Lucasfilm a través de la corte federal de California, alegando despido ilegal y discriminación, y exige a Lucasfilm que vuelva a contratarla y que le pague 75.000 dólares en daños. Cubriendo los gastos de la demanda está Elon Musk, que cumple así su promesa de respaldar las acciones legales que emprenda gente discriminada por postear en Twitter. Empieza su campaña con cierto despiste, porque los posts de Carano se produjeron en Instagram.
Musk vs. Disney. Más allá de su extraña defensa de la libertad de expresión (que guió su llegada a Twitter y, esencialmente, convirtió la red social en un marasmo de trolls, spammers y nazis), la guerra entre Musk y Disney viene de largo. Todo arrancó cuando Musk tuiteó que existían "comunidades judías que fomentan el odio contra los blancos". Aunque se retractó más tarde de sus palabras, la fuga de anunciantes fue considerable. Uno de los principales fue Disney. El pataleo posterior de Musk se tradujo en la eliminación de la app de Disney+ de los Tesla.
Políticas de inclusión. Y la demanda de Carano no parece marcar el final de estos ataques de Musk a Disney. Hoy mismo Musk ha publicado en X un supuesto documento interno de Disney que desvela sus estándares de inclusión, y que él define como "sexismo y racismo institucionalizados". Según el documento, una obra cinematográfica o televisiva debe tener el 50% o más de sus personajes principales pertenecientes a "grupos infrarrepresentados", y lo mismo se aplica a productores, guionistas, directores de casting y empleados de menor rango. Musk ha reiterado que "si fuiste discriminado por Disney o sus subsidiarias (ABC, ESPN, Marvel, etc.), simplemente responde a esta publicación y recibirás apoyo legal".
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