Pesa apenas 12 gramos, es del tamaño de un canario o gorrión pero es capaz de realizar uno de los viajes más asombrosos del reino animal: del este de Canadá y nueva Inglaterra en EEUU hasta Cuba, Puerto Rico o incluso Colombia y Venezuela.
Ese recorrido de la reinita estriada es de casi 3.000 kilómetros y lo realiza sin paradas (transcurre en su mayoría por el océano Atlántico) y menos de 3 días. Este gran viaje desde la zona de cría hasta la de hibernacióninvernada ya se conocía, pero no ha sido hasta ahora que, con ayuda de sensores colocados en las aves, se ha conseguido medir esta hazaña en toda regla.
Geolocalizadores para seguir su migración
El equipo de William DeLuca de la Universidad de Massachusetts colocó en la espalda de varias decenas de estas aves un pequeño dispositivo geolocalizador de menos de 1 gramo de peso y corroboraron que ese gran vuelo por el océano lo realizaban si paradas y en apenas 2-3 días.
La ruta de migración hacia el lugar de invernada lo realizaron de un tirón gracias a las reservas de energía que acumulaban y que de hecho les hacía aumentar en casi un 50% su peso habitual de 12 gramos. De ahí la elección del vuelo por encima del océano, más directo y sobre el papel menos arriesgado. Durante ese vuelo de ida su organismo, según DeLuca, se concentra exclusivamente en optimizar su vuelo y orientarse.
Sin embargo, el regreso a la zona de cría tras varios meses fue por una ruta diferente que sí que incluía tramos terrestres para poder realizar paradas debido a que su capacidad para volar largas distancias sin detenerse ya estaba limitada por la ausencia de las reservas de grasa que sí había conseguido acumular antes de la ida.
Imagen | Greg Lasley | Vermon Center.
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