Tu viejo portátil puede tener una nueva vida: Chrome OS Flex o una distro Linux ligera son grandes opciones para ello

  • El sistema operativo de Google es desde hace meses compatible con otros equipos que no son Chromebooks

  • Pero para quienes prefieran librarse de la recolección de datos de la compañía, una distro Linux ligera es también una gran alternativa

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Si tienes un PC o un portátil cogiendo polvo y quieres recuperarlo, hay dos buenas formas de hacerlo. La primera pasa por sustituir su viejo disco duro por una unidad SSD: ya solo con eso le darás nueva vida uses el sistema operativo que uses.

Pero también es cierto que los sistemas operativos modernos pueden ser un poco glotones en materia de memoria y recursos, y ahí es donde entran las alternativas ligeras, precisamente pensadas para que esos ordenadores algo más modestos puedan seguir siendo útiles.

Chrome OS Flex convierte tu viejo portátil (casi) en un Chromebook

Una de esas alternativas es Chrome OS Flex, una versión especial del sistema operativo Chrome OS de Google que está solo disponible en equipos específicos —los Chromebooks, esencialmente—, pero que desde hace unos meses cuenta con esa iteración "libre" que puede instalarse en otras configuraciones.

Gen1 Copia 2

Como señalan nuestros compañeros de Genbeta, Chrome OS Flex es una solución muy interesante para darle nueva vida a viejos equipos modestos. El sistema operativo es gratuito y como ocurre con Chrome OS está pensado para ser aprovechado con el navegador como protagonista absoluto de la experiencia.

Aunque Google tiene una lista de modelos certificados compatibles con Chrome OS Flex, es muy probable que si vuestro equipo cumple una serie de requisitos mínimos —CPU Intel o AMD x86-64 posterior a 2010, 4 GB de RAM, 16 GB de almacenamiento—, podáis instalar y usar este sistema opeartivo.

El proceso de instalación es sencillo —crear un USB y luego iniciar el equipo para que arranque con él—, y el resultado es el de contar con un equipo que es muy parecido (pero no igual) a lo que tendríamos con un Chromebook convencional, pero en el que eso sí, no podremos contar con apps para Android ni Google Play, tampoco con las máquinas virtuales de Parallels Desktop que sí funcionan en Chrome OS.

En lo demás, eso sí, podremos contar con las ventajas de este sistema operativo, que aunque permite trabajar offline centra muchas de sus opciones en la nube. Estamos ante un sistema operativo ligero y muy adecuado para darle nueva vida a nuestro equipo, y quienes lo prueban suelen estar muy satisfechos porque todo parece ir muy rápido y la autonomía de la batería gana muchos enteros.

Sin embargo, puede que algunos no estén del todo cómodos tratándose de un desarrollo de Google, una empresa a la que como sabemos le gusta recolectar datos de nuestra actividad y que también lo hace —lo explican ellos mismos— cuando usamos Chrome OS Flex.

Linux al rescate

Si estáis en ese grupo, la alternativa obvia es instalar una distribución Linux "ligera". Este sistema operativo cuenta con cientos de variantes —277 activas, según DistroWatch—, pero hay un subconjunto de ellas especialmente orientadas a equipos viejos o modestos y que permiten disfrutar de las ventajas de Linux en tus viejos PCs y portátiles.

Por supuesto es posible acudir a cualquiera de las distros populares —Ubuntu, LinuxMint, Fedora, openSUSE, Manjaro, etc— y elegir en ellas entornos de escritorio más ligeros o eliminar componentes, pero como decimos hay distribuciones que suelen estar pensadas para equipos con prestaciones modestas.

Entre ellas destacan antiX, Puppy Linux, LXLE Linux, Bodhi Linux, Artix Linux, Void Linux, Lubuntu o Devuan. Hay más, desde luego, pero estas son buenos ejemplos de enfoques especialmente ligeros y que tratan de centrarse en aprovechar al máximo las virtudes de Linux en equipos modestos.

Usan gestores de ventanas o entornos de escritorio minimalistas y ligeros, eliminan componentes pesados —aunque luego cualquiera puede instalarlos— y permiten estar muy tranquilos en el ámbito de la recolección de datos porque estamos ante distribuciones Linux que siguen la filosofía Open Source.

Tanto en uno como en otro caso, una cosa es cierta: darle vida a un viejo portátil o PC es más fácil de lo que parece. No podremos probablemente trabajar con tareas muy pesadas o exigentes, pero desde luego sí serán muy útiles como máquinas por ejemplo para tareas ofimáticas y de navegación modestas. Sin duda, una buena forma de reaprovechar esos viejos equipos que parecía que no servían ya para nada.

Imagen | Howard Bouchevereau

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