Dell siempre se ha caracterizado por ser una empresa con un sistema de venta de ordenadores distinto a las demás, centrado en la venta a través de Internet y por teléfono, y permitiendo a los usuarios personalizar fuertemente sus equipos.
Pero sus formas de venta están cambiando. Se quieren centrar muchos más en la venta en tiendas físicas, no propias sino de distribuidores, como Walmart en EEUU o Carrefour en España. Esto representará, además, reducir el nivel de personalización de los ordenadores, aunque aumentando la cantidad de modelos "fabricados en serie", lo cual les permitirá externalizar parte de su fabricación.
Estas medidas pretenden conseguir un ahorro importante en la empresa, que recientemente despidió a una parte de sus trabajadores, y que necesita ajustar costes para competir en un mercado cada día más saturado y en el que es más difícil competir, como es el caso del de los ordenadores.
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