Año nuevo, tele nueva. Si has tomado la decisión de que ya es hora de probar esas tecnologías de las que se lleva un tiempo hablando, como Dolby Atmos o Dolby Vision, aquí tienes una amplia guía para revisar hasta el más mínimo detalle y ayudarte con tu elección.
Comprar un televisor nuevo puede ser una experiencia difícil entre tanta especificación y sigla. Con estos consejos sencillos, acertarás seguro.
Primeros pasos: apuntes a evitar
Y para poder acertar, primero hay que saber descartar. ¿Cómo? Siguiendo estas bases.
- Olvidémonos de los 1.080p o FullHD. Estamos en 2024, no podemos esperar menos de un panel que sea de resolución 4K, excepto que vayamos a adquirir un monitor sencillo de 32 pulgadas o menos.
- Olvidémonos también del 8K. En la actualidad, el contenido va detrás de la innovación tecnológica y existen muy pocos contenidos y canales en 8K. No en vano, solo 11 canales de la TDT española emiten en 4K.
- Si es posible, apuesta por televisores con una frecuencia de actualización de 120Hz, incluso con el modo gaming de 144Hz de algunos televisores como el Hisense U7K. A cambio, todo se verá mucho más fluido, desde películas y programas hasta eventos deportivos o videojuegos.
- Mira con lupa un panel compatible con HDR. Es decir, con el alto rango dinámico. Los estándares más avanzados son son HDR10+ o Dolby Vision IQ —televisores como Hisense U7K o el E7K Pro son compatibles con ambos—. Aunque no es imprescindible que lo sea, solo así aprovecharás todas las innovaciones tecnológicas.
- Fíjate en la tecnología del panel e ignora el viejo LCD. Los televisores QLED de Hisense son muy económicos y los últimos Mini-LED ULED también son lo suficientemente asequibles como para que te olvides de una tecnología del pasado.
- Ojo a las conexiones: cuantos más puertos HDMI, mejor. Y si el dispositivo cuenta con (al menos) una entrada HDMI 2.1, mucho mejor, ya que podrás disfrutar de un enorme ancho de banda de hasta 48 Gbps.
- No te preocupes por el audio. Si sientes que no está a la altura, una simple barra de sonido es el complemento ideal para vitaminar estos delgadísimos paneles.
- Planifica de manera coherente tu presupuesto. Si dispones de 2.000 euros para gastar, olvídate de las garantías extendidas y otros suplementos y céntrate en el mejor panel posible.
Tamaño de pantalla: en el equilibrio está el gusto
Comencemos por la elección original: el tamaño. ¿Cuántas personas suelen ver la tele, solo tú o tu familia? ¿Irá montado en el mueble del salón, a unos 2 metros de altura o sobre un soporte VESA al lado de la cama de tu dormitorio? Responderte a estas preguntas es capital para elegir el tamaño. El punto ideal a día de hoy suele estar entre 55 y 65 pulgadas, pero también puedes considerar un panel de 75 pulgadas si dispones de espacio para él.
El punto ideal a día de hoy suele estar entre 55 y 65 pulgadas, pero también puedes considerar un panel de 75 pulgadas si dispones de espacio para él
Además de otros muchos modelos, el Hisense U7K es un televisor Mini-LED disponible en tres modelo de 55, 65, 75 y 100 pulgadas, y el E7K Pro, el QLED por antonomasia, está disponible en tres tipos de pulgada, desde los 55 hasta los 75 pulgadas.
En conclusión, depende del espacio que tengas en tu habitación. Si montas una tele demasiado pequeña y estás demasiado alejado, forzarás tu vista para leer el texto de los subtítulos. Si montas una gigante y estás demasiado cerca, te sentirás más fatigado: en el equilibrio está el gusto. Así que no olvides medir: 55 pulgadas equivalen a una longitud de 140 centímetros de esquina a esquina. 65 pulgadas equivalen a 165 centímetros.
Resolución: ¿cuántas "K" son suficientes?
Hablemos de densidad de píxeles. La variable es sencilla: cuantos más, mejor, ya que verás imágenes más ricas en matices, realistas y nítidas. Un televisor FullHD cuenta con 1.920 píxeles de largo por 1.080 píxeles de ancho. Sobre un panel de 65 pulgadas, estos dos millones y pico de píxeles suelen ser insuficientes.
Muy poquitas películas están disponibles en calidad 8K. Sin embargo, todas las plataformas actuales ofrecen contenido en 4K
QHD ya eleva la fórmula a 2.560 x 1.440 píxeles y el estándar Ultra HD, el 4K, asciende hasta los 3.840 x 2.160 píxeles. Y todavía podríamos hablar del 8K, representado en 7.680 píxeles de largo por 4.320 píxeles de ancho. A priori, el QHD es suficiente y el UHD es el punto dulce que más beneficios aporta sin sacrificar demasiado el bolsillo.
Además, apostando por esta tecnología disfrutarás de los muchos Blu-ray en calidad Ultra que puedes encontrar en cualquier tienda.
Muy poquitas películas están disponibles en calidad 8K. Sin embargo, todas las plataformas actuales ofrecen contenido en 4K: HBO Max, Disney+, Netflix o Amazon Prime Video. La elección está clara.
HDR: imprescindible, pero ¿qué estándar?
Cuantas más compatibilidades, mejor, pero no a cualquier precio. HDR son las siglas de un gigante ecosistema. El alto rango dinámico ofrece más colores, más niveles de contraste y mayor brillo. Pero el mercado ha ido evolucionando. Según la UHD Alliance, el estándar actual más popular se denomina HDR10. Así que ese es el mínimo al que debes aspirar.
Y ojo, si es compatible con HDR 10+, mejor, ya que hablamos de una evolución importante porque los metadatos de cada imagen se ajustan en tiempo real para adaptarse a cada escena individualmente, y no por subconjuntos.
Y todavía quedan un par de estándares: HLG y Dolby Vision (y Dolby Vision IQ, su última iteración). El mercado presenta cada mes nuevas series bajo estos perfiles. El Hisense U7K es un peso pesado, un televisor compatible con Dolby Vision IQ, además de HDR 10+ Adaptative. Y hoy día, servicios como Apple TV+ ya ofrecen miles de contenidos bajo estos estándares.
Frecuencia de actualización: mejor a mayor velocidad
De igual manera, la frecuencia de actualización define la forma en la que vemos las imágenes. Expresada en Hercios (Hz), esta medición marca la diferencia entre imágenes nítidas o borrosas. 60 Hz significa sesenta cambios por segundo. 120 Hz, el doble —es el nuevo estándar, el más recomendado—. Sin embargo, algunos televisores son capaces de ofrecer tasas de refresco de hasta 144 Hz y 240 Hz (en modo juego), orientados específicamente para escenas especialmente rápidas, como cine o videojuegos de acción.
Aquellos televisores con tasas de refresco de hasta 144 Hz y 240 Hz están orientados al disfrute de escenas especialmente rápidas, como las que ofrecen el cine o los videojuegos de acción
Aquí entra en juego el VRR (Tasa de Refresco Variable, en español), la tecnología que permite que el monitor o la TV adapten su tasa de refresco a los fotogramas por segundo (FPS) de otro sistema emisor, como una consola. Gracias a esta tecnología, se reduce o elimina por completo el retraso, el tartamudeo y el desgarro de las imágenes rápidas, logrando una mejora evidente de fluidez.
Y esto es esencial en juego con tasas de FPS variables, ya que se compensa este desbalance. Las consolas de última generación (PS5 y Xbox Series X) son compatibles, así que solo tienes que comprobar que también lo sea el televisor. Y tanto el QLED E7K Pro como el televisor Hisense Mini-LED U7K cuentan con un modo gaming que activa automáticamente la frecuencia 144Hz y el VRR para que puedas jugar con las máximas garantías a precios competitivos.
HDMI y conexiones: cuantas más, mejor
Y lo mismo podríamos decir de las conexiones: cuantas más haya, mejor. Pero no cualquier conexión servirá para tus propósitos. De hecho, aunque los puertos HDMI 2.0 admiten contenido en calidad UltraHD, la mayoría de beneficios solo pueden disfrutarse mediante un puerto HDMI 2.1 compatible con eARC.
Aparte de los habituales HDMI, nunca está de más tener un par de USB, para conectar otros dispositivos como discos duros o un Chromecast —incluso podrías cargar el móvil a través de él—; entrada de auriculares, de la que puedes sacar unos altavoces cableados; o la siempre agradecida entrada óptica para los audiófilos. Y si bien casi cualquier usuario con tres puertos HDMI tendrá suficiente, los más “cacharreros” agradecerán algún puerto extra.
Tipos de tecnología: LED, OLED, QLED y Mini-LED
Pero hasta ahora hemos hablado de modelos, de tecnologías como QLED o Mini-LED, sin distinguirlas correctamente. ¿Qué significan estas siglas? Hagamos un resumen breve:
- LED: El estándar más común, casi sustituido por LCD, el verdadero nombre de este tipo de panel. Los LED son los diodos emisores de luz (LED) que retroiluminan la pantalla y, si bien son capaces de iluminar grandes paneles por un coste bajo, suelen lavar el color cuando los observamos desde ángulos laterales y no logran un control de luz tan exhaustivo como los últimos paneles con retroiluminación FALD.
- OLED: Sustituimos la retroiluminación por diodos orgánicos emisores de luz (OLED), un material orgánico que no depende de fuentes de luz externa. Esto da lugar a pantallas más delgadas, al necesitar menos “capas”, a negros de contraste infinito —el color negro no se disimula, sino que los diodos se apagan directamente— y a un gran perfil HDR.
- QLED: Recurre a puntos cuánticos (partículas nanométricas) para lograr unos resultados cercanos al OLED siendo, en esencial, un panel LED. Estas partículas son en realidad diminutos cristales proyectados sobre un panel. Y tienen la facultad de filtrar la luz y convertirla en los colores primarios (rojo, verde y azul), dependiendo del tamaño de cada uno.
- Mini-LED ULED: Es un estándar híbrido, un salto de gigante frente al LED y el QLED. Las pantallas ULED incorporan tecnologías como el Ultra Local Dimming, que controla la retroiluminación de forma más precisa, y el Ultra Motion Rate, que mejora la fluidez del movimiento, manejando cientos o incluso miles de zonas de atenuación para un control muy preciso del brillo y el contraste, evitando de paso el efecto halo o las fugas de luz de los LED convencionales. Por otro lado, son mas económicos que los OLED.
Cuán “smart” debe ser tu smart TV
Hoy día, cualquier televisor cuenta con un microprocesador en su interior, con una CPU encargada de procesar la imagen y los miles de metadatos asociados. Pero además de todo este aspecto físico, debemos recordar el virtual: las teles utilizan sistemas operativos para simplificar sus muchas funciones, sus ajustes y su navegación entre apps. Google provee Android TV y otras marcas recurren a Roku para después personalizar la propia capa de la interfaz.
Al margen de ofrecer todo tipo de plataformas de streaming, decimos que una tele es inteligente cuando posee una serie de mejoras concretas, como un mando a distancia, compatibilidad con asistentes como Alexa o Siri y compatibilidad con distintos modos de cine, gaming, alertas deportivas o aplicaciones de streaming, gestionando el control del ancho de banda, la memoria disponible y protegiendo al usuario mediante contraseñas y otras herramientas de ciberseguridad.
El sistema operativo VIDAA que incluyen los televisores de Hisense cuenta con un asistente de voz que permite buscar el nombre de una película para que localice en qué plataforma está disponible
Los televisores Hisense recurren a las versiones 6 y 7 del sistema operativo VIDAA, una capa de personalización similar a la de cualquier televisor Android con algunas mejoras en la velocidad y el rendimiento.
Con una interfaz de usuario muy sencilla y fácil de utilizar, este sistema operativo cuenta con un sistema de voz en más de 22 idiomas y lleva integradas aplicaciones como Disney+, Netflix, YouTube o Amazon Prime Video, de manera que si simplemente buscas el nombre de la peli, el servicio localizará el contenido y te dirá en qué plataforma está. También puedes crear alertas para que te avise cuando se juega un partido de tu equipo favorito.
La salida de audio: ¿nativo… o colaborativo?
Y aunque ya estamos terminando con nuestra guía, no podemos obviar otro aspecto fundamental: el sonido. Este es el talón de Aquiles de algunos televisores por una cuestión obvia: los diseños, cada vez más delgados y estilizados de los televisores, no permiten espacio para una gran caja acústica que muestre un audio balanceado y rico en matices. Pero esto es fácil de arreglar, recurriendo a una barra de sonido.
Antaño era necesario instalar un home cinema con varios metros de cable saliendo por las paredes para alimentar el sistema de altavoces. Hoy, gracias a los nuevos protocolos de audio envolvente basado en objetos, ni necesitas de un gran sistema de altavoces satélite ni recurrir a los cables para todo, gracias a la conectividad Bluetooth de alta velocidad y al WiFi de doble banda. Por supuesto, si tu presupuesto no llega para una de estas barras, siempre puedes recurrir a los auriculares.
Además de crear una sensación envolvente, la compatibilidad con Dolby Atmos permite que el televisor reconozca lo que estás escuchando, priorizando, por ejemplo, las voces o la música
El Hisense U7K viene equipado con un sistema de audio 2.1 de 40W capaz de crear una sensación envolvente gracias a su total compatibilidad con Dolby Atmos, el último estándar de los laboratorios Dolby. Pero es que, además, también reconoce el perfil de audio que estás escuchando, priorizando las voces o la música dependiendo de si estás viendo las noticias o algo tan épico como la trilogía de El Señor de los Anillos.
El QLED E7K Pro tampoco se queda atrás y también ofrece compatibilidad con Dolby Atmos. Pero lo mejor de ambos modelos reside en su total conectividad con distintas barras de sonido a través de las que puedes sacar todo el potencial. Por muy poco, puedes emular el sonido envolvente de un sistema 5.1 o 7.1 simplemente con una barra y el puerto HDMI con capacidad de canal de retorno de audio (ARC), cuyo ancho de banda permite usar el HDMI como entrada y salida prioritaria de audio, sin compresión.
Y siempre, siempre, pagando lo justo
Todo lo anterior podríamos resumirlo en observar bien los detalles, conexiones y en elegir la tecnología que mejor se apdate a tus gustos: un panel QLED es más que suficiente para ver partidos y las noticias, mientras que un Mini-LED ULED te ofrecerá una representación más fidedignas de los perfiles de color en películas y videojuegos.
Pero sabemos que comprar un televisor implica un desembolso que no se puede tomar a la ligera. Las teles nunca han sido más completas y versátiles que en la actualidad, pudiendo incluso hacer streamcast de lo que ves en tu móvil o sirviendo como pequeños asistentes virtuales, pero nunca recomendaríamos pagar por simplemente tener lo mejor y no aprovecharlo. Hisense es una marca concienciada con esta idea y ofrece las últimas innovaciones de la industria bajo presupuestos adecuados a las expectativas.
En resumen, elige bajo tus propias necesidades y disfruta de avances como el HDR10+, las mejores velocidades de refresco, conexiones, tecnología como MiniLED y sácale partido basándote en tus gustos —juegos, cine, deportes, series…—. Hisense fabrica sus propios paneles y lleva años del lado de los productores, por eso puede brindar innovaciones en QLED, Dolby Vision o Dolby Atmos por menos coste, enfocándose en la gama media y la alta eficiencia para toda la familia, así que su relación calidad-precio está garantizada. No fallarás.
Imágenes | Hisense
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