Tesla sabe que muchos de sus conductores le "engañan" para desentenderse de conducir. Y ya tiene solución

Tesla sabe que muchos de sus conductores le "engañan" para desentenderse de conducir. Y ya tiene solución
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La conducción autónoma es para Tesla como ese hijo adolescente que da muchos problemas pero, en el fondo, lo quieres. Es, al mismo tiempo, una de las piedras angulares sobre las que se puede sustentar su futuro y un dolor de cabeza constante, de esos que no desaparece.

Autónomo. Desde que anunciara sus sistemas de conducción semiautónoma, Tesla ha optado por una agresiva campaña con declaraciones de Elon Musk en las que se aseguraba que la conducción completamente autónoma estaban siempre a la vuelta de la esquina.

No hay más que leer el artículo que mi compañero Raúl Álvarez escribió en 2019 sobre los nuevos chips que permitirían lanzar el Full Self-Driving (FSD, el sistema más avanzado de la firma). En él recogía unas declaraciones de Elon Musk, quien aseguraba que a finales de ese año conseguirían la "autonomía total" y que sería posible "conducir automáticamente en las calles de la ciudad" y "reconocer y responder a los semáforos y las señales de alto".

Problemas. Desde entonces, los problemas se han ido sucediendo para Tesla. Los errores en sus sistemas han provocado que cada nueva noticia de un vehículo con el Autopilot activado (el servicio de conducción semiautónoma y menos avanzado que el FSD) multiplicara los titulares.

Las dudas que ha levantado el Autopilot han sido recurrentes. El último caso lo hemos vivido hace sólo unas semanas. La compañía fue acusada de que sus sistemas fallaron en un accidente en China que provocó el fallecimiento de dos personas, pero la compañía ha salido a desmentir la información, asegurando que el accidente fue provocado por el conductor.

Es el más reciente, pero no es el único. Los frenazos fantasma han sido la comidilla en los últimos meses y se ha puesto en duda la decisión de eliminar los radares y sensores de sus vehículos, apostándolo todo por las cámaras.

Responsabilidad. Frente a los accidentes, Tesla se ha exculpado siempre asegurando que sus sistemas de conducción semiautónoma no garantizan unos niveles de automatismo que permitan al conductor desentenderse por completo de la conducción. Es decir, aunque no lo aclaran, los vehículos Tesla no alcanzan el nivel 3 de autonomía.

No tiene el mismo punto de vista la NHTSA (la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras de Estados Unidos, por sus siglas en inglés). El organismo ha apuntado a Tesla y a otros fabricantes asegurando que sus comunicados y sus campañas publicitarias dan a entender que sus vehículos alcanzan niveles de autonomía superiores a los que tienen realmente y, por tanto, los conductores se relajan y aumentan los riesgos en carretera.

Actualizaciones. Pero aunque las declaraciones de la NHTSA han sido duras, Elon Musk ha llegado a reírse de las opiniones del organismo, a los que ha calificado de "fun police" (policía divertida). Y es que en Tesla saben que una parte de su público está de su parte. De hecho, los usuarios de su FSD que llevan tres años escuchando que la conducción autónoma completa está muy cerca de llegar, no sólo pagan casi 300 dólares al mes por este servicio, también funcionan como los beta testers de la marca.

Los datos recopilados por estas personas sirven a Tesla para ir puliendo sus sistemas de conducción semiautónoma y de hecho ya ha sucedido en más de una ocasión que la marca haya dado marcha atrás al lanzamiento de nuevas versiones a través de actualizaciones remotas. Con la última actualización, llegan cambios importantes.

¡Queremos que estés atento! Pese a las advertencias que la propia página web hace en sus canales oficiales y que Tesla recalca que los conductores deben permanecer atentos a lo que sucede, tampoco es complicado encontrar en redes sociales a conductores que se desentienden por completo de la conducción.

Algunos de ellos y hasta Consumer Reports, encargada de la defensa de los consumidores en Estados Unidos, han demostrado que es sencillo engañar a los detectores de atención de la marca. Ahora la compañía ha encontrado la manera de impedir que esto suceda. Con su última actualización han conseguido que el sistema pueda detectar algunos de los trucos utilizados y que, incluso, el sistema desactive las ayudas en caso de que el conductor no se mantenga atento.

La del palillo. La mayor parte de los sistemas de detección de atención o de fatiga (ya obligatorios de serie en Europa) son capaces de saber is el conductor mantiene sus ojos sobre la carretera. Sin embargo, esto no sucede con los mecanismos de Tesla, que se basan en la presión que se ejerce en el volante.

Por tanto, engañar al sistema era tan sencillo como incorporar peso sobre el mismo. Una idea tan sencilla como quienes ponían un palillo en el enganche del cinturón para engañar al coche y hacerlo creer que lo llevaban puesto. Con la nueva actualización, Tesla quiere que esto cambie.

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