Renfe sabe que hay gente abusando del abono gratuito y reservando asientos vacíos: así quiere evitarlo

Renfe sabe que hay gente abusando del abono gratuito y reservando asientos vacíos: así quiere evitarlo
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Adiós picaresca. Para evitar que los abonos gratuitos para ferrocarriles acaben derivando en vagones vacíos y pasajeros cabreados, precisamente todo lo contrario a lo que buscaba al repartirlos, Renfe pretende ponérselo más difícil a los viajeros que están abusando del sistema de reservas. ¿Cómo? Estableciendo ciertos límites al número de formalizaciones que puede hacer un usuario.

Repasemos qué ha decidido… Y por qué lo ha decidido.

¿Gratis, he oído gratis? Visto lo visto parece que esa es la pregunta que se ha hecho más de un usuario de Renfe. Hace semanas la operadora ferroviaria activó un sistema de abonos gratuitos para viajeros frecuentes y ciertos servicios como los Cercanías, Rodalies y Media Distancia, además de descuentos importantes en Avant. La idea estaba clara: fomentar el uso del transporte ferroviario.

Para quienes se dan de alta el sistema es relativamente sencillo. Tanto, que algunos usuarios —no pocos, a tenor de los datos de la propia operadora y las quejas en redes— han optado por abusar de él para su beneficio propio. Lo hacen de una forma tan sencilla y cómoda como dañina para el resto de viajeros: dado que no se aplican penalizaciones, reservan todos los asientos que les permite la app para asegurarse plaza a diferentes horas y luego usan la que más les conviene. ¿Problema? Que al actuar de esa forma bloquean asientos que podrían utilizar otros pasajeros.

Bueno, ¿a quién hace daño un poco de pillería? Pues a más gente de la que cabría pensar. La operadora ha reconocido a Europa Press que se están quedando sin utilizar entre el 10 y 15% de las formalizaciones de billetes en Galicia. Quizás no parezca un porcentaje exagerado, pero viene bien recordar que, al menos en Galicia, desde que se aplican los abonos Renfe ha desplegado toda la maquinaria de la que disponía, con refuerzos en el Eje Atlántico que conecta A Coruña con Vigo y el corredor Ourense-Santiago de Compostela. Y eso no son pocos trenes al cabo del mes. Para entendernos, hablamos de 66.700 plazas semanales en el primer caso y 32.900 en el segundo.

El sindicato CGT aporta otro dato para la reflexión. Según sus cálculos, en cada tren que sale de Vigo quedan entre 20 y 25 plazas reservadas sin ocupar. La idea es la misma: asiento a asiento son un buen puñado los que se bloquean por pura pillería y perjudican a viajeros que los necesitan.

Más allá de las cifras y porcentajes. Y por si lo de los porcentajes y cifras suena lejano y frío, no está de más poner rostro y nombre a las molestias generadas por esa picaresca con los abonos. A lo largo de los últimos días no han sido pocos los que han acudido a Twitter para dejar constancia de su cabreo al ver cómo se quedaban sin plaza en trenes que circulaban con asientos desocupados.

Las muestras de malestar se relacionan con servicios en Galicia, pero también en el Avant Cuenca-Madrid, Málaga o Pamplona. Y Para muestra un botón... o un par de tuits, en su defecto:

¡Un poco de sentido común, por favor! Sentido común, civismo y algo de responsabilidad es lo que ya han pedido el Ministerio de Transportes y Renfe, pero parece no haber sido suficiente. De otra forma no se entiende que la operadora ferroviaria se haya decidido al fin a tomar cartas en el asunto. Como detalla Europa Press, Renfe mueve ficha y aplicará desde hoy ciertas restricciones con las que quiere que un usuario “pillo” no pueda bloquear más plazas de las debidas. La medida la avanza en una nota que no precisa si se adoptará solo en Galicia o se hará extensible al resto del país. Problemas similares se han registrado en otros lugares, como Málaga o Pamplona.

El sistema es relativamente sencillo. Consiste en permitir un máximo de cuatro formalizaciones por jornada y que no sea posible reservar varias idas hasta que no se complete la vuelta. La intención de la operadora ferroviaria al fijar el tope está clara: acabar con los clientes que hasta ahora reservaban más de una plaza en varios trenes, a diferentes horas, para al final acabar usando uno solo.

Imagen de portada | André Marques 432 (Flickr)

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