BYD ya planea el salto a México con un objetivo muy claro: entrar en Estados Unidos sin pagar sus enormes aranceles

  • Estados Unidos castiga con un arancel del 27,5% la importación de coches fabricados en China

  • Las políticas de Joe Biden han abierto la puerta a fabricar en México e importar los coches desde allí

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México empieza a posicionarse como un lugar central para el desembarco de firmas de coches eléctricos que pretenden ganar terreno en el mercado Norteamericano. La cercanía con Estados Unidos y las incentivos fiscales del país son un atractivo ineludible para dar el salto a América. BYD es la última compañía que se plantea hacerlo.

BYD. El gigante chino BYD está explorando una expansión global para seguir dando salida a sus vehículos. Y en su carrera por ampliar horizontes, Estados Unidos y Europa son claves.

La compañía sabe que tiene en Europa un aliado para dar salida a sus coches eléctricos. Las decisiones políticas han impulsado la venta de este tipo de automóviles y sus productos, de alta relación calidad/precio, pueden tener un nicho de mercado importante ahora que el mercado tiene que dar el salto hacia vehículos más asequibles.

Siendo conscientes de esta estrategia, BYD ya ha confirmado que montará una fábrica en Hungría. España llegó a estar posicionada como una seria opción para ser el lugar elegido y no se descarta su posibilidad ante una segunda gigafactoría de la compañía. Ahora es México a donde apuntan las miradas.

Un salto a México. Lo cuenta The Wall Street Journal pero no es el único diario que contempla esta posibilidad. De momento, desde la propia compañía no han confirmado sus intenciones pero el rumor ha ido cogiendo mucha fuerza en los últimos días.

Explican en el diario que ejecutivos de BYD ya han tenido reuniones con altos funcionarios de México para explorar la posibilidad de levantar una fábrica en su suelo, así como la decisión de haber posicionado a Jorge Vallejo, mexicano, como director general de la marca en el país. El cargo hasta ahora lo ocupaba Ray Zou, que seguirá como presidente de la marca pero que demuestra las intenciones de BYD de facilitar la conversación con los entes locales.

¿Por qué México? A la hora de consolidar las ventas del coche eléctrico, México se ha convertido en una pieza que puede ser clave. Sus acuerdos comerciales con Estados Unidos permiten que las marcas que fabriquen parte de sus coches también en suelo estadounidense puedan acogerse a interesantes descuentos fiscales. Sin duda, es uno de los motivos que ha impulsado la llegada de Tesla o las inversiones de Ford en el país.

En estos momentos, Estados Unidos es un lugar vetado para los coches eléctricos chinos. Sus fabricantes tienen que pagar un arancel del 27,5% por importar allí sus vehículos. Todos los fabricantes pagan un 2,5% por importar sus coches si fabrican fuera de Estados Unidos pero, además, bajo el Gobierno de Donald Trump se levantó un segundo arancel del 25% a los fabricantes que quieren vender allí automóviles producidos en China.

Fabricando en México, BYD tendría a mano dos posibilidades. La primera, producir vehículos específicos para el mercado estadounidense asumiendo el arancel regular del 2,5%. Y, segundo, llegado el caso saltarse cualquier tipo de arancel si parte de la producción de estos vehículos se lleva a suelo de Estados Unidos, beneficiándose de la Ley de Reducción de la Inflación que promueve la fabricación de coches eléctricos en el país y en países con acuerdos comerciales especiales, como México o Canadá.

Tranquilidad. Lo que parece claro es que una posible confirmación no es algo que vaya a suceder mañana. Aunque en un principio se vio con buenos ojos las medidas de Joe Biden para atraer inversiones en la producción del coche eléctrico, algunos sectores ya critican las decisiones tomadas, que permitirían a los fabricantes chinos vender en Estados Unidos con unos aranceles bajos con solo trasladar a México su producción.

La duda, por tanto, es qué sucederá en las próximas elecciones y cómo sus resultados pueden afectar a la industria automotriz. En The Wall Street Journal recalcan que BYD está pendiente de quién será el próximo presidente de Estados Unidos y cuáles pueden ser sus políticas, pues de ello depende gran parte de su expansión.

"Un voto por Biden es un voto para enviar decenas de miles de puestos de trabajo en Michigan a China y otros lugares a los que no queremos que vayan. Un voto por Trump es un voto para mantener esos trabajos de fabricación en Estados Unidos y añadir muchos puestos de trabajo", aseguraba Donald Trump recientemente en Michigan, un lugar de especial relevancia para la industria del automóvil en Estados Unidos por concentrarse en Detroit gigantes como Ford, General Motors o Stellantis (antes Chrysler).

Una necesidad. Lo que sí está claro es que BYD necesita exportar sus vehículos para seguir creciendo, si quiere afianzar su posición como líder del mercado del coche eléctrico más allá de China. En 2024 ya se convirtió en el principal fabricante de vehículos eléctricos, superando a Tesla, pero fue el mercado local el que lo elevó a esta posición.

La marca ya ha empezado a contar con sus propias flotas de barcos y la apuesta por Europa es clara, con su nueva fábrica en Hungría. La compañía salvaría así los posibles aranceles para vender en suelo europeo y poder acceder a las ayudas en países como Francia (de mantenerlas para cuando BYD quiera sacar coches desde suelo europeo).

A lo anterior se suma que BYD no sólo cuenta con este nombre para vender sus automóviles. En Estados Unidos podría hacer una incursión como BYD pero también con Yangwang, su firma de lujo que ya cuenta con SUV gigantescos mucho más parecidos a los gustos americanos y que en Europa tienen menos acogida. Unos modelos en los que, además, BYD quiere seguir invirtiendo.

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Foto | BYD

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