Tilly Lockey: de influencer a modelo "biónica" para desarrollar la última tecnología en prótesis

Tilly Lockey: de influencer a modelo "biónica" para desarrollar la última tecnología en prótesis

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Tilly Lockey: de influencer a modelo "biónica" para desarrollar la última tecnología en prótesis

La historia de Tilly Lockey no es una historia normal. Ni vivió una infancia de comodidades ni pudo integrarse fácilmente en los grupos de amigos de su escuela. Quizás porque perdió sus manos y parte de sus brazos a los 15 meses de nacer. Lo que sí sabemos es que desde entonces se ha convertido en un ejemplo de superación. Armada ahora con unos brazos robóticos sacados de una película de ciencia ficción, esta joven británica de apenas 15 años se ha convertido en una de las modelos biónicas con más seguidores del mundo. Su misión: ayudar a crear las prótesis perfectas.

Tenía menos de año y medio cuando perdió sus manos a causa de una enfermedad llamada septicemia meningocócica. Se trata de una infección bacteriana grave que afecta a las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal, y que puede causar un fallo multiorgánico e isquemia en las extremidades. Aunque los médicos le daban pocas posibilidades de sobrevivir, lo logró.

Tilly Lockey posa con unas prótesis de Open Bionics.
Tilly Lockey posa con unas prótesis de Open Bionics.

Ahora, con más de 70.000 seguidores en instagram y 25.000 suscriptores en Youtube, Tilly Lockey no solo es vlogger de belleza, también se dedica a viajar por el mundo dando conferencias contando su historia con la finalidad de ayudar a otras personas que han sufrido amputaciones. Pero lo que más le entusiasma es ser una modelo de prótesis biónicas y ayudar en el desarrollo de estas.

Esta joven se pasea ahora por las calles con sus nuevas prótesis de superheroína. Pero no siempre fue así. “Las manos que tenía antes sólo podían abrirse y cerrarse y se movían muy despacio, lo que hacía prácticamente imposible usarlas para las cosas de la vida diaria”, recuerda. Desde hace un par de años, utiliza unas prótesis diseñadas por la empresa británica Open Bionics, con quien trabaja para diseñar futuros modelos.

Las prótesis que ahora utiliza han sido probadas clínicamente y son livianas y accesibles. Le permiten realizar múltiples funciones como agarrar objetos, doblar los dedos, cerrar y abrir los puños, saludar, mover los pulgares hacia arriba e incluso chocar la mano con alguien. También le permiten recoger objetos pequeños, jugar en el ordenador y hasta dar tutoriales de maquillaje online.

Tilly Lockey posa con unas prótesis personalizadas de Open Bionics.
Tilly Lockey Posa con unas prótesis personalizadas de Open Bionics.

“Cuando era pequeña, me entusiasmaba la idea de las prótesis, pero después de probar muchos prototipos diferentes me di cuenta de que la tecnología estaba muy limitada. Con las manos que me ofrecían en aquel no momento no podía ni sujetar una taza. Ahí supe que quería dedicar mi tiempo a ayudar a las empresas a desarrollar algo que fuera cómodo y confiable para esas personas que desean usar sus manos y no pueden”, explica. Desde hace unos años Tilly es la imagen y embajadora de Open Bionics, donde se diseñan e imprimen en 3D prótesis de última tecnología.

Desde que se cruzaron los caminos de la joven y de esta compañía hace seis años no han cesado los esfuerzos por dar con la prótesis perfecta. Así, Tilly se convirtió en la testeadora de los prototipos, no solo por su experiencia en el uso de brazos biónicos sino también, por la relevancia que tomaba en redes sociales como influencer y las constantes invitaciones como speaker en eventos científicos, académicos y de entretenimiento.

A día de hoy, la joven se muestra orgullosa de colaborar con ellos para mejorar estas prótesis, que ella misma utiliza en su día a día y que han recibido el nombre de ‘HeroArm’. “Nunca olvidaré el momento en que fui por primera vez al laboratorio de Open Bionics. Sincronizaron el brazo con mis músculos y pude abrir y cerrar los dedos. Todavía era un prototipo en este punto, pero antes de esta prótesis nunca había tenido una mano sobre la que me sintiera en total control, lo sentía como mío”, comenta emocionada.

Tilly Lockey posa con la protesis
Tilly Lockey posa con la protesis 'HeroArm' de Open Bionics.

El brazo biónico ‘HeroArm’ salió a la venta en abril 25 del 2018 en el Reino Unido. Esta prótesis mioeléctrica, cuyo precio ronda los 6.000 euros, posee diferentes tipos de agarre, permitiendo agarrar desde vasos hasta objetos más pequeños como huevos, canicas o dados, lo que la convierte en una herramienta bastante funcional y no en un dispositivo puramente estético.

Influencer en las redes sociales para ayudar a jóvenes con inseguridades

Como cualquier adolescente, Tilly es una aficionada a las redes sociales. En su caso, utiliza su instagram y su cuenta de YouTube para dar consejos y voz a aquellas personas que se sienten inseguras por su condición. No es raro encontrar a otros chicos y chicas de su edad pidiéndole consejos las 24 horas del día. Basta con entrar a sus ‘stories’ para descubrir cómo jóvenes de todo el mundo le preguntan cosas sobre superación de bullying, ayuda para mejorar la autoestima o motivación en los estudios.

“Realmente no hay suficientes influencers discapacitados en las redes. Aquí trato de alentar a las personas a aceptar sus diferencias. Recibo mensajes a diario de personas que simplemente dicen 'muchas gracias' o que mi página les ofrece consuelo, que finalmente pueden quererse a sí mismos y tener la confianza para hacer alarde de su diferencia”, señala.

La joven ha conseguido que su diferencia sea un valor y es lo que trata de transmitir en las conferencias y charlas que da por todo el mundo. En 2019 recibió el 'Premio Concord' de Impacto Social de la ICLF en la New York Summit. Junto con otros protagonistas como Leonardo DiCaprio, participa habitualmente en los encuentros de la Singularity University y ha compartido escenario con el Dalai Lama hablando sobre cómo usar la tecnología para mejorar la sociedad.

Las prótesis del futuro en la gran pantalla

Con este acelerado crecimiento en que se encuentra el campo de las prótesis y la robótica, podemos pararnos a imaginar cómo será la cotidianidad en 5, 10 o 20 años en el futuro. Prótesis inteligentes, con sentido del tacto, con funciones adicionales a las del brazo natural como apps, hologramas, conexión a internet, etc.

A Tilly le encanta soñar sobre el progreso de las prótesis, y no deja de enseñar cómo funcionan las suyas, que ahora las lleva en plateado, gris y negro, lo que le dan un aspecto futurista. El cómo las consiguió es otro ejemplo de cómo la tecnología y la sociedad parecen estar predispuestas a evolucionar sin límites.

El pasado año, coincidiendo con el estreno de la película ‘Alita’, de Robert Rodriguez, protagonizada por una niña con brazos biónicos, la productora del film, 20th Century Fox, junto con la compañía Open Bionics sorprendieron a Tilly regalándole unos brazos similares a los de la película, realizados con la tecnología más avanzada en prótesis, que permiten el agarre y la manipulación de objetos con mucha precisión.

El mismo productor del largometraje, James Cameron, anunció ser un fiel seguidor de Tilly y declaró que “los brazos prostéticos no son lo suficientemente económicos, especialmente cuando son para niños”. Tilly recibió sus nuevos brazos biónicos entre aplausos mientras escuchaba a sus benefactores decirle: “Tú eres la verdadera Alita”.

“Pienso que es realmente empoderador ver a un personaje principal tan asombroso con una discapacidad en una película. No hay muchos films como ese, pero para el director y todos en 20th Century Fox querer darle vida a este diseño, financiarlo y dárselo a un amputado de la vida real como yo es una de las mejores cosas que me ha pasado en la vida”, cuenta.

Tilly Lockey en el estreno de la película
Tilly Lockey en el estreno de la película 'Alita: Battle Angel'.

Tilly aún es una niña. Tiene exámenes regularmente en el colegio, sale con sus amigas y de vez en cuando debe acudir a rehabilitación, pues una de sus piernas dejó de crecer por su enfermedad y ahora le cuesta doblarla. Le gusta maquillarse, tocar el piano y disfrazarse en los videos que sube a YouTube. Lo que le ha tocado vivir la ha hecho una persona independiente y madura para su edad.

Reflexiona: “El principal problema es que la discapacidad afecta a una minoría de personas, por lo que no hay muchas de ellas con discapacidades que quieran hablar de ello, y tampoco hay muchas personas sanas que quieran escuchar porque no las afecta directamente. Creo que el primer paso para tratar de superar esto es normalizarlo, ya sea en redes sociales, en la televisión o en las pasarelas de moda. Por mi parte, voy a luchar para que estos brazos que llevo yo y muchas otras personas sean mejores y nos ayuden a llevar una vida lo más extraordinaria posible”.

Imágenes: Open Bionics | Instagram

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