Siguiendo una tradición de siglos, España y Francia vuelven a estar enfrentadas. El motivo esta vez son unos tomates

Francia se ve envuelta estas semanas en lo que es una de las mayores protestas agrícolas hasta la fecha

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Del "lunes negro" a los tomates "incomibles": Francia se ve envuelta estas semanas en lo que es una de las mayores protestas agrícolas hasta la fecha, en las que prácticamente todas las críticas apuntan hacia los productos españoles. Tanto los sindicatos como el Gobierno consideran que estos representan una competencia desleal por su bajo precio mientras tienen estándares medioambientales "peores" que los suyos.

Al ambiente caldeado se suma ahora el incendiario discurso de la exministra de Medioambiente de Francia, Ségolène Royal, que acusa a los tomates españoles de ser "falsos bio" y de ser "incomibles". Tras esas palabras, España ha tenido que salir a defenderse, claro.

¿Qué ha pasado? El comentario llega durante una entrevista en la cadena de televisión BFM, en la que la exministra gala señala que mezclar en los supermercados los "supuestos" tomates bio españoles con los franceses es "engañar al consumidor": “¿Habéis probado los tomates bio españoles? Son incomibles", afirmaba Royal sin pelos en la lengua. Aseguraba que su industria "hace un esfuerzo de calidad y seguridad alimentaria al disminuir los pesticidas que dañan al medio ambiente" mientras sufren "irrespetuosidad por parte de los productos españoles, que incumplen esos estándares escandalosamente".

El discurso lo sentenciaba con esta frase lapidaria: "Yo les digo que lo bio español es falso bio y que las frutas y verduras españolas no respetan las normas francesas".

¿En qué contexto? Estas palabras se producen en medio de una revuelta agrícola por parte de cientos de manifestantes y sindicatos del sector del campo que, además de compartir las palabras de su exministra, están en pie de guerra cortando carreteras y obstaculizando el paso de los transportistas extranjeros (como los nuestros). Critican y boicotean la entrada de productos agrícolas llegados especialmente de España, considerando que representan una competencia desleal por su bajo precio.

Como comentábamos en este otro artículo de Xataka, el Gobierno de Macron les da la razón: "Vamos a seguir avanzando para luchar contra la competencia desleal. A nuestros agricultores se les imponen reglas que a otros países no", señalaba el primer ministro, Gabriel Attal, hace unos días. Denuncian que el país tiene que importar muchas frutas y verduras (casi el 40%) de otros países como España e Italia por las reglas medioambientales que la UE les impone, y que en su opinión perjudican a la producción local francesa.

La respuesta de Pedro Sánchez. El Ejecutivo español ha salido al trapo rápidamente. El mismo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha salido a defenderse de las críticas de la exministra francesa e incluso la ha invitado a que, para darse cuenta de su error, pruebe un tomate español porque es "imbatible". El mandatario ha calificado de "infundadas” sus palabras y ha defendido al sector agrario español ante los ataques que está sufriendo en Francia: "No hay una ventaja competitiva de los productos españoles respecto a otros en el mercado interior. Se aplican las mismas reglas que al resto".

De igual manera, la presidenta del Banco Europeo de Inversiones, Nadia Calviño, ha hecho hincapié en no caer en la tentación de buscar culpables y de "intentar dividir para tener éxito".

Los transportistas españoles, boicoteados. Mientras tanto, en Francia, el Gobierno ha tenido que movilizar a más de 15.000 policías ya que varias vías de acceso a la capital se encuentran incomunicadas por los bloqueos que algunos manifestantes llevan realizando durante una semana. En total hay ocho autopistas cortadas y la cabeza de turco de su protesta, que en realidad es más contra las nuevas políticas medioambientales, tributarias y sociales de la UE, han sido los camioneros españoles. Hasta 21.000 transportistas que a diario cruzan la frontera a través Irún y La Junquera (Girona) están varados.

Los más afectados son los miembros de la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer), quienes calculan que estos cortes ya le están costando a España más de 10 millones de euros diarios. Denuncian que en estos bloqueos han participado un total de 17.500 agricultores y 8.500 tractores bloqueando las vías e impidiendo su paso. El problema es que gran parte de la flota española está obligada irremediablemente a pasar por esos accesos para llegar a cualquier punto de Europa.

Imágenes: GTRES / Freepik

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