Pedir un menú del McDonald's y escuchar a tu abuela decir “eso no es carne ni es ná” se ha convertido ya casi en una costumbre de cada casa. Porque sí, la comida rápida y ultraprocesada lleva años avivando el debate de cuán reales son los alimentos que ingerimos por mucha propaganda “100% vacuno” que vemos en los escaparates de los establecimientos.
Ahora le ha llegado el turno a Subway y a su popular sandwich de atún. Un bocadillo que ni la ciencia ha conseguido averiguar de qué especie está hecho o si lo que incluye es siquiera pescado real.
¿Qué está pasando? En enero, dos clientes de California presentaron una demanda alegando que los productos que vende la cadena de restaurantes de comida rápida estadounidense "están hechos de cualquier cosa menos de atún". Tal y como contaba un artículo de The Washington Post a finales de ese mes, Subway se enfrenta actualmente a una demanda colectiva en el estado de California que afirma que sus sándwiches de atún "carecen por completo de atún como ingrediente".
¿Qué dice la empresa? Qué va a decir. Ha negado categóricamente las acusaciones. “Subway entrega atún 100% cocido a sus restaurantes, que se mezcla con mayonesa y se usa en sándwiches recién hechos, envolturas y ensaladas que nuestros huéspedes sirven y disfrutan”, explicaban en un comunicado. Sin embargo, hubo quien no se iba a contentar con una explicación así. El caso requería de más investigación.
El análisis. La única manera de salir de dudas era acudiendo a la ciencia. Y lo que un periodista del New York Times ha hecho es adquirir más de metro y medio de sándwiches de atún de tres tiendas de Los Ángeles Subway y luego contratar a un laboratorio especializado en pruebas de pescado para averiguar qué era realmente lo que contenía el bocadillo. ¿Resultado? Los investigadores no pudieron identificar ni una especie ni ningún ADN de atún.
Según explicaba un portavoz del laboratorio hay dos conclusiones que se pueden extraer del experimento: "Uno, está tan fuertemente procesado que cualquier cosa que pudiéramos sacar no pudo ser identificado. O simplemente hay algo pero no es atún”. En febrero, Inside Edition realizó una prueba similar en los laboratorios de Applied Food Technologies, donde sí se confirmó la presencia de atún. En cambio, los demandantes alegaban que eran en realidad "una mezcla de varios brebajes de manera que se imita la apariencia del atún”.
La polémica. Teniendo en cuenta que Subway tiene más de 22.000 establecimientos en EEUU y que su comida es consumida por millones de personas cada día en todo el mundo (incluído España), este reguero de acciones legales no es una nimiedad. De hecho, la compañía ha defendido ferozmente la integridad de su suministro de atún, calificando la reciente demanda de “infundada”. A principios de este año, empezó a contraatacar promocionando su "atún silvestre capturado 100% real" en su sitio web y ofrecía un descuento del 15% con el código "ITSREAL".
Ahora, los clientes de California que demandaron a Subway rechazan algunas de sus afirmaciones más incendiarias. Pero aún afirman que "el etiquetado, el marketing y la publicidad" de los productos de atún de Subway son "falsos y engañosos". Otros vendedores de sandwiches señalaban que siendo el atún un pescado tan relativamente barato, hay pocos incentivos para sustituirlo por una versión aún más barata.
¿Cuál es el problema? El quid de la cuestión reside en que, aún con todas las pruebas, hay importantes salvedades a considerar. Por ejemplo, que una vez que el atún se ha cocinado, su ADN se desnaturaliza, lo que significa que es probable que las propiedades características del pescado se hayan destruido, lo que dificulta, si no imposibilita, su identificación.
Los expertos en mariscos también sugieren que Subway no tiene la culpa si su atún en realidad no es atún. "No creo que un lugar de sándwiches podría etiquetar incorrectamente por voluntad propia", decía Dave Rudie, presidente de Catalina Offshore Products. “Están comprando una lata de atún que dice 'atún'. Si hay algún fraude en este caso, ocurrió en la fábrica de conservas", defendía. Peter Horn, director del Proyecto Ending Illegal Fishing Project en Pew Charitable Trusts, explicaba que "cuanto más se separa el pescado de la espina, más difícil es reconocer de qué tipo es”.
El pan tampoco es pan. En realidad Subway ya se ha enfrentado a polémicas similares. En octubre de 2020, la Corte Suprema de Irlanda dictaminó que el pan utilizado en los sándwiches Subway no podía denominarse legalmente pan, ya que su cantidad de azúcar excedía el 2% del peso total de harina utilizada en la masa. Concretamente, contenía cinco veces más azúcar.
¿A cuenta de qué salió todo aquello? Pues resulta que en 2006 Bookfinders, nombre de la franquicia en Galway, había pedido un reembolso del IVA por productos básicos como el pan, los cuales están exentos de pagar ese tipo de impuesto. La decisión de la Corte concluía que al no ser considerado como tal alimento básico, era correcto que la franquicia pagara por el IVA. Vamos, que al final ni pan, ni atún.
Imagen: Subway