Las compañías telefónicas llevan varios años ofreciendo los paquetes de llamadas como un añadido a las tarifas de datos y no tanto como un servicio en sí mismo. La comunicación a través de Whatsapp y Facetime está desplazando a las llamadas clásicas hasta el punto de que el 92% de los jóvenes de 14 a 24 años prefiere no llamar. Para consolidar aún más esta postura (y desahogarse en las redes) existe un hashtag llamado: #ihatephonecalls
El 25% no llama. Según este estudio elaborado por Ipsos y Deloitte, más del 87% de los británicos tiene un smartphone, de los cuales un 25% nunca lo utiliza para llamar. Este pensamiento no solo está presente en la vida personal, sino también en el trabajo. Aquí, la forma favorita de comunicación es el email, las llamadas de voz son utilizadas solamente por el 32%. Si a esto le sumamos que cada vez podemos gestionar más cosas a través de apps e inteligencia artificial, la tendencia a que las llamadas de voz sigan disminuyendo está clara.
¿Por qué? Los millennials pertenecen a una generación que se ha criado a medio camino entre lo analógico y lo digital. La presencia del móvil y la tecnología en los últimos 15 años ha provocado un cambio en los códigos de comunicación que ha ido poco a poco cediéndole más protagonismo al texto. Este cambio lo introdujeron los sms y el Messenger, lo continuó Tuenti y Whatsapp lo ha consolidado. Tanto es así que según este informe, las aplicaciones de mensajería son las más utilizadas diariamente para comunicarse también en España. Así, 6 de cada 10 personas las utilizan varias veces al día, mientras de que 2 de cada 10 prefiere llamar por teléfono.
Generación muda. Le ensayo titulado The App Generation aborda precisamente este fenómeno y habla de que un 92% de los jóvenes entre 14 y 24 años prefiere no llamar por teléfono y comunicarse a través de texto. El mismo estudio recoge que se trata de un rasgo generacional que define el contexto de comunicación al que este grupo poblacional está acostumbrado: prefieren comunicarse por mensajería instantánea, entre otras cosas, porque así son ellos quienes "controlan los tiempos de respuesta" y no se ven obligados a tomar una decisión en el momento.
FaceTime y Skype. A pesar de que el número de llamadas de voz está cayendo en desuso, no lo hace el de los servicios de videollamada. De hecho, en The Atlantic hablan de cómo esta forma de comunicación podría representar una de las primeras brechas entre millennials y generación Z. Mientras que para los más jóvenes hacer una videollamada espontánea es la cosa más normal del mundo, una parte de los millennials lo concibe como algo que requiere más planificación.
#ihatephonecalls. Este es el nombre del hashtag que hace referencia a cómo esta tendencia también está calando en las redes sociales como una nueva corriente de creación de contenido. Al igual que han proliferado los memes relacionados con el mundo del trap o con los llamados "starter pack", el odio a las llamadas telefónicas también ha encontrado su hueco utilizando a los interlocutores comodín de internet: Kim Kardashian, los gatos y las fotos de stock.
Imagen: Štefan Štefančík/Unsplash