Una fiebre de 500 millones de euros: el plan de la industria del turrón para desestacionalizar su consumo

Dos municipios de España dependen económicamente de este sector que genera alrededor de 7.000 empleos

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Quedan exactamente 12 días para la nochebuena y las calles de toda España ya están vestidas de Navidad. Los supermercados llevan semanas haciendo caja con los dulces más típicos de estas fechas. Pero, tal y cómo hemos contado en Xataka, hay un claro ganador este año: el turrón. Aún en un contexto económico delicado, con una inflación derrapante y unos costes de producción elevados por la crisis energética y de las materias primas, la industria del turrón prevé producir más de 80 millones de barras este año.

Turrones Picó, El Lobo, 1880, El Artesano, Antiu Xixona, Turrón 25, El Artesano, Sanchís Mira... marcas de toda la vida y otras tantas nuevas que se suman a la misión de endulzar a los españoles otras navidades más. Y que con la denominación de "Turrón de Xixona y Alicante" consiguen una demanda brutal. Un sector que mueve en España cerca de 500 millones de euros al año y emplea a más de 4.000 personas en época alta.

Ha llegado la hora de hablar de la economía del turrón en nuestro país.

La producción. Tal y como pronosticaba hace pocos días el Consejo Regulador de la Indicación Geográfica Protegida Jijona y Turrón de Alicante, esta industria prevé una campaña positiva y similar a la del año pasado, sin que los precios suban demasiado. En total, se producirán alrededor de 21,5 millones de origen protegido (turrón de Xixona, o "blando", y turrón de Alicante, o "duro") y 58,5 millones, de los llamados turrones de obrador como, por ejemplo, los de yema o los de chocolate. Las ventas previstas para este ejercicio se cifran en unos 16 millones de kilos.

Exportaciones. Además, este año se prevé un crecimiento de las exportaciones de un 3%, siendo el principal país comprador de turrón EEUU, sobre todo los estados del sur del país, con una gran población hispana. También se exporta a países de Latinoamérica, a Francia y a Marruecos. Según los datos de la Asociación Española del Dulce (Produlce), cerca de un 20% de la producción total en volumen se destina a los mercados exteriores, lo que supone que una de cada cinco tabletas viaje fuera de nuestras fronteras.

Pleno empleo. Desde verano, en Xixona (Alicante) y en Estepa (Sevilla) se empieza a poner en marcha la maquinaria. Los dos pueblos, mayores productores de turrón, mantecados y polvorones, viven de estos productos. Y durante la campaña, que dura de cuatro a seis meses, ambas localidades disfrutan prácticamente pleno empleo, generando cerca de 7.000 empleos en temporada alta. El primero es el municipio alicantino de más de 5.000 habitantes con menos tasa de paro, por debajo del 8%, y Estepa el municipio de más de 10.000 habitantes con menos desempleo de la provincia de Sevilla.

Xixona, de oro por el turrón. Y es que si hablamos de turrón no podemos obviar a este rincón de España. Un pueblo de tradición artesanal que genera en la actualidad el 42% de la producción total del turrón: nada menos que 1680 toneladas en la producción del año 2020. Al final, un lugar donde casi todo el mundo depende de esta industria. Para una población de menos de 10.000 habitantes, que tantas personas estén relacionados de alguna manera con esta industria es una prueba del peso económico que tiene en el municipio.

De hecho, de esos 500 millones de los que hablamos, la industria del turrón factura en Xixona más de 200 millones al año. Hay que recordar que el Consejo Regulador de Turrones de Jijona y Alicante, máximo organismo que reúne las empresas más grandes del sector, representa a 21 compañías dedicadas a la elaboración del turrón y 23 empresas envasadoras y/o comercializadoras.

El objetivo: la desestacionalización. Uno de los escollos que tiene el sector es que se trata de un producto cuya demanda sólo se eleva en invierno. Y es algo que pretenden cambiar. Según explicaba el secretario general del Consejo Regulador de la IGP Jijona y Turrón de Alicante, Federico Moncunill, la industria del turrón ua está apostando por la desestacionalización del consumo del turrón: "En España ya hay 14 tiendas en zonas turísticas que venden solo turrón para que sea un producto que se compre y se coma todo el año; se trata de unos comercios pensados también para los turistas que lo adquieren como souvenir". 

Y es precisamente la estacionalidad del turrón lo que ha obligado a los productores a diversificar este producto: helados con sabor a turrón, yogures, etcétera.

La polémica. El problema es que la expansión de las grandes empresas turroneras choca de lleno con el modelo de negocio de las pequeñas y medianas empresas en todo el proceso productivo: obtención de materias primas, condiciones laborales, estrategias mercantiles. Los productores de miel y frutos secos, por ejemplo, acusan a la industria turronera de hundir sus sectores al optar por materias primas importadas desde China y EEUU y los fabricantes sostienen que, si no utiliza más género local, es porque se ha exportado.

"No entendemos cómo los precios del turrón están subiendo cuando los de las materias primas están bajando", señalaba Pedro Loscertales, responsable del sector apícola de las organizaciones agrarias Coag y Uaga. La polémica sucede en un momento en el que se ha encarecido el precio de los dulces un 10% (por el incremento del precio del transporte marítimo y la fabricación).

Imagen: Pixabay

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