Canarias afronta una crisis poco ortodoxa. Sobre todo por quienes son sus protagonistas: el escarabajo de Colorado y los campos de cultivo de Reino Unido. Lo sé, de entrada puede sonar extraño, pero el primero —un pequeño coleóptero de color amarillento con franjas oscuras— es un consumidor voraz de patatas y las familias canarias son a su vez grandes demandantes de los tubérculos cultivados en Inglaterra. El problema es que sus caminos se han cruzado. A mediados de julio las autoridades británicas detectaron la presencia de estos insectos en sus cultivos, lo que con el paso del tiempo ha acabado comprometiendo los cargamentos de patatas que navegaban rumbo a los supermercados de Canarias.
Y ahora cunde el miedo al desabastecimiento.
¿El escarabajo de Colorado? Exacto. O directamente "escarabajo de la patata", aunque su nombre científico es Leptinotarsa decemlineata. A mediados de julio el Gobierno de Reino Unido emitió un comunicado en el que informaba de que había localizado un ejemplar adulto en Hampshire, al sudeste de Inglaterra. El hallazgo era relevante por varias razones: primero, porque poco antes se había detectado "un brote no relacionado" en el área de Kent; segundo, porque aunque pueda parecer inofensivo el coleóptero es todo un peligro para los agricultores.
"Si no se erradican representan una amenaza para los cultivos de patatas. Los adultos y las larvas se alimentan del follaje y pueden despojarlas por completo de sus hojas si no se controlan", advertían las autoridades británicas, que aclaran que no son peligrosos para la salud de los humanos ni de los animales. Su presencia no es nueva para los británicos. A finales de los 70 ya les tocó lidiar con él y, dado su impacto, su presencia se regula como "plaga cuarentenaria", con restricciones a la importación y el movimiento de mercancías que puedan estar afectadas.
¿Y qué tiene eso que ver con Canarias? Que Canarias es demandante de cultivos ingleses. elDiario.es precisa, citando los datos del Instituto Canario de Estadística (ISTAC), que el Reino Unido es el principal importador de patatas y solo en 2022 fue el origen del 86,37% de las importaciones de hortalizas, plantas, raíces y tubérculos de la comunidad. Ya en 2015 se apuntaba que el 60% de las patatas que se consume procede de Dinamarca, Marruecos, Egipto... y UK.
Y eso en un territorio donde, al menos por entonces, el consumo medio se estimaba en 30,21 kilos por persona y año, es mucho decir. Solo Gran Canaria devoraba 30 millones de kilos anuales. El problema es que con el escarabajo de Colorado de por medio, los buques que navegaban rumbo al archipiélago español con las bodegas cargadas del preciado manjar han tenido que echar el freno.
¿Riesgo de desabastecimiento? Esa es la idea que dejó botando hace varios días el presidente de ADIPA, la Asociación de Distribuidores de Papas de Siembra y de Cultivo de Las Palmas, Juan Luis Pulido, quien durante una entrevista con la agencia Efe apuntó que la presencia del escarabajo de Colorado en patatas inglesas podría comprometer el suministro de las tiendas canarias. Y no de forma puntual. Pulido habló de "cuatro o cinco meses". "El desabastecimiento se ha empezado a notar hoy, con el kilo a 2,5 o 3 euros. Y a partir del lunes no va a haber papas".
Hace unos días se expresaba de una forma aún más rotunda: "Estamos jodidos. Ahora mismo buscamos en todos los mercados que podemos, pero es complicado". El responsable de ADIPA recordaba además que aún habrá que esperar meses para la producción de la papa canaria y asegura que la de la península "tampoco puede entrar" por requisitos fitosanitarios. De paso, lanzaba una advertencia clara sobre los riesgos para las plantaciones locales si llegase a propagarse el escarabajo de Colorado: "Si se escapa porque no se revisa un contenedor es un problema".
¿Y qué dicen los agricultores? Su postura es distinta. El presidente de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) de Canarias, Rafael Hernández, admite que el miedo a la escasez ha provocado un "incremento tremendo" en el precio del kilo de patata, pero lanza un mensaje menos alarmista: "No dependemos de un solo proveedor, las posibilidades de desabastecimiento se reducen". "Una cosa es que haya menos y que en un momento determinado como consecuencia de la no admisión de algunos contenedores tengamos menos papa en el mercado y otra hablar de desabastecimiento", subraya el portavoz.
Hernández incluso fue más allá y llegó a deslizar que el objetivo de los importadores es, en realidad, "que les den licencias para hacer cosas raras". “Como consecuencia de su irresponsabilidad han creado un caldo de cultivo que perjudicó al consumidor, al que le han hecho pagar más por lo mismo —censura el portavoz de COAG Canarias en declaraciones a El Independiente—. Las consecuencias siempre las sufren el productor y el consumidor y eso es inaceptable".
¿Y el Gobierno de la comunidad? La alarma desatada por la 'crisis de las patatas' ha sido lo suficientemente intensa como para que el lunes tuviera que salir el propio Gobierno canario para comprometerse a suplir la pérdida del suministro británico con el de otros países, como Israel, Chipre, Egipto, Libia, Malta o incluso alternativas dentro del propio Reino Unido. "Por parte de los importadores se ha empezado a movilizar cargamentos y contenedores con papas de otros países —tranquilizaba hace unos días el portavoz del Ejecutivo insular, Alfonso Cabello—. Esta semana se va a regular el mercado y la próxima se suplirá la papa británica con la de otros países. Solo prevemos unos ajustes en los próximos días".
¿Qué podemos esperar? Cabello asegura que puede producirse un "ajuste de mercado", pero "no hay riesgo de desabastecimiento" y garantiza que el consejero de Agricultura insular, Narvay Quintero, "ha estado encima del asunto" durante los últimos días. Lo cierto es que la crisis desatada por el escarabajo coincide con un momento sensible para los agricultores canarios, que han visto su producción muy marcada por las temperaturas, las lluvias torrenciales inesperadas y la sequía.
En junio, de hecho, ya les llevó a alertar de la pérdida del 60% de la cosecha de papa y el 80% de cereal. El diario La Provincia señala además que el archipiélago ha perdido de forma paulatina terreno dedicado al cultivo del tubérculo: el alza de costes, la escasa rentabilidad y la falta de agua habrían llevado a Canarias a perder más del 25% de la superficie dedicada a ese cultivo en cuestión de seis años.
Imágenes: Flickr (Pablo, er Guiri) y Scott Bauer, USDA ARS (Wikipedia)
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