Hasta 1.000€ extra de sueldo por ir en bici a la oficina: el exitoso plan belga está más cerca de llegar a España

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Europa se ha lanzado a una guerra contra la contaminación urbana. Y, aunque la medida estrella suele ser subvencionar el transporte público, la mayoría de ciudades están promoviendo la bicicleta como medio de transporte. Tal y como hemos comentado en Xataka a través de decenas de artículos, cada país está lanzando iniciativas que van desde pagar a los trabajadores que se desplazan en bici a la oficina hasta darles ventajas fiscales. De hecho, Bélgica ya paga por kilómetro recorrido de esta manera y se pueden conseguir así hasta 1.000 euros al año. En Francia la suma llega hasta los 800 euros.

En España, que una iniciativa similar termine llegando no es una locura. El Gobierno quiere modificar la normativa fiscal para que las compañías consideran moverse en bicicleta como renta del trabajo (como con los coches de empresa), pero Hacienda y Transportes señalan que aún queda camino por recorrer en esta materia.

El plan. El Gobierno quiere impulsar la bicicleta para moverse hasta el trabajo. En su campaña En bici al trabajo, incluida en la Estrategia estatal por la bicicleta, propone modificar la normativa fiscal para incluir los desplazamientos en bici al trabajo como una renta, es decir, que forme parte del sueldo, algo que ahora mismo solo pasa con los coches. Es decir, que las empresas paguen un bonus a los empleados que acudan en bici a la oficina como ya se hace en algunos países.

Eso sí, esta ayuda sólo se daría si, al menos, el 50% del uso de la bici está destinado a ir y volver al trabajo. Pero el gran problema es que aplicar una iniciativa así requeriría una modificación de la legislación vigente, algo bastante complicado.

¿Qué podemos esperar? En España quedará todo, de momento, en simples campañas de promoción. Aunque hay quien está haciendo fuerza en que se consigan al menos algunos objetivos. El Mitma quiere, por ejemplo, que las empresas adquieran bicicletas para prestarlas a sus empleados. Y las entidades ciclistas proponen una retribución flexible para la compra de bicicletas. Hasta ahora, hay un descuento del 40% en la compra de coches como retribución flexible, pero no para bicis.

Entre las ideas del Ejecutivo también hay incentivos a los empleados que adopten este medio de transporte en lugar del vehículo privado a motor, llegando a acuerdos con empresas para que les ofrezcan descuento en sus compras. Pero la realidad ahora mismo en España es que solo las grandes empresas (más de 500 empleados), están obligadas por ley a elaborar planes de movilidad sostenible al trabajo.

Ejemplos nacionales. La empresa Liberty Seguros es una de las pionera en España en pagar a sus empleados por ir en bici al trabajo. "Nosotros pagamos 0,37 céntimos a nuestros empleados por acudir en bici. Arrancamos en 2016 y desde entonces se han acogido 109 empleados, a los que entre ese año y 2020 pagamos 85.236 euros por hacer unos 219.000 kilómetros", decía un portavoz en este artículo de EL PAÍS. Sin embargo, desde la llega del teletrabajo, el plan ha ido en caída.

Seguir la estela de Bélgica. El país lleva un año aplicando un plan según el cual los trabajadores que acuden a su puesto de trabajo a diario en bici cobran un subsidio de hasta 25 céntimos por kilómetro. Esta cantidad la paga el Estado a través de las nóminas de las empresas y no tiene impuestos. Y si alguna compañía decide pagar más de esos 25 céntimos, deben tributar por ello. ¿En qué se traduce? Si se hacen 20 kilómetros diarios, serían unos 1.050€ anuales.

En el caso de los autónomos, funciona como una deducción fiscal. Y, en general, a ese pago por kilómetro se añade la posibilidad de poder obtener una retribución en los impuestos del 7% del valor de compra de la bicicleta.

La tendencia en Europa. Pero Bélgica no ha sido el único país en seguir este modelo sostenible de movilidad. Francia también ha experimentado con ayudas estatales a los empleados que se desplazan al trabajo en bici y en vehículos eléctricos. Las empresas pueden participar voluntariamente y pagar hasta 800€ al año a cada persona que use estos modos de transporte. Después, las compañías se lo deducen de sus impuestos y contribuciones sociales. Además, el país ofrece ayudas para cambiar coches viejos por bicicletas eléctricas.

En Italia existen ayudas para comprar una bicicleta nueva (150€ por una convencional y 250€ si es eléctrica), y también se anunció el pago de 0,20€/kilómetro a quienes la usen para ir al trabajo, con un límite de 25€ al mes. Algo similar al programa Cycle to Work Scheme británico, que incluye una serie de incentivos fiscales para empresas y trabajadores. Tanto unos como otros obtienen deducciones fiscales y descuentos en su cuota de cotización a la Seguridad Social por comprar o alquilar bicis.

Imagen: Unsplash

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