Este año el premio Nobel en Química ha sido para Carolyn R. Bertozzi, Morten Meldal y K. Barry Sharpless. La academia sueca ha premiado a los investigadores “ el desarrollo de la química de click y la química bioortogonal”. Se trata del segundo Nobel de Sharpless.
Construir moléculas a golpe de click. El nombre de esta metodología la describe muy gráficamente: se trata de un mecanismo que permite construir moléculas encajándolas como si de Legos se tratara. La química de click, o química click se refiere a un conjunto de reacciones químicas con alto rendimiento que permiten construir nuevas moléculas “encajando” otras.
Esta herramienta tiene su base en el trabajo de Sharpless (a él se le debe el término de hecho). Sharpless y Meldal fueron quienes crearon la que es considerada la “joya de la corona” de la química del click: la cicloalidación de azidas y alquinos catalizada por cobre, una reacción química que hoy en día es utilizada en diversos campos como a la hora de “cartografiar” el ADN.
El trabajo de Bertozzi por su parte avanzó notablemente sobre el trabajo de Sharpless y Meldal. Ella aplicó esta metodología a unas biomoléculas importantes para la vida, los glycanos, que podemos encontrar en la superficie de las células.
Creando moléculas. Sintetizar moléculas que encontramos en la naturaleza y que necesitamos para nuestros tratamientos es uno de los trabajos más importantes en el mundo de la química. El premio de este año está destinado a tres investigadores que han facilitado estos procesos.
Hoy por hoy la utilización de estos mecanismos de composición de moléculas está extendida en el mundo entero. Nos han permitido, por ejemplo, comenzar el desarrollo de mejores fármacos contra el cáncer.
Los favoritos de este año. Al igual que ocurriera con el de medicina, aquí muchas de las miradas estaban puestas en Katalin Karikó por sentar las bases de las vacunas de ARN mensajerao, mRNA. Carolyn R. Bertozzi estaba entre las favoritas, pero por su trabajo vinculado con la pasada pandemia, el cual ayudó a comprender las proteínas que recubren este virus, claves en el proceso de infección y en la inmunización.
También podemos encontrar en algunas quinielas el nombre de de Omar M. Yaghi, cuya aportación se centra en procesos de síntesis química, un campo quizá muy vinculado al que valió el premio del año pasado para la Academia Sueca. Habrá que esperar al año que viene
Otros nombres mencionados en algunas quinielas incluyen los de Might David Allis, Michael Grunstein, Chi-Huey Wong, John Jumper o Patrick O’Reilly Brown.
Unos catalizadores muy especiales. Los últimos ganadores de este galardón fueron el alemán Benjamin List y el escocés David MacMillan. Crear moléculas específicas a partir de otras moléculas es una tarea sorprendentemente difícil aun a día de hoy. Sin embargo lo sería aún más si no fuera por las aportaciones de los premiados del año pasado.
Una de las dificultades que lograron solventar fue la de la quiralidad den las moléculas, el hecho de que moléculas casi idénticas pero con configuraciones simétricas pueden tener propiedades muy diversas, siendo algunas asimilables por nuestro organismo mientras que otras pueden causar estragos. Los peligros de sintetizar la molécula errónea eran altos hasta la llegada de las nuevas técnicas.
El Nobel de Química. Cada año la Academia Sueca es la encargada de elegir “a la persona que haya hecho el más importante descubrimiento químico o la más importante mejora”, tal y como dejó estipulado Alfred Nobel en su testamento. 188 investigadores, siete de ellos mujeres, se han repartido los 113 premios otorgados desde 1901.
Es uno de los Nobel que en más ocasiones ha sido otorgado a título individual (detrás del de Literatura). Así ha sido en 63 ocasiones. Tres miembros de la familia de Maria Skłodowska-Curie recibieron este reconocimiento (ella misma en 1911, su hija Irène en 1935 y su yerno Frédéric el mismo año).
Además de Curie, Linus Pauling es uno de los receptores de este premio que ha recibido otro Nobel, el de la Paz en 1962 (el de química le llegó en 1954). El otro fue Frederick Sanger, reconocido en dos ocasiones con el Nobel de Química, en 1958 y en 1980.
La semana del Nobel. El de química es el último de los premios Nobel dedicados a las ciencias naturales. El primero de los galardonados este año fue el sueco Svante Pääbo, que recibió el lunes premio en fisiología y medicina “por los descubrimientos referidos a los genomas de homininos extintos y la evolución humana”.
Ayer fue el turno de los físicos Alain Aspect, John Clauser y Anton Zellinger, que recibieron el Nobel en Física “por experimentos con fotones entrelazados, estableciendo la violación de las desigualdades de Bell y por ser pioneros en la ciencia de la información cuántica”.
Aún restan tres premios, el de literatura, que se anunciará mañana; el Nobel de la Paz, el viernes. El lunes tendrá lugar el anuncio del premio en ciencias económicas en memoria de Alfred Nobel.
Imágenes | Adam Baker, CC BY 2.0 / The Nobel Foundation
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