La realidad virtual (RV) lleva años tratando de abrirse camino en diversos sectores, en los que avanza con paso firme: educación, entretenimiento, simuladores, etc. Algo similar ocurre con la conducción autónoma, que se aproxima veloz desde sistemas automáticos de seguridad y tiene como objetivo la deseada conducción de nivel 5.
Los vehículos autónomos, conectados y eléctricos son el futuro de la automoción, y hay marcas que están dando los pasos necesarios para ponerlos en circulación. Pero diseñar la próxima generación de vehículos no es fácil, hay problemas técnicos que esperan ser resueltos, como algunos marcos legales o la reducción de la latencia de la red.