Hace 13.000 millones de años el universo estaba mucho más caliente. Y el Webb acaba de encontrar una de las consecuencias de esto

Esta vez el telescopio espacial no ha tenido que enfocarse en los confines den universo conocido

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El telescopio espacial James Webb (JWST) es, en un sentido metafórico evidentemente, una máquina del tiempo. Una que, aún así, nos permite viajar a un universo ancestral. Y tiene varias formas de hacerlo.

Mirando atrás. Esta vez e Webb no ha viajado en el tiempo enfocándose en los confines más remotos del universo observable sino que se ha quedado a unos tres millones de años luz, en la galaxia Wolf–Lundmark–Melotte (WLM), parte del Grupo Local, el cúmulo de galaxias en el que se encuentra la Vía Láctea.

El equipo internacional de investigadores realizó un catálogo de la edad de las estrellas de esta galaxia para desvelar la historia de esta galaxia y los elementos que la componen. “Podemos utilizar lo que sabemos sobre evolución estelar y lo que indican estos colores y brillos para datar la edad de las estrellas de la galaxia” señalaba en una nota de prensa Kristen McQuinn, quien lideró el trabajo.

“Al mirar tan profundamente y ver tan claramente, hemos sido capaces de, efectivamente, ir atrás en el tiempo,” añadía McQuinn. “Estás básicamente yendo a una especie de excavación arqueológica a buscar las estrellas de masa muy bajaque se formaron en la historia primigenia del universo.”

WLM. La galaxia Wolf–Lundmark–Melotte, o WLM, se encuentra a unos tres millones de años luz de nuestro planeta. Pese a que se estima algunas de sus estrellas tienen cerca de 13.000 millones de años (es decir, surgieron cuando el universo tenía unos cientos de millones de años), WLM es una galaxia activa en la formación de nuevas estrellas.

WLM fue descubierta en 1909 por el astrónomo Max Wolf. Se trata de una galaxia “irregular”, esto es, no tiene una forma definida como las galaxias elípticas y espirales.

Las estrellas de masa reducida como esta son comunes en el universo y habrían sido aún más comunes en el universo primigenio. Lo que hace a esta especial es su ubicación. Separada de otras galaxias de nuestro Grupo Local, WLM mantiene una combinación de estrellas jóvenes y ancianas que interesa particularmente a los astrónomos.

Catálogo de las edades del universo. Gracias a ello los investigadores pudieron adentrarse en la historia de la galaxia (y del universo) a través de sus estrellas. Se fijaron principalmente en el color de estas, así como en su brillo.

A partir del catálogo, pudieron trazar la historia de esta galaxia. Concluyeron que esta galaxia habría tenido un periodo inicial de gran actividad formando nuevas estrellas, que habría durado unos 3.000 millones de años. Tras ello habría tenido una reducción en la actividad para después retomar el ritmo.

Historia universal. La hipótesis sobre los motivos de este ir y venir en la actividad se vilcula con las condiciones del universo inicial. La cantidad de energía era alta en el universo inicial, un universo “caliente”. Esto habría favorecido la rápida formación inicial de estrellas.

Al “enfriarse” esta fomación se habría detenido para luego ir afianzándose. Los resultados y demás detalles del estudio fueron publicados en un artículo en la revista The Astrophysical Journal.

El poder del JWST. El trabajo fue posible gracias a las primeras remesas de datos publicados por el JWST. Esta herramienta ha permitido a los investigadores “acercarse” como nunca antes a objetos tan distantes como esta galaxia.

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Imagen | NASA, ESA, CSA, Kristen McQuinn (RU)

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