Vivir en Marte no será fácil, pero la cosa podría aliviarse un poco gracias a la base espacial que permitirá a los astronautas descansar y refugiarse de las extremas condiciones ambientales del planeta rojo. La misión está siendo ya preparándose en forma de simulacro con astronautas que vivirán en una réplica de esa base, llamada Mars Dune Alpha, en la Tierra.
Para ese simulacro se ha creado una especie de chalet de 160 metros cuadrados con distintas habitaciones para cada astronauta, dos baños, una enfermería, un gimansio y varias zonas de trabajo. El diseño, desde luego, es de lo más llamativo, y permitirá valorar cómo puede llegar a ser la vida en el planeta rojo cuando los astronautas tengan que vivir allí de verdad.
Un chalet marciano estupendo (pero sin piscina)
La NASA ya está buscando a voluntarios que tendrán el reto de pasar nada menos que un año en un hábitat que simula las condiciones de Marte, y junto a ese proceso se está preparando esa réplica de la base espacial que se llamará Mars Dune Alpha y que por su diseño parece más un chalet que una estación espacial al uso.
Los responsables del diseño han sido los arquitectos de la firma BIG-Bjarke Ingles Group, y la idea es la de que ese hábitat permita a los astronautas liberarse de los retos mentales y físicos de una estancia prolongada en Marte.
Una de las novedades es esa distribución que le dará a los astronautas cierta privacidad frente a la habitual práctica de que todos los astronautas compartan los mismos espacios para dormir.
Según los arquitectos, las experiencias en la ISS, los submarinos y las estaciones científicas antárticas han servido para modelar esta distribución de la base espacial.
La estación Mars Dune Alpha cuenta con una enfermería con vegetales acuapónicos, un gimnasio o una sala de tratamientos. La iluminación, temperatura y niveles de ruido pueden ser programados para ajustarse a los ritmos circadianos de los "inquilinos" de este singular chalet, y la altura de los techos varía para "evitar la monotonía espacial y la fatiga".
La base espacial se construirá mediante una impresora 3D, y según la NASA las técnicas de fabricación aditivas de estos sistemas son viables para la creación de estructuras de construcción en el espacio exterior.
Con este proyecto la NASA espera valorar los efectos de las largas estancias en misiones de exploración espacial, y podrían efectivamente plantear misiones de este tipo a medio plazo.
Vía | Quartz
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