Que el impuesto de sociedades del 15% sea sobre los beneficios tiene un fallo: hay quien lo pagaría dos veces

  • En vez de sobre la base imponible, quieren que las empresas paguen el 15% del impuesto de sociedades sobre el resultado contable

  • La falta de convenios efectivos en Europa contra la doble tasación dificulta su aplicación

Acuerdo Psoe Sumar
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Ya conocemos todos los detalles del acuerdo entre el PSOE y Sumar. Entre ellas destaca una propuesta que afecta directamente a las grandes empresas de nuestro país. Un tipo mínimo en el impuesto de sociedades para las grandes empresas del 15%. Un impuesto con el que, según sus cálculos, se pretende recaudar hasta 10.000 millones de euros más cada año.

El texto del acuerdo expone lo siguiente:

"Esta reforma asegurará que se alcanza el 15% efectivo de tributación sobre el resultado contable de las grandes empresas en el impuesto de sociedades en los términos acordados a nivel global y en la UE, la mejora de la progresividad en el IRPF, un trato más igualitario de la tributación de las rentas del capital y del trabajo en este impuesto".

Un 15%... sobre el resultado contable. El acuerdo establece que ese 15% no se aplicará sobre la base imponible, sino sobre el resultado contable. Según explica Yolanda Díaz, líder de Sumar, este impuesto debe aplicarse "sobre los beneficios reales" y no sobre "lo que las empresas nos dicen que perciben".

A vueltas con la ingeniería fiscal. El ejemplo que dan para intentar justificar esta decisión es la enorme diferencia existente entre lo que pagan las grandes empresas finalmente y lo que lo hacen las pequeñas. "Un autónomo o pequeña empresa tributa al 17,5% y las multinacionales lo acaban haciendo al 3,8%", explica Díaz.

En función del sector, las grandes empresas tiene un tipo nominal diferente del impuesto de sociedades. En general es del 25%, salvo para pequeñas y medianas empresas que es del 23% y para la banca y petroleras del 30%. Según los últimos datos, el tipo efectivo fue del 21,8% en España, siete puntos menos que la media de la Unión Europea. El problema es que si lo miramos sobre los beneficios, el tipo efectivo cae al 5,79%.

La promesa de los 10.000 millones de euros. Los ingresos del Impuesto sobre Sociedades sumaron 32.176 millones en 2022. Una cifra considerablemente elevada, aunque todavía lejos de los récords de 2005 a 2007, antes del estallido de la burbuja inmobiliaria.

Según los cálculos de Sumar, aumentar el impuesto de sociedades sobre el resultado contable al 15% permitiría aumentar en casi un tercio toda la recaudación. Si bien, el acuerdo no da más detalles sobre cómo alcanzar esta cifra. Desde el Ministerio de Hacienda no se atreven a dar cifras concretas.

No es la primera vez que este Gobierno, ahora en funciones, ha prometido recaudar una cifra y luego se ha quedado muy lejos. Con la tasa Google se quiso recaudar más de 1.000 millones de euros al año y el resultado ha estado muy lejos; 166 millones en 2021 y 278 millones en 2022. Para después acabar desapareciendo.

El problema de hacer pagar dos veces (en el extranjero y en España). Actualmente el impuesto de sociedades se calcula sobre la base imponible porque hay diversos movimientos que permiten ajustarlo. Esto es descontarse las bases imponibles negativas y por otro lado es que los beneficios en el extranjero ya se pagan allí.

Con una tributación sobre los beneficios, tanto PSOE como Sumar buscan hacer pagar a estas grandes empresas por los beneficios que tienen en todo el mundo, independientemente que en esos países ya hayan pagado por esos beneficios.

En línea con todo el mundo... La armonización fiscal en toda la Unión Europea es algo perseguido por la mayoría de países miembros, pero a la hora de la verdad no se está realizando por la enorme complejidad técnica que supone.

Desde la Unión Europea ya se pactó un impuesto mínimo global, con el objetivo de luchar contra los paraísos fiscales. Un impuesto de sociedades más alto con apoyo a nivel global, incluido Estados Unidos.

... pero muy difícil técnicamente. El problema es que Hacienda no tiene acceso a la información financiera suficiente del extranjero como para aplicar un impuesto de sociedades sobre las ganancias, incluidas las de otros países. Estas empresas podrán argumentar, en base a derecho, que ya han pagado por esas ganancias en Europa y no están obligadas a hacerlo dos veces.

Para que fuera factible, primero deberían implementarse los convenios de trasvase de información tributaria entre países, ya existentes en la Unión Europea pero con dificultades de aplicación. Con una base común de datos financieros efectiva sí empezaría a ser más factible aplicar el impuesto de sociedades tal y como buscan hacer PSOE y Sumar.

Imagen | PSOE

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