Durante muchos años, Netflix fue el servicio de streaming más popular del mundo. Incluso, estableció nuevas reglas para la creación y distribución de contenidos, dando lugar a un nuevo paradigma en la industria del entretenimiento. No obstante, aquellos tiempos han pasado. La compañía se enfrenta a un complejo panorama, donde la competencia es feroz.
En el primer trimestre de 2022, el gigante del streaming perdió suscriptores por primera vez en una década, cuando esperaba ganar alrededor de 2,5 millones. La caída continuó en el segundo trimestre de este año, con 970 mil suscriptores menos, y con la posterior pérdida de su corona, azotado por el descomunal crecimiento de Disney+. Ahora, mientras repiensa su modelo de negocio, Netflix busca reducir costes, según The Wall Street Journal.
Menos beneficios para los empleados, menos gasto en la nube
La crisis encontró rápidamente su primera víctima: los empleados. Como parte de su plan de contención de gastos, la compañía ejecutó los primeros despidos de 2022 y redujo los beneficios para la plantilla. Los empleados ahora tienen un límite de 300 dólares para pedir tazas de café, sudaderas y otros elementos de Netflix. Incluso, a nivel interno también se ha limitado la cantidad de licencias de software pagas que se pueden utilizar.
También hay otra etapa impulsada bajo la etiqueta "reclutamiento de talento emergente". De acuerdo al mencionado periódico, Netflix prefería el personal experimentado para integrar la compañía. Ahora, sin embargo, están pivotando hacia contratos de prácticas y profesionales recién graduados. Este cambio, que se aplica principalmente tareas de ingeniería, permitirá a la compañía gastar menos en salarios "mientras vuelve a crecer".
Pero hay más cambios dentro de la compañía liderada por Reed Hastings. Parte de su ADN de los últimos años era "quemar" una enorme cantidad de dinero para crear contenido original, pero eso viene cavando un agujero de tesorería. Ahora Netflix está tratando de controlar el gasto de contenido. No hay detalles porcentuales, pero posiblemente veamos incrementos más moderados en el volumen de inversión de esta importante área.
Amazon Web Services (AWS) también está bajo la lupa de Netflix. Se trata del proveedor de servicios en la nube de la plataforma, es decir, donde se almacena el contenido que está disponible en todo el mundo. Lo cierto es que también se está buscando reducir gastos allí. ¿Cómo? Limitando la cantidad de copias de datos y optimizando la infraestructura disponible. La pregunta es si esto afectará la calidad del servicio.
Por último, Netflix aprovechará la tendencia del trabajo remoto para cerrar algunas de sus oficinas y reducir los gastos inmobiliarios. El primer paso, según WSJ, será dejar de utilizar las instalaciones que tiene en Salt Lake City. Los empleados que trabajaban en ese lugar seguirán haciendo sus tareas desde sus casas. Por ahora toca esperar para saber qué efecto tendrán estos movimientos en la compañía que supo ser líder de esta industria.
Cabe señalar que estos no son los únicos cambios que Netflix ha puesto en marcha. Hasta ahora, su negocio gira en torno a las suscripciones, pero ha decidido apostar firmemente a desarrollar un modelo publicitario que le permita ofrecer planes más baratos al tiempo que gana dinero con anuncios. Y para conseguirlo ya se ha asociado con Microsoft.
Imágenes | Venti Views (Unsplash)
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