NVIDIA está desatada. Crece de forma vertical y ha vuelto a destrozar sus récords de ingresos y beneficios

  • NVIDIA cierra el año fiscal 2024 con ingresos de casi 61.000 millones de dólares

  • Sus beneficios pasan de 4.400 millones a casi 30.000 millones de dólares

  • La demanda de sus chips especializados en IA ha catapultado a NVIDIA al club de la élite tecnológica

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Ni OpenAI ni Microsoft ni Google: nadie se está beneficiando tanto de auge de la Inteligencia Artificial como NVIDIA, la empresa que ha convertido sus chips en la ventanilla única para despachar procesos de IA generativa. Es la reina de esta fiesta y el ritmo al que crecen sus ingresos asusta.

Sus últimos resultados trimestrales han consolidado la que ya era una tendencia alcista, y ha cerrado su año fiscal 2024 con casi 61.000 millones de dólares en ingresos. Un aumento del 126% respecto al año anterior.

NVIDIA es un faro de lo que está por venir.

Crecimiento vertical fruto de la tormenta perfecta

Aunque su trayectoria al alza viene de mucho tiempo atrás, el gran punto de inflexión en su crecimiento está en el último año y medio. Sus componentes especializados en procesos de IA (incluyendo todo lo que rodea a OpenAI y su ChatGPT, entre otros) ha disparado su demanda sin que haya muchas más alternativas en el mercado.

Esto le ha permitido aumentar sus ingresos a un ritmo inusualmente alto tras tantos años de actividad.

Sus beneficios se han disparado a un ritmo todavía mayor. De los 4.400 millones de dólares del año anterior a los casi 30.000 millones recién anunciados. Buena parte de culpa, los altísimos márgenes brutos de su hardware, que llegan al 76%.

En este último año y medio ese crecimiento no solo ha batido los récords anteriores de la empresa, sino también las expectativas del mercado y los analistas, que ya eran altas. Y esto en una empresa cotizada significa...

Exacto. Su valoración ha aumentado casi un 50% en lo que llevamos de año, un crecimiento tan vertical que es difícil de ver en empresas que llevan cotizando un cuarto de siglo. Pidan un deseo.

Esto también le ha valido un gran aumento del interés por parte de los inversores, y ha sobrepasado a Tesla en volumen de negociación. Para Goldman Sachs se ha convertido en "la acción más importante del mundo", según Bloomberg.

Este arranque de 2024 le ha servido para unirse al club de Microsoft, Apple, Alphabet y Amazon, superando incluso a Meta, quien ha tenido un pasado reciente complicado pero que ha remontado a lo grande. TSMC, productora de los chips de NVIDIA, también se ha beneficiado de este auge hasta el punto de erigirse en la décima empresa de este ranking. Sus ingresos de hecho superan a los de NVIDIA.

Y ahí está NVIDIA, la sexta empresa más valiosa del mundo en este momento a falta de ver cómo evolucionan los próximos meses. Un ascenso fruto de la combinación del trabajo de décadas hasta dar con un timing perfecto para dominar en la gran tendencia tecnológica para la próxima década. La tormenta perfecta para sentarse en la mesa de los grandes aunque no estuviera invitada la fiesta.

Una fiesta que no continuará eternamente. Nadie lo resiste. Pero NVIDIA todavía va a disfrutar de unos cuantos bailes más: su CEO, Jen-Hsun Huang, dijo que "estamos en el primer año de un ciclo de una década de difusión de esta tecnología en todas las industrias". Añadió que los ingresos del trimestre en curso seguirían aumentando hasta unos 24.000 millones de dólares.

Este nuevo aumento supondría triplicar los del mismo trimestre de hace un año y batir —una vez más— las expectativas de los analistas, que se quedaban 2.000 millones por debajo.

Este ritmo de crecimiento permitiría a NVIDIA superar los 100.000 millones de dólares en ingresos para el próximo año fiscal, una nueva barrera psicológica destrozada. Por contextualizar la cifra: 2022 fue el primer año en el que NVIDIA superó una facturación de 20.000 millones de dólares.

Un incremento continuado sostenido en el momento en que más sentido ha cobrado la propiedad intelectual relacionada con la Inteligencia Artificial que la empresa ha desarrollado durante décadas.

El futuro es incierto para todos, también para NVIDIA: las grandes tecnológicas diseñan sus chips para tareas de IA, de momento como un complemento a los de NVIDIA, y OpenAI ya ha dejado claro que quiere ser independiente en este aspecto, algo que debe hacer tintinear los picaportes de la espectacular sede que la empresa tiene en Santa Clara. Pero ese será otro episodio.

Dae momento seguimos esperando la anticipada GPU B100 para este año.

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