Kindle y Kobo tienen una alternativa europea y abierta. Una que integra a las librerías en vez de excluirlas... y está en España

  • Vivlio es la empresa tras las las librerías locales que venden libros electrónicos

  • La mayoría de los ingresos y las cuentas de los clientes siguen siendo de las librerías, no de Vivlio

  • Usan un DRM de código abierto

Vivliodest
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El mercado del libro electrónico tiene un dominador claro, Amazon con su plataforma y dispositivos Kindle. Por detrás, un retador nipón, Kobo, que viene de Rakuten. Y creciendo desde Francia, alguien que lleva más de una década intentando posicionarse como alternativa abierta y europea: Vivlio.

Fundada en 2011, poco después del lanzamiento del primer lector de libros electrónicos de Kobo y cuando Kindle ya contaba por varios millones sus dispositivos vendidos, Vivlio comenzó como un proyecto secundario de Decitre, una cadena de librerías de Lyon. Tiene 35 empleados y suena muy difícil que pueda eclipsar a Amazon... pero al menos se va consolidando como una alternativa minoritaria con otro tipo de enfoque.

Misión: convertir a las librerías tradicionales en vendedoras de ebooks

Inspirándose en modelos como Barnes & Noble en Estados Unidos, Decitre apostó por no rechazar la digitalización de su producto, sino incorporarla a su negocio, y así entró en la venta de libros electrónicos. Sin embargo, Vivlio siguió un camino diferente, apostando por una plataforma de libros electrónicos independiente de cualquier librería. 'Cultura', uno de los mayores comercios libreros en Francia, se convirtió en su accionista.

Vivlio, en última instancia, basa su negocio en hacer que las librerías sigan siendo protagonistas en la venta de libros, aunque ahora sean digitales. También es cierto que los libros siguen manteniendo una fuerte proporción de ventas en formato físico, algo que no ha ocurrido con el cine o la música.

A diferencia de Amazon, que no se asoció con librerías ya establecidas para la distribución de libros y centralizó su negocio; o de Kobo, aliado con Fnac, Vivlio apostó por una industria del libro altamente fragmentada en Europa, creando alianzas con librerías de cualquier tamaño. En Francia, Vivlio se ha asociado con Decitre, Cultura, Furet du Nord y Leclerc, así como con las principales cadenas de librerías en Bélgica (Staandard Boekhandel/Club) y España (Casa del Libro).

Esto significa que si alguna vez has comprado un libro electrónico en Casa del Libro, has comprado a Vivlio. De hecho en la web de esta cadena es bastante explícita esta alianza. Tienen un apartado donde ofrecen sus dispositivos.

Vivlio Ficha de un libro en Casa del Libro para su compra en formato electrónico. Imagen: Casa del Libro.

El modelo de Vivlio se basa en dos promesas a sus socios: que la cuenta del cliente sigue siendo de la librería, no de Vivlio; y que la mayor parte de los ingresos por las ventas continuarán siendo para la librería. Una propuesta diferente a la de buscar el negocio del libro electrónico excluyendo a las librerías.

Para conseguir que sus libros electrónicos funcionasen a nivel comercial, era importante ofrecer también un dispositivo adecuado, sin depender de la compatibilidad de un tercero.

Eso hicieron tras aliarse con PocketBook, un fabricante suizo de dispositivos de tinta electrónica, que empezó a ofrecer sus modelos con una capa de software adaptada a Vivlio y su sincronización de compras, almacenamiento en la nube, etc. Incluso permiten el inicio de sesión con cuentas de las librerías asociadas.

Como hacen otros fabricantes, tiene su propuesta comercial divivida en tres categorías: un modelo básico de seis pulgadas, una versión de alta resolución y otro modelo de casi ocho pulgadas.

Vivlio2 Los dos modelos de lectores de Vivlio que vende Casa del Libro, con su logo serigrafiado en el frontal. A la izquierda, Vivlio Touch Lux 5 (130 euros). A la derecha, Vivlio Touch HD (160 euros). Imagen: Casa del Libro.

Los libros son archivos epub, el formato dominante del sector hoy en día, pero el problema que tuvo Vivlio llegó con el método de protección anticopia, lo que evita que un libro quede disponible para la distribución masiva online gratuita. Amazon, Rakuten, Apple y compañía tienen sus propias soluciones, pero los vendedores minoritarios como Vivlio recurren al DRM que ofrece Adobe. O recurrían, porque Vivlio tuvo problemas en forma de quejas de clientes y acabó pasando a usar Readium LCP, un DRM de código abierto, según explica TechCrunch.

Readium LCP es una solución usada por multitud de instituciones y empresas, y en España hay varios ejemplos: Libranda, Xercode, el Instituto Cervantes o la propia eBiblio utilizan este sistema, que hace que Vivlio no solo tenga una estructura de negocio singular, sino que además forme parte de un ecosistema abierto.

Imagen destacada | Ed Robertson en Unsplash, Casa del Libro.

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