A la Administración liderada por Joe Biden le han entrado las prisas de última hora. Donald Trump regresará a la Casa Blanca el próximo 20 de enero, por lo que tiene menos de dos meses para terminar todos los proyectos que presumiblemente serán anulados cuando el próximo presidente de EEUU recupere el mandato. Y uno de los planes más ambiciosos de cuantos ha puesto en marcha el Gobierno actual es el programa 'Chips and Science Act' aprobado en julio de 2022.
Este proyecto destina nada menos que 52.000 millones de dólares específicamente a las empresas que se dedican al diseño o la fabricación de circuitos integrados. Donald Trump ha expresado en varias ocasiones que este plan de la Administración Biden es tan malo que si ganaba las elecciones lo cancelaría y utilizaría en su lugar aranceles para obligar a las empresas a fabricar semiconductores en EEUU.
La última vez que Donald Trump expuso su argumentación contra el programa 'CHIPS' fue en octubre, en el podcast de Joe Rogan: "Pusimos millones de dólares encima de la mesa para que compañías ricas vinieran, tomaran prestado el dinero y construyeran empresas de chips aquí. Y de todos modos no nos van a dar las mejores empresas". Este tipo de declaraciones son las que han alertado a los diseñadores y fabricantes de semiconductores.
El Departamento de Comercio se está apresurando para entregar el dinero del plan 'CHIPS'
En la coyuntura actual la llegada de Trump a la Casa Blanca vierte una enorme incertidumbre sobre la industria estadounidense de los semiconductores en general, y sobre las empresas extranjeras de chips en particular. De hecho, la estrategia de expansión en EEUU de TSMC y Samsung podría verse alterada si la llegada a la Casa Blanca de Trump les impidiese recibir los fondos del programa 'CHIPS' a los que aspiran.
El Departamento de Comercio está poniendo toda la carne en el asador con el propósito de entregar el dinero de las subvenciones antes de la llegada de Donald Trump
Esto ha provocado que algunas de estas compañías se vean obligadas de repente a darse toda la prisa posible para finalizar sus solicitudes con el propósito de cobrar el dinero de las subvenciones antes de que el próximo presidente de EEUU recupere el mandado. Según POLITICO, el Departamento de Comercio, que está liderado por la controvertida Gina Raimondo, está poniendo toda la carne en el asador con el propósito de entregar el dinero de las subvenciones antes de la llegada de Donald Trump.
"Me gustaría tener casi todo el dinero comprometido para cuando nos vayamos. Ese es el objetivo, y estamos decididos a zanjar nuestros compromisos con las grandes empresas de vanguardia". Esta declaración de Raimondo no deja lugar a dudas acerca de la intención de la Administración de Joe Biden, aunque no va a tenerlo fácil. Hasta ahora solo dos empresas han recibido las subvenciones que habían acordado con el Departamento de Comercio dentro del programa 'CHIPS', por lo que Intel, Micron, Samsung o SK Hynix, entre otras compañías, todavía no tienen el dinero prometido por los gestores de este plan.
Para alcanzar su propósito Gina Raimondo ha confesado que ha pedido al personal del Departamento de Comercio que trabaje los fines de semana. No obstante, esto no es todo. También ha hablado con los directores generales de las compañías que esperan recibir las subvenciones para que aceleren las negociaciones y la entrega de la documentación que requiere este proceso. "La ley CHIPS es un programa de seguridad nacional que aún cuenta con un gran apoyo bipartidista hasta el día de hoy", defiende Raimondo. Ya veremos si consigue su objetivo, pero no debemos pasar por alto que, como sentencia el titular del artículo de POLITICO, esta gestora tiene una misión urgente: no dejar fondos para Trump.
Imagen | TSMC
Más información | POLITICO
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