La última idea de Trump, según Axios, es usar bombas nucleares para frenar a los huracanes: es una pésima idea

La última idea de Trump, según Axios, es usar bombas nucleares para frenar a los huracanes: es una pésima idea
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Esta madrugada, la revista Axios nos sorprendía con la revelación de que Trump ha sugerido varias veces a altos funcionarios de Seguridad Nacional que exploren la idea de usar bombas nucleares para evitar que los huracanes golpeen las costas los Estados Unidos. Donald Trump, por su parte, lo ha negado todo vía twitter.

Más allá de la polémica, la idea de que bombardear huracanes no es nueva en absoluto. Probablemente, la primera vez que se planteó en serio fue a finales de los 50 durante la presidencia de Eisenhower y, con el tiempo, se ha hecho muy popular. Lamentablemente, la respuesta de los científicos siempre ha sido la misma: no, no funcionaría. Os explicamos por qué

Una. Mala. Idea.

Nasa 5477l9z5eqi Unsplash NASA

La popularidad de la idea ha hecho que instituciones como la NOAA, Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EEUU, hayan dedicado una sección de su web a explicar por qué es una mala idea: "Además del hecho de que esto podría ni siquiera alterar la tormenta, este enfoque olvida el problema de que la lluvia radiactiva liberada se movería rápidamente con los vientos alisios para afectar las áreas terrestres y causar problemas ambientales devastadores".

En esencia, el problema de usar bombas para destruir huracanes es la fuerza que despliegan estos últimos. Un huracán desarrollado puede liberar energía térmica a "una velocidad de 5 a 20x1013". Esto es equivalente a la explosión de una bomba nuclear de 10 megatones cada 20 minutos". Para que nos hagamos una idea, la bomba de Hiroshima fueron solo 10 kilotones.

Chris Landsea explicaba que tampoco es viable cambiar la presión atmosférica del ojo del huracán. "Para cambiar un huracán de categoría 5 en un huracán de categoría 2, tendríamos que agregar aproximadamente media tonelada de aire por cada metro cuadrado dentro del ojo". Eso suma un total ligeramente por encima de los 500 millones de toneladas de aire en un radio de 20 km. Algo técnicamente inviable.

Por lo demás, tampoco es aconsejable atacar a las tormentas tropicales antes de que se hagan "mayores". El Atlántico tiene cada año unas 80 perturbaciones atmosféricas de este tipo y, de media, solo cinco se convierten en huracanes. Como no tenemos forma de saber cuales serán, bombardear todas convertiría el océano en un escenario posnuclear de consecuencias terribles.

Es por esto, precisamente, que este tipo de pruebas además de erróneas, son ilegales. Axios explicaba que esta idea conllevaría una violación del Tratado de Pruebas Nucleares con Fines Pacíficos y que obligarían a renegociar todo el entramado de controles de las bombas nucleares para quepudieran llevarse a cabo. Demasiada tela que cortar incluso para el verano.

Imagen | History In Hd

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