La Gran Barrera de Coral, una de las estructuras vivas más importantes y grandes del planeta, está muriendo. Es algo que ya sabíamos desde hace tiempo y las constantes decoloraciones de los arrecifes son prueba de ello. La solución es simplemente evitar el cambio climático, aunque pequeños arreglos también se han intentando, como el robot que mata las estrellas de mar. Hay más.
Una reciente investigación publicada en Nature muestra cómo podríamos alargar la vida (o frenar la muerte) de la Gran Barrera de Coral durante unas cuantas décadas. Para ello los investigadores recurrieron a una nueva forma de mantener las temperaturas de los océanos más bajas y, en consecuencia, mejorar las condiciones del ecosistema de corales.
Nubes brillantes, arrecifes flamantes
El proyecto corre a cargo del Instituto de Ciencias Marinas de Sydney y la Universidad Southern Cross. El equipo de investigadores probó una tecnología que consigue blanquear las nubes sobre los océanos. Tras probarlo frente a la costa noroeste de Queensland, Australia, dicen que puede ser una forma viable para salvar a los corales.
Pero, ¿en qué consiste exactamente? Se trata de utilizar un enorme tubo que recoge agua del mar y para rociarla fuera de nuevo mediante una turbina. Durante este proceso consiguen "atomizar" el agua, o dispersarla lo suficiente como para que las partículas de agua queden suspendidas en el aire.
Gracias a las 320 boquillas que tiene el tubo, el agua queda dividida en gotas microscópicas que rocían el aire y al evaporarse se lleva los cristales nanométricos de sal marina. Estos cristales de sal marina son brillantes, consiguiendo así que al subir a la atmósfera las nubes sean más brillantes o blancas. Estas nubes actúan como una especie de espejo, reflejando o desviando la luz solar más fácilmente y así mantienen las aguas de la superficie a una temperatura más baja.
Para la investigación el equipo de científicos probó la tecnología y monitorizaron cómo se comportaba estas partículas microscópicas al ser rociadas en el aire, así como la temperatura del agua posteriormente. Si bien es un sistema viable y realmente no es contaminan al no utilizar absolutamente nada más allá del agua del océano, plantea otras dudas relacionadas con la geoingeniería.
La idea de modificar el clima para nuestro propio beneficio no es algo nuevo ni tampoco descabellado. Hemos visto estos proyectos en múltiples ocasiones y permite hacer llover en Emiratos Árabes en pleno desierto. En China de hecho hasta quieren controlar la lluvia en mitad del país para 2025. Pero esto tiene consecuencias para el resto, la lluvia que se consigue en un lugar se quita de otro. Lo mismo ocurre con las nubes brillantes sobre e arrecife de coral.
Más información | Nature y Southern Cross University
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