La fascinante historia de la isla que se niega a morir y que tiene sorprendidos a los investigadores de la NASA

La fascinante historia de la isla que se niega a morir y que tiene sorprendidos a los investigadores de la NASA
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A inicios de 2015, un volcán subacuático entró en erupción dentro de la región perteneciente al Reino de Tonga, dentro del Océano Pacífico. La mezcla de lava y una gran nube de ceniza volcánica dieron vida a una isla que bautizaron como 'Hunga Tonga-Hunga Ha'apai', a la cual los investigadores le daban tres o cuatro meses de vida debido a los impactos del océano.

La sorpresa es que a casi tres años de su formación la isla sigue en pie contra todo pronóstico, lo que ha llamado la atención de investigadores de la NASA quienes ahora dicen que podría durar décadas. Lo impresionante de todo esto es que la isla ha ido cambiando su forma en estos años y nadie sabe bien por qué.

La primera isla de este tipo en 50 años

Jim Garvin, científico en jefe del Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA, dio recientemente una conferencia para la Unión Geofísica Estadounidense, donde mostró impresionantes detalles de este extraño tipo de isla, algo que no ocurría desde 1963.

En 1963 nació Surtsey, una isla ubicada frente a la costa de Islandia que surgió tras la erupción de un volcán y que a día de hoy sigue ahí. En el caso de Hunga Tonga-Hunga Ha'apai se cree que la mezcla química entre el agua caliente del océano y el material volcánico hicieron que las costas rocosas se endurecieran después de la erupción, creando así una barrera que la protege del impacto de las olas.

Como ya había mencionado, su transformación es increíble y lo podemos ver en el siguiente vídeo:

Si todas estas suposiciones resultan ser correctas, estaríamos ante el nacimiento de una nueva 'Surtsey', lo que significa que esta nueva isla podría durar décadas e incluso tener las condiciones para albergar vida.

Esto ha provocado que los científicos hayan empezado a monitorizar la isla a través de imágenes satelitales mensuales para conocer los cambios, así como con embarcaciones que se dedican a mapear el lecho marino y saber cómo reacciona la fauna del lugar.

En un inicio, Hunga Tonga-Hunga Ha'apai tenía un forma ovalada y se elevaba más allá de los 122 metros desde sus costas hasta un cono de piedra ubicado en el centro. Con el paso del tiempo ha ido cambiando su forma hacia un aspecto más delgado y alargado.

Hunga Tonga Hunga Ha Apai 2

En abril 2015 la isla presentó su primer cambio importante, ya que los acantilados del borde sur del cráter se habían derrumbado, y días más tarde los remanentes terminaron por caer para así abrir un lago central. Ante esto, muchos pensaron que las olas impactarían en el interior del cráter y acelerarían el colapso, pero no, unas semanas más tarde se formó un banco de arena que protege el lago.

Como el mismo Garvin lo ha mencionado: "esta isla está luchando por su vida", ya que los estudios han mostrado que el volumen total de la isla se ha mantenido e incluso se ha incrementado a medida a que el material del cono se erosiona y se acumula a lo largo de las costas.

Hunga Tonga Hunga Ha Apai 3

Hoy día las predicciones le dan una vida de entre seis años y tres décadas, pero viendo todo lo que ha ocurrido, cualquier sorpresa puede ser posible, ya que todo dependerá de que tan rápido se desestabilice el cono central.

Según la NASA, este tipo de formaciones nos ayudará a entender más acerca de la historia de nuestros continentes, incluso puede servir para tratar de comprender qué fue lo que ocurrió en Marte, ya que presenta varias superficies que parecen pequeños volcanes muy similares al de Hunga Tonga-Hunga Ha'apai, la mala noticia es que se desconoce el contexto en el que se formaron.

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