Cómo los Andes se hicieron tan grandes en tan poco tiempo siempre había sido un misterio. Hasta ahora

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Los Andes son una de las cordilleras más prominentes de nuestro planeta. Situados a lo largo del litoral oeste de Sudamérica, estas montañas guardan un secreto que intriga a los geólogos y que tiene que ver con su formación. Concretamente, el de cómo es posible que la cordillera alcanzara su gran tamaño en un periodo geológico relativamente breve.

Movimientos “repentinos”. Un nuevo estudio ha ofrecido algo de luz sobre cómo logró la cordillera de los Andes crecer tanto en tan poco tiempo. La respuesta estaría en una serie de frenazos bruscos (en términos geológicos) en la tectónica de placas. Es decir, dos periodos de unos pocos millones de años en los que el este movimiento, lento pero persistente se hizo aún más pausado, fueron responsables del repentino crecimiento de los Andes.

Un vaivén geológico. La cordillera de los andes se sitúa en la zona más occidental de la placa tectónica sudamericana, cerca del límite de esta con las placas Antártica y de Nazca. Los Andes son fruto de la presión que ejerce la placa de Nazca sobre la sudamericana, haciendo que esta se comprima y arrugue.

Sin embargo las placas suelen moverse de manera caótica, es decir, en base a interacciones muy complejas, y su movimiento está lejos de ser constante y uniforme, sino que puede acelerar o frenarse a lo largo de decenas de millones de años o, como en este caso, unos pocos millones de años.

“En los periodos hasta las dos ralentizaciones, la placa inmediatamente al oeste, la Placa de Nazca, se adentró bajo las montañas y las comprimió, haciendo que crecieran en altura. Este resultad podría indicar que parte de la cordillera preexistente actuó como un freno tanto en la placa de Nazca como en la de Sudamérica. Según las placas redujeron su velocidad, las montañas crecieron en anchura”, explicaba en una nota de prensa Valentina Espinoza, una de las autoras del trabajo.

La Tierra como referencia. En su investigación, Espinoza y el resto del equipo estimaron cuándo y en qué medida se produjeron estos parones tectónicos. El primero de ellos ocurrió hace entre 10 y 14 millones de años y vio una reducción del 13% en la velocidad de desplazamiento de las placas. El segundo fue aún más importante, con una deceleración del 20% hace entre 5 y 9 millones de años.

Para llegar a esta conclusión, el equipo de investigadores recurrió a modelos geológicos de alta resolución destinados a analizar los movimientos relativos entre unas y otras placas tectónicas. Con una diferencia, esta vez analizaron los movimientos de las placas relativos al planeta en su conjunto.

Esto hace que la metodología pueda ser más fácilmente aplicable a otros contextos y puntos geográficos. Los detalles sobre la metodología y resultados fueron publicados a modo de artículo en la revista Earth and Planetary Science Letters.

Distintas explicaciones. Los autores plantean dos hipótesis para explicar la súbita reducción en la velocidad de desplazamiento de las placas. La hipótesis principal es la delaminación. Este fenómeno  se da cuando trozos de la corteza terrestre se desgajan de ésta y se hunden en el manto.

Este proceso puede darse cuando, como es el caso de la frontera entre las placas de Nazca y Sudamérica, existe un fenómeno de subducción, es decir, una placa se hunde bajo la otra. Este desgajamiento haría a la corteza terrestre perder peso y así crecer en altura.

La hipótesis alternativa que plantea el equipo es la de un cambio rápido en las corrientes de calor que circulan en el manto terrestre. Como un cambio en una corriente de agua podría afectar al movimiento de un iceberg en su superficie este en las corrientes convectivas del manto terrestre habría afectado a las placas tectónicas que “flotan” sobre él.

Lejos de resolver todas las dudas. Las hipótesis que plantea el equipo pueden ayudar a despejar las dudas sobre cómo se formaron los Andes, cuándo y a qué velocidad, pero también pueden ayudarnos a entender la formación de otros lugares en todo el mundo.

Entender la dinámica de placas es también importante para poder comprender mejor las circunstancias que rodean la aparición de terremotos. Quizá así algún día seamos capaces, si no de predecirlos, al menos de prevenir sus peores consecuencias.

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Imagen | Kabelleger / David Gubler; CC BY-SA 4.0

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