Italia ha pasado de gran potencia del olivo a una decadencia irremediable. Es el precedente más peligroso para España

La mitad del 1,1 millones de hectáreas de olivo que hay en el país están en proceso de abandono. La mitad

aceite italiano
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A principios de los años 90, España e Italia se disputaban, mano a mano, el trono del primer país productor mundial de aceite de oliva.  el aceite español ha sido imbatible a nivel internacional. Hoy por hoy, incluso en el peor de los años, España está a años luz de cualquiera de las otras penínsulas mediterráneas. Una victoria total y absoluta que, sin embargo, tiene un enorme punto oscuro.

Porque España ha ganado por méritos propios, sí. Hoy el mundo produce el doble de aceite que hace 30 años y España, ella solita, viene generando el 40% del total. Pero mientras crecíamos y crecíamos, Italia se estancaba, primero; y se deshacía, después.

L'Italia sensa olio. A día de hoy, los olivos italianos no pueden producir ni la mitad del aceite que consume Italia y el problema, como digo, viene de largo. La producción italiana viene cayendo año tras año hasta el punto que empieza a ser insostenible.

¿Tan mal está la situación? Según el Centro de Estudios de ItaliaOlivicola, la mitad del 1,1 millones de hectáreas de olivo que hay en el país están en proceso de abandono. 200.000 hectáreas están en estado de abandono total y más de 300.000 son gestionadas con "prácticas puramente de mantenimiento".

Eso quiere decir que garantizan una producción muy baja, grandes variaciones anuales y están muy expuestas a eventos climáticos, meteorológicos o enfermedades. 300.000 hectáreas de olivar sobreviven como pueden y cualquier imprevisto las saca de producción.

Crónica de una muerte anunciada. Estos años, el sector olivarero español ha estado monitorizando el derrumbe italiano. Durante la mayor parte del tiempo, el músculo productivo español podía 'sacar partido' de la situación. Teníamos aceite para todos y que el país que más aceite consume del mundo (el tercero per cápita) deje de producirlo eran buenas noticias.

El problema es que ahora no hay tanto aceite. La producción italiana se encuentra en una situación parecida a la española y lleva dos años acumulando cantidades por debajo de lo normal, pero la salud de su sector es mucho peor que la del nuestro. Es decir, que la probabilidad de que buena parte de esas 300.000 hectáreas pasen a ser no productivas es mayor cada día que pasa.

Y eso, redoblaría la presión de los mercados internacionales sobre el aceite español, contribuyendo aún más a la escalda de precios.

Porque, recordemos, esto no solo es un problema de escasez de la aceituna. Es también una cuestión del precio de los costos de producción (energía, riego, fertilizantes, mano de obra, gastos administrativos...). Y, como podemos ver estos días en las calles del país, no es algo que tenga visos de resolverse.

Aunque puede ser peor. Parece que en los últimos años, las pérdidas de tierra arable (655.663 hectáreas en los últimos 10 años) se ha ido compensando con crecimientos moderados en los cultivos leñosos (484.644 hectáreas de pistachos, aguacates, mangos y también olivos). Pero a la luz de esta sequía, tampoco podemos asegurar que sea una estrategia de futuro.

Al fin y al cabo, el peor escenario no es que vengan unos años malos y luego todo vuelva a la normalidad. El peor escenario es que Italia no sea un caso anómalo, sino que sencillamente sea nuestro futuro.

Imagen | Ray in Manila

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