Rusia controla el 12% de todas las criptomonedas. Y su gobierno ha entendido que prohibirlas es mala idea

Rusia controla el 12% de todas las criptomonedas. Y su gobierno ha entendido que prohibirlas es mala idea
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El Gobierno ruso y su banco central por fin se han puesto de acuerdo con las criptodivisas: van a regularlas y reconocerlas oficialmente, aunque aún no queda claro si como un elemento análogo a una moneda o como un activo financiero. Se pone así fin a meses de especulación en los que se había propuesto incluso su prohibición en uno de los estados donde más criptos se minan y poseen.

La regulación. El Gobierno de Rusia ha informado, mediante un comunicado oficial, de que va a regular el intercambio de monedas digitales “con obligaciones estrictas para todos los participantes del mercado profesional y énfasis en los derechos de los inversores ordinarios”. El objetivo, por tanto, es controlar el flujo de criptodivisas y, sobre todo, gravarlo con impuestos.

En cuanto a su calificación, el Gobierno ruso no la ha aclarado. En su comunicado habla en todo momento de activos financieros, pero los medios especializados, tras revisar el borrador de la norma, especulan con que el Ejecutivo ruso quiere reconocer las criptomonedas como un elemento análogo a las monedas de curso corriente.

Ahora sí, ahora no. El anuncio del Gobierno ruso es bastante llamativo si tenemos en cuenta que hace tan solo unas semanas el Banco Central de Rusia cargó duramente contra las criptodivisas, señalando que su difusión tenía efectos negativos para la sociedad, y propuso prohibir su minería en todo su territorio. El Ejecutivo, en cambio, siempre se ha mostrado más partidario de su regulación, fundamentalmente por motivos económicos.

El 12%. Y es que se estima que los ciudadanos rusos tienen alrededor del 12% de todas las criptodivisas que existen en el mundo. O, lo que es lo mismo, unos 214.000 millones de dólares en criptomoneda, que es casi un tercio de la capitalización bursátil total de las empresas del país. Una cantidad ingente de dinero que, de regularse, supondría enormes ingresos para el fisco ruso en forma de impuestos.

“La ausencia total de regulación de esta industria, así como el establecimiento de una prohibición, conduciría a un aumento en la participación de la economía sumergida, un aumento en los casos de fraude y la desestabilización de la industria en su conjunto”, justifica el Gobierno ruso en su comunicado.

Otros casos. De esta forma, Rusia se acerca a la postura de Occidente con las criptomonedas y se aleja de la de China. Los asiáticos prohibieron tanto el minado como las transacciones de criptodivisas en su país hace unos meses, y sólo aceptan el uso de activos digitales controlados por el Estado.

Estados Unidos y la Unión Europea (tanto en conjunto como individualmente por países) están apostando más por la senda de la regulación del mercado mediante leyes que protejan a los inversores e impuestos que graven las transacciones como un activo financiero más. En este sentido, la UE se está tomando las cosas con calma, y la norma comunitaria que está preparando no entrará en vigor al menos hasta 2024. Por eso, países como España ya han desarrollado reglas nacionales para controla el intercambio de criptoactivos.

Todos los estados quieren controlarlas. Así, ya sea prohibiendo el mercado descentralizado o tratando de regularlo, lo que está claro es que los distintos países han abierto los ojos y están viendo que el sector ha crecido tanto y maneja tantísimo capital que es necesario controlarlo. Bien porque no quieren que el Estado pierda el poder fiduciario que siempre ha ostentado, porque sinceramente quieren proteger a sus ciudadanos de los posibles fraudes, o, simplemente, porque están deseosos de sacar tajada mediante impuestos, todos tratan de atar corto a las criptodivisas.

Monedas digitales del Estado. Y, mientras tratan de controlarlo, también exploran la conveniencia de crear monedas digitales centralizadas. China es la que más aventajada está en este sentido, ya que el yuan digital lleva funcionando un tiempo e incluso se ha introducido como método de pago válido para los extranjeros que participan en los Juegos Olímpicos de invierno de Pekín.

En Estados Unidos, la Reserva Federal publicó recientemente un informe en el que se analizaban los pros y los contras de dotarse de un hipotético dólar digital. El documento subrayaba que, de no desarrollar esta divisa a tiempo, el país podría perder la supremacía que actualmente ostenta en los mercados mundiales gracias a su fuerte moneda. Europa, por su parte, va a iniciar una investigación parecida el próximo verano para valorar las ventajas que podría tener un euro digital.

Imagen | Ewan Kennedy

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