A Intel pocos le marcan cuando tiene que renovar - y evolucionar - sus procesadores, y es una pena, ya que a muchos nos gustaría que empresas como AMD le pusieran más a menudo entre la espada y la pared - confiamos en Ryzen -. Por este poderío en el mercado nos estamos ‘comiendo’ unos procesadores Kaby Lake que podrían haber sido mucho mejores, o al menos no están suponiendo una mejora importante con respecto a lo que ya teníamos.
Esa séptima generación de procesadores tiene los días contados, entre junio y finales de año vamos a conocer en el mercado lo que sería la octava familia de procesadores, mejor conocida como ‘Coffee Lake’. No es una sorpresa pero había que contarlo: cada año, sobre las mismas fechas, Intel está renovando procesadores.
¿Cómo van a ser? Pues sabemos bien poco sobre ellos, pero lo primero que hay que poner sobre la mesa es que su proceso de fabricación estará basado en tecnología de 14nm, que es lo mismo que se utiliza en los actuales, y es algo que Intel tiene controlado desde 2014. Así que tampoco podemos esperar que sean una revolución en potencia y eficiencia.
Arquitectura optimizada para correr más
Como podéis ver en las gráficas utilizadas por la compañía, un tope de gama como es Core i7 de la octava generación, será un 15% más potente que el equivalente en Kaby Lake. Ese mismo porcentaje es el que se ganaba con los de sexta generación - Skylake -, así que parece que la evolución está bastante controlada.
¿Cuándo vendrá lo bueno? Pues lo más interesante que tiene en el horno la gente de Intel es ‘Cannonlake’ y si las filtraciones no fallan debería haber algo sólido antes de terminar este 2017. Lo haría inicialmente en formato portátil.
Se trata de una familia de procesadores que sí estarán creados con tecnología de fabricación de 10nm: aquí si se notará un salto importante en eficiencia y potencia por pocos núcleos y velocidades que le metan a los micros.
El CEO de Intel, Brian Kraznich, también ha anunciado esta semana que se va a crear una nueva fábrica en Arizona. La misión de ese complejo es poder crear con garantías productos con 7nm, que serán presentados cuando los Cannonlake ya empiecen a ser una realidad en nuestros ordenadores.
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