La crisis de los semiconductores hace que no corran buenos tiempos para la disponibilidad de multitud de productos de electrónica, y factores como el crecimiento de casos de COVID en países clave en el proceso de producción como Vietnam o Malasia no auguran nada nuevo. Mientras tanto, The Wall Street Journal cuenta que TSMC, el mayor fabricante mundial de chips para terceros, planea subir los precios hasta en un 20%.
Por su parte, DigiTimes ha informado de que TSMC ya ha enviado información con estos planes a los clientes a los que fabrica chips, entre los que se encuentran los más grandes del sector: Apple, Nvidia, AMD, Qualcomm, Mediatek, etc, es decir, compañías de las que prácticamente consumidor depende a la hora de adquirir hardware.
Un 10% de subida en los chips más avanzados y un 20% en chips de 16 nm y superiores
Tanto The Wall Street Journal como DigiTimes coinciden en que la subida de precio de TSMC se divide en dos: un incremento del 10% en chips de procesos avanzados, es decir, de 7 nanómetros hacia abajo (5 nanómetros hasta ahora), y un incremento del 20% en chips que usen 16 nanómetros y procesos más antiguos.
En este sentido, la medida afecta incluso a fabricantes de coches, pues es en ellos donde el proceso de fabricación no tiene tanta importancia y se opta por recurrir a litografías que están lejos de lo último y son más baratas. Según datos de ingresos que TSMC ofrece a inversores, 5 y 7 nanómetros suponen un 49% de los ingresos totales, mientras que procesos como 16 y 28 nm suponen un 14% y 11% respectivamente.
La subida de precios de TSMC está planeada para finales de año o el próximo año, según los citados medios, por lo que, si por falta de stock ya podíamos ver crecimiento en precios en toda la tecnología de consumo, ahora es posible que también lo veamos por subida de precio de los componentes.
Según el WSJ, la nueva política de TSMC atiende a dos razones. A corto plazo, reducir la demanda y mantener las entregas a clientes que no tengan otra opción. A largo plazo, invertir en más plantas, que parece una de las costosas soluciones con las que salir de la crisis de semiconductores. De hecho, TSMC ya había anunciado una inversión de 100.000 millones en nuevas fábricas y en I+D.
Emmanuel Fromont, presidente de Acer EMEA, ya reconoció a Xataka que los precios de los portátiles estaban subiendo con la crisis de semiconductores como una de las claves, aunque también hay otros factores que lo explican, como la subida de precios de las materias primas o el incremento de coste de enviar los contenedores, otra situación que va a peor.
En general, los chips tienen un coste elevado, y una variación de precio de un año a otro puede traducirse en precios más altos para el cliente final en nuevos lanzamientos y en productos vigentes. La subida de precio (confirmada por un ejecutivo de POCO) que Qualcomm efectuó del Snapdragon 855 al 865 al llevar el módem 5G al interior del nuevo SoC hizo que, en 2020, mucha de la gama alta que lo equipaba subiera de precio frente a la de años anteriores. Cada compañía puede elegir qué hacer, si reducir su margen o si repercutir la subida de TSMC al cliente final. Si ocurre como en otros casos, veremos tecnología más cara que en 2021.
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