Disponible ya en Corea y el próximo mes de julio en España por 700 euros, el ASUS Padfone ha pasado puntual por mi mesa de trabajo en Xataka.
Pero no lo ha hecho solo. El ASUS Padfone no puede valorarse de forma individual porque su enorme atractivo se lo dan sus accesorios, que no son pocos. Desde un puntero que hace de manos libres a una base con teclado que convierte en portátil un tablet Android 4.0 que podemos conseguir con solo meter el teléfono en su parte trasera.
Si te interesa conocer cómo será el futuro de los dispositivos móviles, no dejes de seguir leyendo mi análisis del ASUS PadFone.
ASUS Padfone, un teléfono que viene del futuro
Si bien Motorola con su terminal Atrix logró que pensáramos que la era de los dispositivos móviles como equipos completos había llegado – o le quedaba muy poco para hacerlo -, el ASUS Padfone es el terminal híbrido que se pone a la cabeza de esta concepto llegado del futuro.
Inicialmente ambas marcas parten de la misma idea: un teléfono que se convierte en algo más. Pero la completa gama de accesorios con la que viene acompañado el ASUS Padfone y que ya lleve de serie el sistema operativo Android 4.0 le han hecho tomar clara ventaja.
El objetivo inicial es que no tengamos que comprar un smartphone y un tablet sino solo el teléfono y el accesorio en forma de pantalla. Dicho esto, toca ya que os cuente qué me ha parecido el ASUS Padfone y compañía.
Análisis en vídeo del ASUS Padfone
Un terminal tan espectacular como el ASUS Padfone pedía a gritos una sesión de nuestros videoanálisis para verlo de cerca y conocer cómo es su estrecha relación con los accesorios con los que viene emparejado:
En Youtube | ASUS Padfone en vídeo.
Diseño
Aunque lo llamativo del Padfone de ASUS es su gama de accesorios para convertirse en un tablet y en un portátil, el terminal no pierde entidad como teléfono independiente ni mucho menos. Sin embargo debes tener en cuenta que ASUS no lo va a vender de forma separada de su Padfone Station.
Con una pantalla de 4.3 pulgadas, puede presumir de cuerpo delgado, contenido en dimensiones, bien acabado y con un peso que mejora en general el de la competencia.
Los datos sobre el papel son de 9.2 mm de grosor y peso de 129 gramos, que como podéis ver en el siguiente gráfico, lo deja muy bien colocado entre los terminales con pantalla de la misma diagonal más importantes del ecosistema Android.
El ASUS Padfone es muy agradable en mano. La parte frontal está toda recubierta de cristal, con un marco metálico que le sienta genial y transmite sensación de terminal de empaque.
Ningún botón se atreve a trastocar esa continuidad de líneas, y solo el altavoz en la parte superior (junto con la cámara frontal) y el logo de ASUS en la parte inferior se aprecian en la lisa parte delantera.
Con Android 4.0 mediante, no hay botones físicos para Android, pues quedan reservados para la parte inferior de la pantalla.
La parte trasera es una vieja conocida ya. El relieve de círculos concéntricos alrededor de la cámara de fotos principal es ya una “marca de la casa” en equipos de nivel como el tablet Transformer Prime o el portátil Zenbook. Pese la imagen impecable que da esa carcasa, el material del que está fabricada es plástico, muy fino y resistente.
Esa tapa oculta el compartimento para la batería (extraíble), la tarjeta de tipo SIM y microSD con la que podemos ampliar la memoria interna del terminal. Sobre ella está la cámara, el flash LED justo debajo y a un lado, el altavoz. Abajo del todo, bien grabado, queda el nombre del terminal: Padfone.
Respecto a los botones físicos, tanto el de encendido en la parte superior derecha (donde también encontramos la entrada de audio de 3.5 mm) como los dos de volumen (separados) en la lateral derecha, tiene un acabado, tacto y dimensiones excelentes. Ya quedan para el lateral izquierdo el punto de conexión con el accesorio para convertirlo en tablet y dos puertos que es sencillo confundir y no hubiera estado de más separar: microHDMI y microUSB.
Pantalla
ASUS ha escogido una diagonal que me gusta mucho para su Padfone. 4.3 pulgadas con tecnología AMOLED en la que la resolución es de 960×540 píxeles, suficiente para manejarse por ella pero que ya tiene a rivales bien preparados con la resolución 720p.
Esto no es mayor problema si no conoces pantallas con más resolución, pero una vez que las has tenido frente a tus ojos, es normal que no quieras volver atrás, con lo que miras no de tan buena manera otras resoluciones menores.
Sobre la elección de un panel SuperAMOLED sin el Plus como apellido ya se ha dicho todo. Tiene buen brillo, colorido y ángulos de visión, pero para maniáticos es sencillo encontrar el problema asociado al uso de la tecnología PenTile.
Pero hay que admitir que gracias a la elección de este panel y no un LCD “clásico”, el grosor se ha podido mantener en un rango decente, aunque HTC ya nos demostró con su One X que panel LCD y grosor reducido “is possible“.
En el lado positivo de la pantalla hay que colocar la respuesta de la misma, muy precisa, y que el panel AMOLED cumple bastante bien en exteriores, para lo que contamos con un modo especial que aumenta ligeramente el brillo. Es fácilmente seleccionable desde el menú desplegable de notificaciones.
Rendimiento y conectividad
Conservando todavía su autonomía como teléfono, el ASUS Padfone recurre a su procesador Snapdragon de doble núcleo (S4) a 1.5 GHz para desenvolverse con toda la soltura del mundo bajo Android 4.0.
Le acompañan como principales características técnicas 1 GB de memoria RAM y memoria interna que puede ser de entre 16 y 64 GB.
Gestos, multitarea, juegos y vídeo se muestran fluidos y sin alteraciones cuando manejamos el teléfono de ASUS. En datos, el test Quadrant nos ha dejado una puntuación de 5.126 mientras que con Vellamo ha alcanzado 2.372 puntos. Como puedes apreciar en la gráfica de abajo, los datos son prácticamente idénticos a los del HTC One X:
En conectividad, tanto en modo WiFi como 3G no hemos hallado problema alguno, y las llamadas se escuchan con la claridad adecuada.
Software
Con Android 4.0 bien afinado, ASUS tampoco ha cometido el error de personalizar en exceso el sistema operativo de Google.
Apenas encontramos algo diferente en el panel de notificaciones y configuración, así como en la pantalla principal de las aplicaciones, donde podemos ver claramente una pestaña dedicada a aplicaciones para el modo tablet. También los widgets tienen un toque de ASUS.
Del apartado de software hay que detenerse en lo que ASUS llama Dinamic Display. Su objetivo es que el sistema ajuste las aplicaciones al cambiar de modo teléfono a tablet y viceversa. Las aplicaciones de ASUS, como la del correo, están afinadas correctamente, pero en general, he notado que la mayoría de las que podemos usar dan imcompatibilidad con el sistema de ASUS y se cierran dando error en vez de adaptarse a la nueva situación.
ASUS tiene trabajo por delante ahí, pues por ejemplo, las oficiales de Google son las primeras en dar error, así como la mayoría de juegos. Y con ellos es interesante ese modo continuo.
Batería
Con una capacidad de batería de 1520 mAh, el rendimiento del ASUS Padfone cumple con lo mínimo que hay que pedirle hoy en día a un smartphone: que lleguemos a casa con el terminal funcional. Así ha sido en nuestras pruebas, con una media de unas 13-14 horas en tareas que requerían de conexión permanente, alguna que otra llamada y uso habitual de la cámara de fotos y las redes sociales.
En la prueba de rendimiento bruto (reproducción de vídeo de forma continua con WiFi activado y brillo al 50%) la cifra del ASUS PadFone ha sido de poco más de seis horas. A continuación tienes una gráfica que compara los datos obtenidos en nuestras pruebas con modelos de idéntica pantalla:
Esos datos de autonomía del ASUS Padfone adquieren otra magnitud cuando les sumamos lo que el Padfone Station y el teclado dock son capaces de ofrecerle. Una vez colocado en la Station, el ASUS Padfone se recarga en unas tres horas y a pesar de ello, la batería interna de más de 6.000 mAh de este accesorio hace que podamos estar usando el conjunto durante casi 11 horas, en la línea de lo que nos ofrece un tablet de la misma diagonal bajo Android 4.0.
Si le añadimos también el teclado, el conjunto puede mantenernos operativo en tareas de navegación, reproducción ocasional de vídeo, redes sociales y alguna llamada, prácticamente durante una jornada de trabajo. En mi prueba he llegado a estar trabajando con el ASUS Padfone al completo durante más de dos días, que en horas efectivas podría traducirse en una horquilla de 18 a 21 horas.
Cámara
La parte teórica de la cámara del ASUS Padfone nos habla de una cámara de fotos de 8 megapíxeles f2.2 con flash LED.
Ya en el campo de batalla que es la calle, el comportamiento de la misma en situaciones óptimas me ha gustado bastante. Las imágenes tienen detalle, bien coloridas y me ha sorprendido lo bien que trabaja cuando la luz es excesiva, algo que no todos los teléfonos de gama alta saben controlar. Y de cerca, la cámara del Padfone también ha mostrado muchas posibilidades.
Cuando la situación lumínica se complica llegan los problemas, pero tampoco puedo decir que sean malos resultados los que obtenemos con la cámara del Padfone en modo nocturno. Puedes echar un vistazo a la galería para sacar tus propias conclusiones sobre la calidad de las imágenes en diferentes situaciones.
En el apartado de software, no hay gran novedad por parte de ASUS, que coloca las configuraciones básicas con lo mejor en los efectos.
El mayor pero de la cámara del Padfone está en la velocidad de respuesta. Después de haber estado probando terminales literalmente con un retardo de cero segundos desde que pulsamos hasta que obtenemos la fotografía, el segundo que se toma la cámara de este terminal de Asus nos parece un factor a mejorar si quieren plantar cara en ese aspecto.
ASUS Padfone: teléfono, tablet y portátil
Aunque como terminal propio el ASUS Padfone es importante, su posición en el mercado se la debe ganar jugando en equipo con sus accesorios básicos, que no son otros que el Padfone Station, el teclado dock y el stylus manos libres.
De todos ellos, el Padfone Station es el elemento más innovador. Por fuera parece un tablet pero dentro solo lleva de serie la pantalla de 10.1 pulgadas y la batería interna de 24.4 Whr (6600 mAh). Para que funcione como tablet necesitamos a nuestro ASUS Padfone, que le aporta hasta la conectividad WiFi.
El accesorio como tal tiene un grosor de 13 mm y un peso de 724 gramos, con lo que en conjunto, nos acercamos peligrosamente al peso de 1 kg. Para un tablet de 10.1 pulgadas es mucho, especialmente si lo comparamos con los últimos modelos bajo Android con esa diagonal. Y en mano se nota que es pesado.
Con un sistema de apertura sencillo y robusto (ASUS dice que puede aguantar hasta 5.000 inserciones), el Padfone Station dispone de un lugar exclusivo para colocar el teléfono de ASUS. Una vez incrustado, operación la mar de sencilla, solo hay que cerrar el compartimento e inmediatamente se activa el modo tablet.
El rendimiento del Padfone en modo tablet es fluido pero no tanto como en el teléfono. En líneas generales he notado que funciona un poco menos airoso que tablets Android 4.0 que son solo eso, tablets. A destacar lo bien que suenan sus altavoces.
Pero el principal hándicap del Padfone Station es la pantalla. Con una resolución de 1280×800 píxeles y cobertura Gorilla Glass, echamos de menos que sea un panel IPS o SuperAMOLED, pues el cambio de la pantalla del teléfono a la del tablet nos deja colores apagados y poco brillo.
Una idea chocante en principio pero útil después es la del stylus que hace las funciones de manos libres. Si hemos metido el teléfono en el tablet y nos entra una llamada, no era muy factible usar el tablet como terminal, así que la solución no era sencilla. Podría haber sido un simple auricular manos libres pero ASUS lo ha redondeado dándole forma de stylus.
El lápiz funciona como tal en la pantalla, pero cuando tenemos que contestar una llamada se pondrá a vibrar y podremos usarlo como elemento de comunicación. La situación es bastante cómica y aunque funcional, si es una llamada larga mejor optar por sacar el teléfono del tablet (recuerda que no hay que apagarlo ni reiniciarlo) y listo.
El último accesorio que completa el cuarteto mágico alrededor del concepto del ASUS Padfone es el teclado. Éste no es una novedad, y si recuerdas nuestras pruebas de la saga ASUS Transformer, verás que es un viejo conocido.
En funcionamiento el teclado es cómodo, más o menos sencillo de colocar, y lo más interesante sigue estando en el touchpad que proporciona y la batería extra que, combinada con la del ASUS Padfone Station, consigue que el conjunto esté funcional casi un día completo o varios si no lo usamos intensamente. Eso sí, debes saber que no va incluido en el pack de salida que cuesta 700 euros y solo incluye el Station.
ASUS Padfone, la opinión de Xataka
No creo que nadie dude demasiado al pensar que el concepto que nos presenta el ASUS Padfone es perfectamente válido. Con la potencia de los equipos actuales en telefonía móvil de gama alta, poder aprovechar al máximo sus posibilidades es algo que todo el mundo quiere. Poder convertir el teléfono en tablet es una de ellas, y el ASUS Padfone lo realiza de forma muy satisfactoria.
El sistema ideado por ASUS funciona, pero el resultado se ve mermado en primer lugar por la incompatibilidad de la mayoría de aplicaciones para ser usadas de forma continuada en modo tablet o teléfono, y por el peso excesivo que se consigue en conjunto.
En el lado positivo de la balanza hay que colocar el buen rendimiento del teléfono como tal, el diseño del mismo así como la autonomía final que se obtiene con todo el conjunto, perfecta par ser productivo a poco que los desarrolladores se lo tomen en serio.
¿Es caro esta combinación por 700 euros? Podrías sumar el precio de un tablet y un terminal de gama alta y hacer cuentas pero no sería correcto. Piensa que esta solución de ASUS no tiene comparación en el mercado.
El teléfono ha sido cedido para la prueba por parte de ASUS. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas
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