14 canciones que se atrevieron a meter el sonido del Spectrum

14 canciones que se atrevieron a meter el sonido del Spectrum

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14 canciones que se atrevieron a meter el sonido del Spectrum

No hace falta mucha presentación cuando se habla del Spectrum. Su influencia en toda una generación de chavales (ahora viejunos) es indudable: junto al CPC de Amstrad, al Commodore y alguna otra marca más, sirvió de "juguete" a la vez que nos introdujo en la informática. De hecho, aquellas horas gastadas en pantallas de carga, en la línea de comando verde, fueron el inicio de algo de lo que ya nunca nos separaríamos.

Es lógico, por tanto, que haya quien caiga en la nostalgia. Desde el jugador retro amante de los antiguos pixeles hasta el que, sin haberse quedado en los juegos de aquellos días, también los recuerda con cariño. Y entre ellos, un puñado de músicos que han decidido meter los sonidos del Spectrum en sus canciones. Vamos allá.

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Aphex Twin, el chupa-spectrums

Aphex Twin Girl Boy Ep Back

Aphex Twin es un monstruo. Uno figurado en lo musical, uno representado en lo visual (lo de Windowlicker aún causa pesadillas) y también uno muy obsesionado con el Spectrum. El tio Richard tiene tantas referencias hacia él que casi nos podríamos hacer el artículo solo con sus canciones.

La palma se la lleva el EP Girl/Boy: contraportada hecha con teclas de Spectrum, portada que incluye las bandas multicolor del logo diseñado por Sinclair y una canción llamada 'INKEY$' que, sí, hace referencia a uno de los comandos más usados en BASIC.



Pero si hablamos de canciones, dos llevan la voz cantante, y las dos fueron incluidas en el Richard D James Album: 'Corn Mouth' incluye sonidos de la pantalla de carga del mítico 'Sabre Wulf' de Ultimate; y 'Peek 824545201', que también empieza con un bloque de carga, pero en este caso el que corresponde a la protección Speedlock con la que contaban algunas cintas de Spectrum y Amstrad y que hacía mucho más difíciles las copias pirata.

Sr. Chinarro, perspectiva sinclair




En las canciones de Sr. Chinarro siempre se han colado referencias a la infancia ochentera. Aquella alucinante ocurrencia de "Cóbrate el imperio Cobra, hipercajera" en la carta de amor a la cajera de supermercado que fue 'Miramos en la caja'; la sucesión de desgracias de la mañana de Reyes en 'Su mapamundi, Gracias' ("qué estupidos que son los Reyes Magos, con las prisas no trajeron pegamento")…

Para el inicio de su último disco, Perspectiva Caballera, Antonio Luque escogió expresamente a un Spectrum, casi como rebeldía ante los tiempos modernos:

"Quería empezar con el juego del Spectrum cargando. Hoy la música es poco más que el complemento de una app”


Ahora bien, la canción en sí no apela a la nostalgia 80s, sino que casi es la fotografía de un paisaje devastado, el del hogar cuando ya no queda nada: “qué coño es lo dulce del hogar (…) vete de casa”.

Jega, en los salones del rey de la montaña




En 1983, Bug-Byte nos frío el cerebro para siempre con Manic Miner, un plataformas salvaje en el que Willy tenía que aventurarse a lo largo de 20 niveles y superar los obstáculos antes de que se le acabase el oxígeno. Un juego en el que cada caverna era una trampa mortal y extremadamente exigente con el jugador, a ritmo del “In The Hall of Mountain King”de Edvard Grieg, que para entonces forma parte de la mente colmena de una generación chiptuneada sin saberlo.

En 1998, quince años más tarde, Jega (Dylan Nathan) lanza en el sello Planet Mu un disco de título revelador: Spectrum. Y allí, cerrándolo todo, está ‘Manic Minor’, una canción construida enteramente con un sonido de carga del ordenador y bases rítmicas.

Bluetones, Liars, ¿Radiohead?: abducidos por horas y horas de cintas cargando





Aunque la carga del Manic Minor no está acreditada, parece probable que sea la misma a la que hace referencia en su título. Más difícil de saber es en otras ocasiones qué juego es el que acompaña a las numerosas canciones que lo utilizan. Es el caso del ‘Jub Jub Bird’ de los británicos Bluetones, que lo hacen aparecer hacia mitad de la canción.

Tampoco se sabe qué sampleado introduce la hipnótica y psicodélica ‘There’s Always Room on the Broom’, de los siempre arriesgados e interesantes Liars. Lo que está claro es que incluido ahí, en medio de ese disco de terror y brujería que es They Were Wrong, So We Drowned, y partiendo el rimo yonkarra que impulsa esa canción, Liars consiguen lo más parecido a un single que podría haber en aquella locura.

Como leyenda no confirmada queda lo de Radiohead. Sí se confirmó que OK Computer, el título de su monumental tercer disco, no hace referencia al mensaje de éxito que devolvía el Spectrum (una explicación más detallada aquí: http://www.clickhole.com/article/oral-history-radioheads-ok-computer-2370), pero nunca ha quedado claro si los ruidos del final de ‘Let Down’ fueron creados realmente con un Spectrum o no.



Pero, en todo caso, Radiohead nos sirven para llegar a James Houston, que se hizo una espectacular versión de su ‘Big Ideas’ en ‘Big Ideas (Don’t Get Any)’ con un ZX llevando las guitarras solistas y rítmicas, una Epson LX-81 a la batería, una HP Scanjet 3c como bajo y una colección de discos duros.

Satán juega con el Spectrum



Urusei Yatsura fueron, además de los tipos a los que se les cayó el escenario del FIB 97 a la cabeza, uno de los grupos noventeros más infravalorados del noise-pop. Lo tenían todo, menos suerte. De hecho, en su disco (de contraintuitivo título) Everybody Loves Urusei Yatsura contaban hasta con un programita de Spectrum que se cargaba justo antes de la canción Thank You y que mostraba un mensajito satánico.

Un razonamiento lógico nos llevaría a decir que si Satán ama al Spectrum y Wham! también, Wham son Satán, lo cual le daría sentido a tantas cosas que ocurrieron en los 80… Por menos de diez libras de la época, el grupo lanzó Wham! The Music Box, que nos permitía tocar todos sus jitazos en glorioso sonido 80s. Descargadlo y disfrutad (¿?) una vez más de Last Christmas!.




Aunque si lo que queréis es un juego con el que recuperar aquellas viejas sensaciones, el del vídeo de ‘Blackstar’, de Ritchy Pitch y M.anifest, es un Army Moves de la subida al estrellato hip-hop.

Goldie Lookin Chain: mitad hombre, mitad máquina, todo Spectrum





GLC son un grupo de humor. Esto, que en la cultura anglosajona no se ve como algo peyorativo (miraos una vez más la maravillosa Flight of The Conchords si tenéis dudas), puede echar para atrás a algunos por aquí, pero le pegan con gracia al hip-hop, los chavs y, ya que pasaban por allí, hasta a David y Victoria Beckham justo antes de un partido entre Inglaterra y Gales.

En ‘Half Man, Half Machine’ comienzan con un robot al que le gusta toquetear a su Spectrum y le dedican a su antecesor, el ZX81, y a otras glorias de la época un espacio destacado en un estribillo muy jugón: Binatone, Spectrum, Pac-Man, Commodore; ZX81, Donkey Kong, fucking high score

MJ Hibbett & The Validators y los POKES


We bought it to help with your homework
We bought it to help with your homework
And the household accounts
If your dad ever works it all out

Lunchtimes in the library writing down the pokes and peeks
Copying an access code, get a taste for home taping
Fetishists of map-making
Rubber keys and rotten leads, rand and run and load and screens
Then five minutes fingers crossed hoping not to witness the terror Of R: Tape Loading Error



Pero si hablamos de letras imbuidas por el espíritu de un teclado de gomas, hay pocas cosas a día de hoy como ‘Hey Hey 16K’. Aquí MJ Hibbett recoge, en tono casi They Might Be Giants, un relato completo de cómo estos ordenadores de 8bits se metían en nuestras vidas y se quedaban para siempre.

Se inicia con un elocuente “lo compramos para ayudarte con los deberes y para llevar las cuentas de casa, si papá logra alguna vez hacerlo funcionar” y a partir de ahí es todo cuesta abajo y lagrimilla si vivisteis aquello: desde escribir Pokes, copiar juegos en doble pletina, dibujar mapas sobre cuadernos de espiral hasta eso que describe tan bien de “cruzar los dedos durante cinco minutos para no presenciar el terror de “Tape Loading Error”.

MJ Hibbett recuerda además grandes títulos (Sabre Wulf, Jet Set Willy, Ant Attack, Manic Manier de nuevo) y pone una de las consecuencias obvias de aquello negro sobre blanco: “hizo que una generación supiera escribir código”.

Nos trajeron el Spectrum (o el Amstrad o el Commodore) para que nos ayudara con los deberes (era uno de los argumentos de venta que manejaban en una compra que tenían que hacer los padres), pero las consecuencias llegan hasta hoy (y para MJ Hibbett también)

It made a generation who can code A bubble before proper consoles, who all know That the games you get today, may be very flash But there'll never beat the thrill Of getting through Jetpac

Queda claro que, al final, la influencia del ordenador de Sinclair es tan amplia que muchos jamás se la podrán quitar de encima, como tampoco nos quitaremos nunca las tardes pasadas en los recreativos ni a esos treintañeros jugones y sus nostalgias. Y el homenaje final es el de la ZX Spectrum Orchestra; su nombre ya es lo suficientemente significativo y seguir su rastro nos llevaría hasta otra espiral de locura, la del chiptune. Eso para otro día, cuando carguemos otra cinta:

140 END

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