11 videojuegos clásicos de Spectrum para homenajear al revolucionario de los 8 bits Sir Clive Sinclair

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Ninguna noticia habla tanto de la clausura definitiva de una época como la muerte de Sir Clive Sinclair, una de las personalidades más relevantes de la historia de la microinformática. Sinclair no solo inventó la máquina que revolucionó el mercado de los microordenadores de los ochenta, el ZX Spectrum, sino que fue un singular diseñador que concibió artilugios como la Sinclair Executive -la calculadora de bolsillo más fina del mundo-, el vehículo eléctrico unipersonal Sinclair C5 o la extrañísima A-bike, una bicicleta ultraplegable.

Aún así, no nos engañemos: es por la línea de microordenadores Spectrum (que aún en la cima de su éxito, en 1986, se tuvo que vender a Amstrad para sufragar los gastos en los que le había sumido el descalabro del C5) por la que Sir Clive Sinclair Spectrum pasará a la historia. Ordenadores muy baratos, tecnológicamente asequibles y con los que media Europa introdujo un ordenador en sus casas -y la otra mitad se inició en la programación-. Países como España o Reino Unido se convirtieron en las primeras grandes potencias del videojuego antes de que la NES barriera con todo, y los ordenadores de 8 bits convivieron con las lujosas recreativas en una época en la que técnicamente no eran ni remotamente comparables.

Para homenajear a Sir Clive Sinclair, a aquella época en la que también brillaron marcas como Commodore, Amstrad y el estándar MSX, pero sobre todo, al ZX Spectrum, el Spectrum 48k y sus inabarcables catálogos de juegos, hemos seleccionado algunos de sus títulos clásicos. Si no tienes a mano un gomas de la época, recuerda que en sites como Internet Archive tienes emulaciones de todos estos títulos y muchos más.

'Lords of Midnight' (1984)

Una absoluta sobrada para 1984 (!!!!), que permitía escoger entre distintas opciones morales, reclutar un ejército que te acompañara o atacar fortalezas enemigas en un curioso precedente de los juegos de estrategia. Todo acompañado de unos evocadores y coloristas gráficos (que se repiten como el ajo, eso sí), en un juego que hoy sigue pasmando por su ambición, su duración (bastante más de cinco horas de gameplay) y por no ser considerado un clásico total del género.

'Manic Miner' (1983)

No sabemos si el mejor plataformas de todos los tiempos, pero desde luego, sí uno de los más desesperantes y adictivos. Su imaginería estrafalaria, a medio camino entre el Monty Python's Flying Circus y un aterrador telefilm de fantasía de la BBC, no ha envejecido ni un ápice, y sus trucos baratos para arrastrar al jugador a una crisis psicótica profunda siguen funcionando a la perfección. Un clásico del ingenio más malvado y maquiavélico y de absoluta perfección pixelada. Imprescindible también su continuación, ya en mundo directamente abierto para enviarte al manicomio: 'Jet Set Willy'

'Elite' (1984)

Usamos el término "obra maestra" o "revolucionario" muy a la ligera, pero lo cierto es que 'Elite' parece a veces una cosa de (literalmente) otra galaxia. Un universo abierto y en 3D a tu disposición, donde cabe tanto un planteamiento de acción como de estrategia, con múltiples posibilidades de afrontar el juego, dando la posibilidad de que nos enfrentáramos a enemigos, que comerciáramos en puertos, mináramos asteroides, mejoráramos la nave, nos desplazáramos con el hiperespacio... una panoplia de posibilidades tan pasmosa en el original BBC Micro donde nació el juego como en este magnífico port.

'Knight Lore' (1984)

Aunque también anda por esta lista el similar 'Head Over Heels', no podemos dejar de mencionar este diamante de Ultimate, responsables de clásicos absolutos de la plataforma como 'Jet Pac', 'Sabre Wulf' o 'Atic Atac', aunque la cima de su prestigio la consiguieron con la técnica Filmation que brilla en varios juegos, pero especialmente en éste. Una forma de visualizar las tres dimensiones con las limitadísimas posibilidades técnicas del Spectrum, y que aquí sirve para proponer una atmósfera macabra única. Las transformaciones en monstruo, el límite de tiempo, el delicioso monocromo, la mezcla de puzles y exploración, todo dio pie a un clásico atemporal.

'Skool Daze' (1984)

Primitivo técnicamente, pero de una complejidad notable en su planteamiento gracias a un concepto que no envejece: el objetivo último del juego es birlar las notas de la caja fuerte de un clásico internado británico, pero lo genuinamente divertido es pasearse por las instalaciones escolares haciendo el asno y sembrando el caos. Una leyenda total de las aventuras de exploración y puzles, y una de las primeras pruebas de que los juegos podían retratar lo cotidiano y lo vulgar (una auténtica mina para el soft lúdico británico, por otra parte).

'Head Over Heels' (1987)

De la abundantísima cosecha de juegos isométricos de la época, quizás la santísima trinidad sean 'Batman', 'Knight Lore' y este. Pero sin desmerecer al vigilante gordinflas o al clásico de Ultimate, la mecánica de dos personajes que introdujo 'Head Over Heels' fue revolucionaria. Uno podía saltar más alto y disparar, otro correr más rápido y llevar objetos, y se podía cambiar del control de uno a otro a elección, y eso era todo lo que se necesitaba para clavar un juego perfecto. Una auténtica obra maestra, con puzles de una sofisticación nunca antes vista.

'La abadía del crimen' (1987)

Aunque no es la mejor de las versiones del juego (honor que corresponde, en 8 bits, a la increíble versión Amstrad), lo cierto es que esta 'La abadía del crimen' que precisó usar 128Kb (no existe versión de 48Kb) es todo un milagro técnico. El juego más emblemático de los años ochenta en España sigue siendo una complejísima aventura gráfica que se beneficia en lo visual de su elegante y curiosísimo grafismo monocromo, que encaja a la perfección con la atmósfera del juego. Con todo su cojeo técnico, un hito indiscutible de nuestros videojuegos.

'Mad Mix Game' (1988)

Esta versión española de Pac-Man sigue siendo un divertidísimo arcade que se mueve como los ángeles y que inyecta una serie de novedades a la sencilla e inmortal mecánica original que le dan una personalidad única, ya desde la memorable portada de Azpiri. La música de Gominolas redondea este producto de Topo donde hay hipopótamos que hunden las bolas, posibilidad de hacer mutar al héroe esférico, trampillas y bisagras, en un clasicazo español que llamó la atención de Pepsi para hacerlo suyo.

'Chase HQ' (1989)

Absolutamente espectacular conversión de un arcade de conducción mítico, que arranca con una música que roza lo imposible que haya sido compuesta en un Spectrum, y que continúa con un divertidísimo juego de persecuciones con unos efectos para emular velocidad y movimiento insólitos en la época. Muy buen gusto en la monocromática paleta de colores y el ritmo delirante.

'Cozumel' (1990)

Ya en una época de transición hacia los 16 bits y microordenadores personales más potentes, las aventuras conversacionales de Dinamic mantuvieron el tipo también como viejos géneros que intentaban mantener el tipo ante géneros más sofisticados cuyo advenimiento era inevitable. Este era el arranque de la trilogía de Ci-U-Than, que continuaría con 'Los Templos Sagrados' y 'Chichen Itzá', aventuras de tintes exóticos donde explorar ruinas y afrontar peligros de otras eras estaba a la orden del día.

'Valley of Ruins' (2019)

No queríamos abandonar esta minúscula e incompleta selección sin hacer un pequeño homenaje a la muy fructífera y combativa scene del Spectrum actual, y que da como fruto juegos absolutamente apabullantes en lo visual como este 'Valley of Ruins'. Gráficos inmensos y de gran colorido y un scroll parallax que, sencillamente, parece imposible, en una aventura que recupera lo mejor de las ambientaciones asilvestradas de los títulos de los ochenta.

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