No sabía si dividir las informaciones o juntarlas, y es que Tesla puede ser noticia prácticamente por cualquier cosa, principalmente si molesta a otros elementos de la industria, ya que de barreras el señor Musk entiende muy poco.
Uno de los proyectos menos esperados por parte de Tesla tendría que ver con servir música a sus clientes, así tal cual, una especie de Spotify. No hay nada confirmado, pero un medio serio como Recode adelanta que la compañía está negociando con las discográficas para introducir la posibilidad más pronto de lo que parece.
¿Un servicio para sus usuarios o uno para todos? Nos suena más a lo primero, pero lo que parece claro es que haría la competencia a los que ya tiene dentro del coche: Slacker Radio en Estados Unidos, Spotify en Europa.
Un dato curioso por parte del servicio Slacker es que los usuarios de Tesla escuchan más música por streaming que los clientes de otros coches, de 2 a 3 veces más minutos. Se habla de clientes que consumen unas 100 horas de música al mes, un negocio dentro del coche muy interesante, sin duda.
Tesla quiere vender sus coches como una experiencia, en mayor o menor medida están repletos de opciones, y poder meter en el pack la música parece algo que suma. Por ahora no hay nada de fechas, pero todo apunta a que sería ideal presentarlo junto al Model 3.
Haciendo coches en Shanghái
Más importante que ofrecer música a sus usuarios, creo yo, es que Tesla se expanda por el planeta para reafirmar su interés en crecer en otros mercados, al tiempo que consigue un mayor nivel de producción, que es posiblemente su punto más criticable en esta industria.
Desde el comienzo de su existencia y la presentación de la Gigafactory como sistema de creación de baterías y vehículos, siempre se ha hablado de las posibles localizaciones que podían contar con una fábrica Tesla. China siempre ha estado en las quinielas.
La compañía americana ha confirmado que está en conversaciones con el gobierno de Shanghái para encontrar un emplazamiento. El objetivo es crear allí productos para el mercado chino, donde vende coches desde 2014 con una cuota de mercado bastante marginal (2%).
¿Se venderían más sin exportar? Seguro que sí, llevar un Tesla hasta China implica subir el precio un 50%, por impuestos: un Model S que cuesta 69.500 dólares en Estados Unidos sale en China por 104.972 dólares.
Los planes para el mercado chino se definirán mejora a finales de este año, lo que no implica que no sigan mirando más lugares alrededor del planeta, manteniendo Estados Unidos como principal lugar de creación.
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