Curados de espanto en esto del automóvil, marcas históricas y deportivas no han tenido problema en jugar con otro tipo de propulsión distinta a la gasolina para motorizar a sus vehículos. Tampoco nos vamos a asustar a estas alturas por que le pongan más de cuatro puertas, o hagan vehículos que se atreven con caminos complicados. Otra cosa es si hablamos de la marca favorita de James Bond.
Posiblemente hablar del diesel suene mucho peor, por ser más o menos contemporáneo a la gasolina, pero muchos son los que ven como un sacrilegio poner baterías a los grandes deportivos. El caso que nos ocupa es el de Aston Martin, que como os adelantamos hace diez días, iba a presentarnos un Rapide eléctrico.
No hablamos de una versión híbrida, sino completamente eléctrica, de ahí que su nombre tenga un pequeño matiz: Aston Martin RapidE, de Rapid Electric.
Con su configuración de deportivo con puertas traseras, bien podría ser un competidor europeo para Tesla, pero lo vemos complicado por la producción estimada, tener a China como destino prioritario, y una habitabilidad peor (es un cupé).
Con la ayuda de Williams
No se trata un desarrollo realizado completamente en la casa de Aston Martín, no parece que el horno esté para producir mucha tecnología, y han tenido que tirar de Williams Advanced Engineering, la división encargada de sistemas eléctricos. En la parte económico también hay un aporte desde ChinaEquity.
No hay demasiada información sobre sus especificaciones como coche eléctrico, el CEO Andy Palmer comentó que inicialmente se crearía una versión con 560CV, pero que bien podría desarrollarse un superdeportivo que se marchara hasta los 1.000CV. En cuanto a la autonomía del modelo “básico”, se iría a los 320 kilómetros.
Si todo marcha según lo programado, el Aston Martin RapidE saldrá a la venta a un precio estimado de 280.000 euros, en una tirada de 400 unidades.
Más información | Aston Martin
En Motorpasión | Aston Martin Rapide S
Ver 3 comentarios