No voy a descubriros nada sobre la pasión que le tienen a las bicis en algunos países europeos, y la utilidad real que le dan, a pesar de que no tienen el clima que disfrutamos en el día a día en gran parte de nuestra península e islas. El caso que nos ocupa nos lleva hasta Dinamarca, auténtico paraíso para ciclistas.
Es tal la cantidad de personas que eligen las dos ruedas para moverse por la ciudad, al margen de la actividad deportiva, que la sociedad y el gobierno están comprometidos en buscar mejoras para su circulación, otorgándole prioridad sobre otro tipo de vehículos.
Lo último que nos hemos encontrado es un sistema para dar preferencia en cruces, que se ha puesto en práctica en la ciudad de Aarhus, la segunda en población del país, y por lo tanto, con un tráfico importante de bicicletas.
La idea pasa por reconocer la llegada del ciclista a una intersección y organizar la señalización luminosa para que tenga preferencia, en definitiva, ponerle el semáforo en rojo al coche que viene por el otro lado.
En Aarhus tenemos la visión de ayudar a los ciclistas, e intentar sacar a todos los coches del centro de la ciudad. Creemos que es una buena idea darle prioridad a las dos ruedas, crear una ciudad para ciclistas. Louise Overgaard
¿Cómo se consigue esto? Pues utilizando elementos tan sencillos como etiquetas RFID, que van alojadas en las ruedas de los ciclistas daneses. Obviamente hay un lector antes de llegar a la intersección, que recibe la señal y organiza el asunto para que el ciclista no tenga que parar de pedalear.
Los lectores RFID que están en pruebas, están en colocados en algunas intersecciones de tamaño mediano, y actualmente solo 200 ciclistas tienen las etiquetas a bordo.
Es cuestión de tiempo que se vaya extendiendo y mejorando el sistema por la ciudad de Aarhus, y quien sabe si terminará en la capital, ciudad ejemplar por su diseño y adaptación al uso de las dos ruedas.
La compañía que implementa el sistema se llama ID-Advice, y nos cuentan que eligieron RFID en lugar de otras tecnologías, como las que se usan en carretera con coches, por su reducido gasto, un 40% inferior (no hay que introducirlas bajo la carretera).
Vía | FastCo
Ver 16 comentarios