Disney ha sido durante años el mayor valor refugio del entretenimiento. Ahora se está hundiendo en bolsa

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Siguen llegando noticias acerca de los tropiezos financieros de Disney. A las medidas tomadas en las últimas semanas (retirada de películas del catálogo, reconocimiento implícito de que Marvel no está funcionando como sería de desear en los últimos años, subidas de precio en Disney+) se suman nuevos obstáculos para su crecimiento. Por una parte, la caída de la cotización en bolsa, y por otra, problemas internos cuyo alcance aún es complicado valorar.

El pasado jueves, la cotización de Disney cayó hasta los 84 dólares por acción, una cantidad que se ha mantenido ya entrada esta semana. Es el punto más bajo en el que ha estado desde octubre de 2014, hace nueve años. Algunos expertos, según Reuters, creen que es posible que la cifra siga bajando en los próximos meses. De momento no se han dejado notar las medidas combinadas de subida de precios y publicidad, más un sonoro recorte en los gastos, que prometió el CEO Bob Iger.

Disney parece estar en el núcleo de una tormenta a la que no son ajenas el resto de las plataformas: HBO Max lleva recortando gastos desde hace un año, lo que ha culminado en el sacrificio de la marca HBO para crear Max, una plataforma que aglutina a Discovery+ y HBO Max; Prime Video aparece en las noticias más por lo que gasta que por lo que gana; y Netflix está envuelta en una lucha contra las cuentas compartidas cuyas consecuencias a términos de suscriptores aún no están claras, aunque de momento parece capear el temporal.

Pero Disney tiene problemas adicionales. Por ejemplo, el negocio de los parques de atracciones, que siempre ha mantenido la empresa a la vanguardia de sus competidores, muestra signos de ralentización. Y quedan lejos los tiempos gloriosos de 2019: lanzamiento de Disney+ con 10 millones de suscriptores el día 1, adquisición de Fox por 52.400 millones de dólares y estreno por todo lo alto de 'Vengadores: Endgame', que acabaría convirtiéndose en la segunda película más taquillera de la historia.

Los inversores sospechan

Pero hay más puntos negros en la carrera reciente de Disney: la compañía recibió una demanda el pasado 23 de agosto, según cuenta The Hollywood Reporter, en la que se alega que el anterior CEO de la compañía, Bob Chapek, engañó a los inversores sobre el éxito de Disney+, ocultando los verdaderos costes de explotación de la plataforma. Con el objetivo de alcanzar las elevadas cifras de crecimiento previsto de suscriptores y de cumplir el ambicioso objetivo de ser rentable a finales de 2024, Disney habría mentido sobre el alcance de sus pérdidas

¿Y cómo lo hizo? Según la demanda, estrenando contenidos creados para Disney+ (como 'La misteriosa sociedad Benedict' y 'Doogie Kamealoha: Una médica precoz') en plataformas subsidiarias como Disney Channel, y trasladando a ellas los costes de marketing y producción. No es la primera vez que Disney es acusada de estrategias de este tipo: la compañía tenía anteriormente al menos dos demandas por prácticas similares.

Fue a principios de 2023, con el anuncio de los resultados financieros del último trimestre de 2022 (que entre otras cosas incluyeron los planes de despedir a 7000 personas) cuando las cosas comenzaron a oler mal. 1.470 millones de dólares en pérdidas y una caída en el precio de las acciones, en consecuencia, del 13%. Según la demanda, Disney infló entonces el precio de las suscripciones, aparentemente al alza, pero que en realidad provenían de paquetes promocionales, y no de esfuerzos por conseguir clientes a largo plazo.

Finalmente, la demanda habla de una confianza excesiva en el tremendo arranque de la plataforma, lo que llevó a calcular erróneamente las posibilidades de beneficios durante la pandemia. Eso llevó a que Pixar, por ejemplo, empezara a estrenar exclusivamente en Disney+ solo para alimentar la plataforma con estrenos potentes, pero a costa de perder importantes activos para la compañía que, pasada esa ola, se han traducido en sonoros fracasos en taquilla como 'Elemental' o 'Lightyear'.

Cabecera: Kenrick Mills en Unsplash

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