La teoría del 'Valle Inquietante' nos dice que cuando un robot tiende a parecerse demasiado a un humano, tanto en movimientos como en aspecto, causa una especie de rechazo entre quienes están frente a él. Por esta razón, muchos fabricantes, sobre todo occidentales, se oponen a crear robots humanoides, algo que por ejemplo no sucede en Japón, donde año con año se esmeran en crear androides lo más parecidos a un ser humano.
Uno de los casos más famosos es el del profesor Hiroshi Ishiguro, director del Laboratorio de Robótica Inteligente de la Universidad de Wakayama, Japón, quien desde hace varios años se dedica precisamente al desarrollo de robots con aspecto de humanos. De hecho, en 2010 Ishiguro fabricó un robot que era una copia de sí mismo.
Por un futuro donde los humanos y los androides conviven juntos
Como parte del 'Proyecto de Interacción Humano-Robot Simbiótico Ishiguro', el profesor ha presentado algunos avances como los Geminoids, donde uno de ellos era exactamente como él, y ERICA (ERATO Intelligent Conversational Android), que tenía el aspecto de una joven japonesa diseñada para escuchar atentamente a su interlocutor.
Pues Ishiguro está de vuelta, ahora con 'Ibuki', un robot infantil que simula el aspecto de un niño japonés de 10 años. Este nuevo robot se trata de un nuevo logro técnico, ya que ha podido añadir nuevas expresiones faciales "involuntarias" así como un sistema de reconocimiento facial que ayudaría con las tareas de interacción con los humanos.
Ishiguro asegura que Ibuki es el primero de sus robots en contar con una nueva "infraestructura inteligente de robots" la cual se basa en la interacción, donde el objetivo es establecer una comunicación no verbal usando un sistema artificial. Según explica, esta plataforma está integrada por visión computacional, robótica e inteligencia artificial.
Además del reconocimiento facial, Ibuki sería capaz de reconocer voces, sitios, horas del día y situaciones, además de que estaría listo para añadirle nuevas funciones de comunicación "sensibles a tareas". Y es que el objetivo del proyecto es precisamente "desarrollar robots sociales autónomos que puedan comunicarse con múltiples seres humanos a través de diversos medios de comunicación".
Lo interesante de Ibuki, es que por primera vez han logrado desarrollar un sistema de movimiento basado en "ruedas de oruga" que le permiten imitar el andar de un niño, pero sin necesitar un par de piernas. Esto se conoce como "falso andar" y aseguran que serviría para dar ese aspecto muy cercano al ser humano.
Para el profesor Ishiguro, la meta es crear un futuro donde los humanos y los androides convivan juntos, por ello está convencido que los robots deben tener una apariencia humana para que funcionen con éxito entre nosotros.
Por último, los dejamos con un par de vídeos de los anteriores proyectos del profesor Ishiguro. Uno es de las réplicas Geminoid y el otro es de ERICA.
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