Hay un nuevo escritor estrella en la tienda Kindle de Amazon. Se llama ChatGPT y no para de publicar libros

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Se viene una era compleja. Una en la que al leer un libro, contemplar una obra de arte o escuchar una canción uno no sabrá si quien la creó era un ser humano. En la tienda Kindle de Amazon ya está pasando: no paran de publicarse libros escritos por ChatGPT, y el fenómeno está sembrando el caos en otras editoriales.

Qué ha pasado. Como indican en Reuters,  ya hay más de 200 e-books en Amazon Kindle que tienen a ChatGPT como autor o coautor. El número crece cada día e "incluso hay un nuevo subgénero en Amazon: libros sobre usar ChatGPT, escritos por ChatGPT".

Es probable que sean muchos más. Evidentemente ese número de 200 títulos corresponde a los que oficialmente reconocen que han sido escritos total o parcialmente con ChatGPT. Lo cierto es que hay muchos autores que ni siquiera lo reconocerán y publicarán con su nombre o con pseudónimo.

La nueva forma de ganar dinero sin esfuerzo. Cualquiera podía escribir un libro antes, pero claro, tenía que hacerlo. Ahora ya ni eso: se lo puede hacer un motor de inteligencia artificial como ChatGPT, lo que está provocando una nueva fiebre del oro. Los libros infantiles ilustrados —con imágenes generadas con Midjourney, DALL-E 2 o Stable Diffusion, por ejemplo— son especialmente populares en estos momentos, y hay cientos de tutoriales en YouTube, Reddit o TikTok que explican cómo escribir y publicar estos libros (¿y quizás hacerse rico?) casi sin esfuerzo.

Transparencia. En el citado artículo citaban las palabras de Mary Rasenberger. La directiva del Authors Guild —una conocida asociación de escritores y autores— explicaba que "esto es algo de lo que realmente tenemos que preocuparnos, estos libros inundarán el mercado y un montón de autores se quedarán sin trabajo". Pedía transparencia por parte de los autores, que debería explicar "cómo se han creado esos libros, o terminaremos con un montón de libros de baja calidad".

Lo que dice Amazon. Los términos de servicio de la Kindle Store o obligan a desvelar si un libro fue escrito o no por una máquina, pero puede que esa sea una solución de futuro. De momento es la persona que lo publica quien puede confesarlo o no.

En Xataka nos hemos puesto en contacto con los responsables de Amazon y desde la empresa indican que "Todos los libros en nuestra tienda deben cumplir  nuestras guías y pautas de contenido, lo que incluye, también, el  cumplimiento de los derechos de propiedad intelectual y todas las demás  leyes aplicables".

De Cervantes, ¿nada?. Más allá del debate sobre derechos de autor —ChatGPT ha sido entrenado con millones de textos, y OpenAI no ha sido especialmente transparente al respecto— está la discusión sobre la calidad de los libros generados por ChatGPT. ¿Acabarán estos sistemas de ingeligencia artificial escribiendo obras maestras? Hoy por hoy los textos publicados pueden ser decentes e incluso bastante graciosos, pero desde luego no magistrales. ¿Mañana? Quién sabe.

Las críticas y reseñas deberían ayudar, pero también son un problema. Un autor llamado Mark Dawson, que ha vendido millones de ejemplares en la Kindle Store, explicaba que esas novelas suelen ser "aburridas" y que "el mérito influye a la hora de recomendar un libro a otros lectores. Si un libro recibe malas críticas porque la redacción es aburrida, se hundirá rápidamente hasta el fondo". El problema del que no habla Dawson —y que ya ha afectado a Amazon en el pasado— es el de unas reseñas falsas que también pueden convertir esas críticas (sean positivas o no) en poco fiables.

Clarkesworld Magazine en peligro. Mientras, hay otros segmentos editoriales en los que el peligro acecha. La revista Clarkesworld, muy conocida en el mundillo de la ciencia ficción por publicar relatos cortos y abrir las puertas a nuevos escritores, ha dejado de aceptar temporalmente nuevos relatos. En las últimas semanas han detectado cómo el número de "spam literario" crecía de forma alarmante y llegaba al 38% de todas las historias enviadas a la revista.

No hay solución. El problema es importante, y lo cierto es que no hay herramientas fiables de detección de textos generados por IA. El propio Neil Clarke, editor de la revista, explicaba que "

"No tenemos una solución para el problema. Tenemos algunas ideas para minimizarlo, pero el problema no va a desaparecer. Los detectores no son fiables. El pago por envío sacrifica a demasiados autores legítimos. Los envíos impresos no son viables para nosotros. Las diversas herramientas de terceros para confirmar la identidad son más caras de lo que las revistas pueden permitirse y suelen tener lagunas regionales. Adoptarlas equivaldría a prohibir la publicación en países enteros.
Podríamos implantar fácilmente un sistema que sólo admitiera autores que nos hubieran enviado trabajos anteriormente. Eso supondría prohibir la entrada a nuevos autores, lo cual es inaceptable. Son una parte esencial de este ecosistema y de nuestro futuro".

Malas noticias para los autores. Clarkesworld paga 12 centavos por palabra si publica esas historias, y actualmente prohibe historias "escritas, coescritas o asistidas por IA". Han baneado a 500 usuarios por sospechar que han publicado historias escritas por estos sistemas. Lo único que quieren, explicaba el editor, "es ganar un dólar rápidamente". La publicación indicaba que volverán a aceptar historias de usuarios, pero no saben cuándo.

Imagen: Lucas Benvenuto

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