A unos metros del stand de imWatch, en el Centro de Convenciones del Hotel Venetian, nos hemos encontrado con uno de los dispositivos más estrafalarios de la feria pero, si hemos decidido incluirlo, es por algo. Se trata de Penclic, un ratón cuya forma sólo podemos describir como la de un bolígrafo posado en uno de esos soportes con cadenita que hay en los bancos.
El usuario sujeta Penclic como si fuera un boligrafo, pero se mueve todo el dispositivo sobre la mesa como si fuera un miniratón a que le hubiéramos clavado un bolígrafo. La punta del lápiz es competamente basculante para que podamos moverlo con entera libertad.
Los botones de click izquierdo y derecho están al alcance del dedo índice en el lápiz, mientras que la rueda de scroll está en la base, a la atura del dedo corazón. Aunque parece la extravagancia de un ergónomo borracho,lo cierto es que su funcionamiento nos ha parecido de lo más agradable y cómodo. La postura de la mano hace que podamos apoyarla completamente sobre la mesa previniendo molestias como las de túnel carpiano.
El Penclic está disponible en versiones con cable e inalámbrica y su sensibilidad es programable hasta los 2800DPI. De momento no se vende en España, pero sus responsables aseguran que puede comprarse a un precio de 59 o 69 euros. Mucho más cómodo de lo que parece, más cómodo que las tabletas digitalizadoras y además ocupa muy poco espacio.
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